Docencia Y Epistemologia

En este artículo trata sobre la práctica docente y como la currícula de estudios de los profesores afecta su desempeño docente por el hecho de no contar con bases sólidas epistemológicas que orienten la práctica hacia las exigencias de las nuevas sociedades del conocimiento. Desde el siglo pasado muchas escuelas de los países del primer mundo adoptaron prácticas modernistas en su enseñanza, tratando de cambiar la práctica docente. En la actualidad este proceso enfrenta una crisis epistemológica respecto a los conceptos de educar, aprender y conocer, y el rol del profesor de como este se enfrenta a un cumulo de conocimientos diversificados y continuo cambio.

Esto ha ocasionado descontento e inconformidad con las escuelas formadoras de docentes, ya que queda claro que carecen de congruencia en el marco social de los programas de formadores de docentes, ya que este egresa sin haber logrado siquiera la comprensión y la visión de lo que es realmente la vocación docente. Es por ello que la tarea de la de epistemología de la educación es explicar la manera cómo se aprenden las cosas, cómo se organiza el conocimiento sentando las bases para organizarlo de tal forma que deberá tratar temas sociales, aumentar la percepción y el interés social del docente en formación, de tal manera, que sea capaz de contribuir al mejoramiento de la sociedad.

Es importante investigar a profundidad para saber el estado de los procesos académicos ocurridos, orientándolos a fortalecer las reflexiones relativas al desarrollo teórico- metodológico alcanzado en la formación del docente, con la única finalidad de elaborar un plan de estudios que realmente vaya de acuerdo con la formación docente que se necesita para este milenio, haciendo cambio de conductas en la práctica educativa.

Mi aportación a este artículo es que la sociedad actual espera que el docente del siglo XXI se aleje de la visión tradicional del profesor como mero transmisor de contenidos.

En su lugar, potencia la figura de un docente que desarrolle su competencia basada en el dominio de una serie de conocimientos, pero también de habilidades que favorezcan procesos de aprendizaje. En el caso de enseñanza en secundaria que es el área donde se da el proceso de cambio de niño-adolescente la competencia docente se entiende, por un lado, como el conjunto de conocimientos sobre la materia que imparte, las teorías de adquisición-aprendizaje, teorías de enseñanza, entre otros; por otro, el desarrollo de habilidades docentes, comunicativas, profesionales, interculturales, de autoformación, además de una actitud de respeto hacia los estudiantes, hacia sí mismo en cuanto a contenidos, el profesor se vale de una formación teórico-práctica, a través de cursos, seminarios, talleres o lecturas, entre otras posibilidades y hacia la institución en la que trabaja.

Sin embargo, para saber más de su propia actitud o potenciar aspectos positivos de su acción docente es conveniente partir de la observación, la reflexión, la introspección y, por último, la autoevaluación. Parece, pues, necesario encontrar una herramienta propiciadora de procesos reflexivos, que ayude a sistematizar esos procesos que han de conducir al desarrollo profesional del docente. Mejorar la currícula de la escuela de formadores es urgente pero la voluntad del maestro para mejorar su calidad educativa es primordial. No podemos dejar todo a las bases epistemológicas si no se cuenta con la actitud necesaria.

Con respecto a este punto, es decir acerca de qué y cómo elaborar una currícula que cubra todos los requisitos para la formación docente debemos tratar de establecer en primer término qué y cómo es lo que piensan los docentes que ya están inmersos en el sistema que necesidades e inquietudes tienen, profesores y alumnos acerca de la educación que imparten y reciben, su método y su naturaleza. Esto es sustancial, pues hay unas concepciones alternativas o unas teorías implícitas propias acerca de la enseñanza, la evaluación y el aprendizaje que tienen los maestros.

Al autor le falto abordar que las deficiencias de una currícula de formador de docentes parte también que está muy apartada de las verdaderas necesidades de la escuela ya que queda disociada la práctica de la teoría, las necesidades que realmente tienen los educandos dependerá siempre del contexto donde se desenvuelva de ahí radica la razón de las fallas de la currícula de educación secundaria y la de formación docente. El maestro egresa ostentando un cumulo de conocimientos y que al poner en práctica descubre que la realidad de la práctica está muy lejos de ser lo que se plantea en un salón de clases, se pierde

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