EFECTOS DEL MERCURIO EN EL SER HUMANO

EFECTOS DEL MERCURIO EN EL SER HUMANO

INTRODUCCIÓN.

      El mercurio es un elemento que se usó desde hace millones de años atras con fines cosméticos y medicinales (Antiguo Egipto, Grecia, China, Tibet), siendo Paracelso, recién en el año 1530  uno de los primeros investigadores que cuestionó su uso e intentó explicar los efectos adversos del mercurio sobre el organismo. A pesar de que el Mercurio es un elemento poco abundante en la naturaleza, como explosiones volcánicas o erosión de rocas que lo contengan, a nivel industrial es ampliamente utilizado, siendo las principales actividades relacionadas con su distribución  la extracción de minerales, el área médica y dental, centrales termoeléctricas, fabricación de pilas y lámparas , pinturas, producción de pesticidas,  empresas de disposición de residuos.   A partir de muchas de estas actividades económicas, el mercurio llega a la atmósfera vaporizado, o bien en su estado líquido a rios y luego al mar, donde contamina los suelos y entra en contacto con los microorganismos presentes en el, y que tienen la capacidad de modificar su estructura química dando lugar a compuestos de metilmercurio, forma en la cuál el mercurio es capaz de ingresar a la cadena trófica a través del plancton marino, quedando  a disposición de organismos superiores, donde se acumula, concentra y magnifica, antes de llegar hombre. El consumo de pescado contaminado, es una de las principales fuentes de exposición para el ser humano, pero también existen otras, como la exposición laboral. En el mundo se utilizan anualmente unas  3.500 toneladas de mercurio con fines industriales, entre ellas la manufactura de insumos médicos. Se calcula que en la Unión Europea entran en el ciclo ambiental 25 a 30 toneladas de mercurio anualmente provenientes de termómetros clínicos.    

EFECTOS EN EL ORGANISMO.

Mujeres embarazadas: Como efecto de la exposición al mercurio, ya sea por exposición cutanea, por ingestión o por inhalación se puede observar distintos alteraciones del desarrollo neurológico, como bajo desarrollo cognitivo, alteraciones en la memoria, baja capacidad de concentración, trastornos de lenguaje, discapacidad motora o discapacidad visual, en niños nacidos luego de una exposición in utero de la madre, ya que el feto es sumamente sensible a los efectos del mercurio y los compuestos de metilmercurio, por lo que no se recomienda durante el embarazo el consumo excesivo de pescados que puedan estar eventualmente contaminados.

Exposición crónica: se refiere a una exposición constante, generalmente de dosis menores, pero que producen efecto en la población al mediano y largo plazo. Las principales alteraciones se presentan a nivel de trastornos neurológicos debido a la toxicidad del mercurio para el sistema nervioso central, como disfunciones motoras y cognitivas,  trastornos de memoria, trastornos neuromusculares, cefaleas crónicas, temblores, insomnio, alteraciones de comportamiento. También se describen trastornos renales en grado variable, desde proteinuria hasta insuficiencia renal.    

Exposición agúda:  se refiere a personas  expuestas a elevados niveles de mercurio en un lapso de tiempo breve, como puede ocurrir en caso de un accidente laboral. El efecto sobre el organismo va a depender del tipo de mercurio involucrado, la vía y duración de la exposición y la dosis. Los compuestos de  dimetilmercurio son altamente  tóxicos y basta que unos pocos microlitros entren en contacto con la piel (este compuesto es capaz de traspasar el látex de los guantes de examinación) para producir la muerte de la persona afectada, en cambio el mercurio líquido solo es tóxico por vía oral cuando este llega a la cabidad intestinal, ya que allí reacciona con el ph de los jugos gástricos y genera vapores, los que si son altamente tóxicos.  La inhalación de vapor de mercurio produce, a nivel respiratorio,  tos con sangre, bronquitis,  disnea, neumonitis difusa intersticial, edema pulmonar y muerte por paro respiratorio. Los efectos neurológicos por inhalación son temblores en las extremidades, irritabilidad, confusión, insomnio, debilidad muscular, cefalea, disminución de la sensibilidad, entumecimiento. La ingestión de sales orgánicas produce estomatitis, salivación excesiva, dificultad para tragar, dolor abdominal, náuseas, diarrea, vómitos, puede producir daño variable del tracto gastrointestinal, que puede ir desde irritación hasta necrosis de este, además de insuficiencia renal.  En caso de accidente, es bueno recordar que los familiares de trabajadores que han estado expuestos al mercurio también pueden exponerse al mercurio si la ropa del trabajador resultó contaminada con partículas de mercurio o con mercurio líquido, por lo que se recomienda no lavarla en casa o someterla a altas temperaturas (lavado en agua caliente, planchado), sino que es mejor entregarla al personal encargado de la disposición de residuos peligrosos.

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