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EFECTO DE LA PRÁCTICA DEPORTIVA REGLADA EN EL RENDIMIENTO ACADÉMICO EN ALUMNOS DE E.S.O. DE LA PROVINCIA DE GRANADA.


Enviado por   •  7 de Noviembre de 2012  •  2.960 Palabras (12 Páginas)  •  1.071 Visitas

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RESUMEN

El objetivo de este estudio es comprobar el efecto que tiene la práctica deportiva reglada sobre el rendimiento académico de los alumnos de ESO en la provincia de Granada. Para ello se ha utilizado un cuestionario que ha sido realizado por escolares granadinos con la supervisión de encuestadores entrenados. La variable dependiente fue el rendimiento académico (nota media obtenida por el alumno en el trimestre anterior) y la variable independiente ha sido la realización de actividad física reglada. De esta manera, según los cuestionarios, los alumnos que realizaban actividad física reglada obtuvieron mejores notas que aquellos que no realizaban ninguna actividad física reglada.

El estudio parte de la hipótesis de que la práctica deportiva reglada favorece el incremento del rendimiento académico de los alumnos que la realizan con regularidad.

Los resultados obtenidos corroboran que los alumnos que realizan actividad física reglada después del horario escolar obtienen mejores calificaciones en las diferentes asignaturas que cursan en el instituto.

Como conclusión, se puede afirmar que la práctica deportiva reglada es una variable que hay que tener en cuenta ya que su realización, además de reportar beneficios sobre la salud, favorece la mejora del rendimiento académico en el alumnado.

PALABRAS CLAVE: Práctica deportiva reglada, rendimiento académico, ESO, alumnos granadinos.

INTRODUCCIÓN

Vamos a llevar a cabo este estudio con el objetivo de comprobar el efecto que tiene la práctica deportiva en el rendimiento académico en alumnos de Enseñanza Secundaria Obligatoria dentro de los centros de la provincia de Granada. Es decir, constatar si la actividad física tendrá efectos positivos, negativos o neutros sobre el rendimiento académico. Para contextualizar esta temática hemos realizado una exhaustiva revisión bibliográfica desde la que apoyar nuestra hipótesis y que va a ser desarrollada a continuación.

La adolescencia ha sido considerada como una etapa clave en la adquisición de los hábitos que configuran el estilo de vida saludable. Este período, comprendido entre la niñez y la adultez, se caracteriza por los importantes y diversos cambios que los jóvenes deben afrontar. Esto hace del período adolescente un período crítico para la experimentación con conductas nuevas que pueden suponer un riesgo para la salud y crítico también para la consolidación de estos cambios en estilos de vida insanos (Jessor, 1993). Comentar que en la adolescencia temprana (11-15 años) se empiezan a instalar hábitos menos saludables entre los jóvenes.

Se debe reconocer la importancia que tiene este tipo de investigación, pero de igual manera, se deben superar estas aproximaciones y recurrir a metodologías más complejas que permitan comprender multidisciplinarmente el fenómeno. De igual manera, es importante hallar otras formas de estimular la práctica de la actividad física, debido a los beneficios probados que tiene en los procesos cognitivos en niños, jóvenes adultos y ancianos, así como en la calidad de vida de personas con limitaciones mentales y físicas.

El documento Argentina en movimiento (2000), argumenta que "el estilo de vida sedentario no sólo atenta contra la calidad de vida de la población, provocando la aparición de enfermedades, sino que además, tiene un alto costo económico para el país. Un 20% del presupuesto destinado a los organismos y entidades relacionadas a la salud, podría ser redefinido si se logrará cambiar este estado de situación, con programas y proyectos que favorezcan el desarrollo de dichas actividades. De esta forma, los recursos disponibles serían orientados de manera eficiente hacia planes de prevención y mejoramiento de la salud pública y no solamente a cubrir las urgentes demandas coyunturales, que ocasionan las enfermedades".

En los últimos años se ha recomendado la práctica de ejercicio físico en todas las edades. Con frecuencia este consejo no se ha acompañado de orientaciones individuales respecto al tipo de ejercicio e intensidad deseable, lo que ha favorecido que un número elevado de personas se inicie en la práctica deportiva desconociendo sus aptitudes previas y sin ningún tipo de control. Este hecho ha dado lugar a graves lesiones en algunos casos y al abandono temprano de la práctica deportiva en otros. El juego libre, los ejercicios regulados y el deporte proporcionan una forma natural para que niños y jóvenes alcancen una aptitud física y mental adecuada.

En la actualidad se dispone de evidencia científica que avala el impacto positivo del ejercicio físico sobre la salud y la capacidad intelectual. Además puede también tener otras ventajas psicológicas y sociales que afecten la salud. Por ejemplo, la participación de los individuos en un deporte o en ejercicio físico, puede ayudar a construir una autoestima más sólida (Sonstroem, 1984) y una auto-imagen positiva de si mismo entre las mujeres (Maxwell y Tucker, 1992), y mejora la calidad de la vida entre niños y adultos (Laforge et el al., 1999). Estas ventajas son probablemente, debido a una combinación de la actividad física y los aspectos socioculturales que pueden acompañar esta actividad. El ser físicamente activo puede también reducir las conductas auto-destructivas y antisociales en la población joven (Mutrie y Parfitt, 1998).

Es importante señalar que la actividad física no es beneficiosa por sí sola, si no es teniendo en cuenta unos criterios y unas orientaciones correctas. Sánchez Bañuelos (1996, 2001) considera tres ámbitos fundamentales sobre los que influye la práctica de actividad física: fisiológico, psicológico y social.

A nivel psicológico, autores como Salvador y cols. (1995), Márquez (1995), Barriopedro, Eraña y Mallol (2001), Moya-Albiol y Salvador (2001) o Hülya (2003) analizan los beneficios psicológicos de la actividad física tanto en la prevención de trastornos mentales, como en tratamientos de ansiedad y estrés. Por otra parte, la percepción de habilidad motriz y de la apariencia física que es adquirida gracias a la práctica deportiva reglada, proporciona mayor autoestima y mayor independencia (Casimiro, 2002). En esta línea, Mendoza Laiz (2000:5) plantea que las personas que tienen más posibilidades de caer en una espiral de fracaso escolar y abandono prematuro de su formación académica suelen tener una baja autoestima, falta de autonomía, falta de responsabilidad, dificultad para manejar la ansiedad, escaso sentido crítico y dificultad para tomar decisiones.

A nivel social, autores como Villalba (2002:187) o Torralba (2005:41) consideran el deporte como un excelente medio de integración social. La práctica de actividad físico deportiva puede aportar valores sociales como respeto, cooperación,

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