Didactica
Enviado por jenifercarolina • 16 de Septiembre de 2012 • 2.400 Palabras (10 Páginas) • 279 Visitas
TRINOMIO : ALUMNOS, PROFESORES, PADRES
Como todos sabemos, la educación de nuestros hijos durante estos años de
formación pasa por la participación activa de los tres agentes involucrados en la
misma:
La figura de los padres es insustituible, pero no sólo por lo que podemos aportar
a nuestros hijos a nivel humano y formativo, sino porque somos el espejo dónde
nuestros hijos ven los modelos de conducta que en un futuro aplicarán.
Los docentes son el otro pilar básico en la formación de nuestros retoños, ellos a
nivel educativo, proyectan sus conocimientos en los alumnos para irles
despejando el camino de su futuro profesional.
Por ello, es indiscutible que ambos pilares (profesores y padres) deben ir de la
mano, como expondremos más adelante, ya que ambos participan, de una
manera u otra, en la inculcación y el fortalecimiento de los valores humanos
sobre el alumno/hijo. Unos valores que, sin duda alguna, les permiten madurar,
les ayudan a definir su propia personalidad y unos modelos de conducta que
serán perpetuos en el futuro.
Para todo ello, es esencial la participación activa y comprometida de los
hijos/alumnos.
No pretendo, como habréis podido deducir, dar una conferencia magistral sobre
amplias temáticas de profunda reflexión, sino resaltar la importancia que todavía
tienen ciertos valores, a veces olvidados, y cómo repercuten en el día a día de los
alumnos y especialmente en su proceso formativo.
SIN MAS DILACIÓN PASAMOS AL TEMA PROPUESTO
TRINOMIO: ALUMNOS – PROFESORES Y PADRES
Pasado el verano, con el comienzo del Curso académico, se nos
plantean los primeros retos, conseguir que nuestros hijos vuelvan a la rutina
escolar en el menor tiempo posible, para ello es necesario implantar nuevos
hábitos, que durante la época estival estaban en el olvido.
Es muy positivo, para hijos y padres, recobrar los indicadores con
el fin de poner orden y sentido al nuevo ejercicio escolar, para ello hay que
recuperar los horarios de comidas, horas de sueño, horas de estudio, actualizar
hábitos, como la concentración, favorecer un entorno tranquilo y relajado para el
estudio, tratando de limitar el uso abusivo de la Televisión, video juegos,
móviles, etc.
Todo ello debe ir acompañado de un reconocimiento expreso de los
padres, hacia los Profesores, educadores, pues estos van a ser el nexo de unión
entre ellos y sus hijos, y por supuesto grandes colaboradores para la
consolidación de los valores, formación, disciplina, respeto, orden, tolerancia,
solidaridad, etc………….., con ello comprobamos inicialmente como funciona y que
importancia tiene el “Trinomio, Alumnos Profesores y Padres”. Ello no es óbice, para que la figura de los padres sea insustituible,
los centros educativos se ven, con frecuencia como el lugar adecuado para el
desarrollo académico, cultural y social de los hijos, siendo imprescindible la
complicidad de los padres para lograr el éxito, en este largo proceso educativo.
No son pocos los padres que creen ciegamente, que a sus hijos
los tienen que educar en el colegio. Los padres deben saber que, en el colegio y
en sus educadores, van a encontrar grandes colaboradores para consolidar la
vida cotidiana o determinados hábitos, como la disciplina, el respeto, el orden, la
tolerancia, la solidaridad, etc…, todo ello por supuesto dentro del credo Cristiano
Católico de nuestra institución.
Los padres, que son modelos para sus hijos, no son conscientes
de las malas “vibraciones” que pueden transmitirles a sus hijos, en un momento
determinado, cuando hacen comentarios desafortunados sobre la escuela, por
ello es de suma importancia la corresponsabilidad de los padres y su nexo de
unión con los profesores. Sin querer exagerar, la familia en sí debe ser la
prolongación de la escuela en casa. Con ello se conseguirá que el “Trinomio”
aludido, funcione a la perfección.
Existiendo una fluida comunicación entre este “Trinomio
apuntado”, alumnos, profesores, y padres, nos permitirá conocer realmente a
nuestros hijos, en todos sus ámbitos de desarrollo, saber de buena tinta sus
capacidades, limitaciones, ilusiones, habilidades y expectativas en este período.
Es fundamental hablarles de cada situación por la que pasen,
transmitirles confianza, pedirles su colaboración y comprensión, y demostrarles
lo orgulloso y seguro que se está de ellos. Así se sentirán arropados y serán
capaces de enfrentarse a las dificultades que se les puedan presentar,
potenciando sobre todo su AUTOESTIMA.
Otro punto muy importante a resaltar dentro del referido
“Trinomio” y que afecta directamente a padres e hijos principalmente, es el
efecto que producen los medios de comunicación, ya sea audiovisuales y/o
tecnológicos.
Recientes estudios del Instituto Nacional de Salud de los EEUU,
indican que con la televisión en funcionamiento se reduce drásticamente la
comunicación familiar, del orden del 30 %, y la que se produce es inconexa y
falta de sentido en su mayoría.
Ello nos sirve de lazo con nuestra realidad cotidiana. Cuando
los hijos acaban la jornada escolar, y son recogidos por sus padres y/ o abuelos,
se inicia un largo peregrinar hasta el propio domicilio, que se aprovecha para dar
la merienda a los mas pequeños, acudir a las catequesis, deportes, u otras
actividades y finalmente la llegada al domicilio familiar, donde viene la segunda
etapa, la higiene, los deberes, la cena y acostarse. En esta etapa es cuando hace
su aparición la Televisión y otros aparatos tecnológicos, la misma se conjuga con
la realización de los deberes, etc. La televisión juega un papel importante, aunque debería ser
secundario en el orden de prioridades. El uso abusivo y excesivo de estos medios
conlleva la asimilación de modelos de conducta inapropiados como si fueran
correctos.
El perjuicio
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