ENFERMERÍA, CUIDADO Y CIENCIA
carrillo580819 de Abril de 2013
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ENFERMERÍA, CUIDADO Y CIENCIA
Juan Ignacio Rico Becerra
Enfermero, Licenciado en Antropología, Licenciado en Geografía e Historia,
Doctor en Antropología Profesor del Departamento de Antropología Social y Cultural de la Universidad Católica de Murcia (UCAM).
INTRODUCCIÓN
La enfermería siempre ha confiado en la importancia del cuidado humanizado. Y ello no es baladí, sobre todo, en los momentos donde el enfoque biologicista de la medicina científico-occidentalha llegado a ser casi insultante. En estas líneas propongo una reflexión que, desde el cuidado, nos lleve a abrir un debate más amplio donde, considero, se inserta de lleno la cuestión. Es así que, para tal fin, transitaremos por diversos conceptos, tales cooparadigma, ciencia, modernización re flexiva, medicina científico-occidental, física cuántica,
etc.
Desde el cuidado hasta el paradigma y la ciencia
En la breve presentación de este texto, ya apostillé, la influencia que la Medicina convención al ejercer en la Enfermería. Siguiendo a Francine Saillant (2009) considerar que la medicina moderna-o mejor, científico-occidental (Perdiguero, 2009)- está caracterizada por una dicotomía entre dos espacios: el tratamiento técnico (cure) y los cuidados y los aspectos relacionales (care). Las peticiones, tanto desde dentro como desde fuera del espacio médico, hacia la humanización de la medicina, nos ponen en la pista de cómo, actualmente, en nuestro medio, la balanza está meridianamente posicionada hacia el cure y mucho menos hacia el care. Siendo así, también indiqué, supra, las empiterna apuesta de la Enfermería por el cuidado humanizado -care con caring (ver abajo)-. De hecho -y de la mano, ahora también, de la revisión que Saillant (Ibíd.) hace de la temática en la bibliografía norteamericana- desde el otro lado del Atlántico, por ejemplo, tiempo atrás ya se sugiere truncar la relación, a saber, privilegiar el care frente al cure-; y todavía más, incluso se plantea la disociación absoluta entre ambas, lo que supondría separar la medicina de los cuidados. Asimismo, trascender tal dicotomía y centrándose en encare, se propone el concepto de caring. Término tan complejo -aunque fundamentalmente sugiere proporcionar un reconocimiento positivo de carecemos objeto -dar a la humanización una encarnación; la espiritualidad, la trascendencia y la estética...-.A la vez esta expresión, sugiere, la importancia que alcanza el vínculo social en el espacio terapéutico. Será pues el caring, el alma del care. Su carencia conduciría al cure, de ahí la importancia de visibilizarlo. En definitiva, tal como se aprecia, la Enfermería no elude el debate y muestra sin ambages y de manera comprometida, su posicionamiento y dirección al respecto. Así las cosas, me interesa echar una mirada en
Nuestra “reciente” historia -y tal bisoñez es subrayable-,para que se pueda entender un poco mejor al menos esa es la intención-, e l porqué plantearnos, cada vez más abiertamente, el profundo calado del papel del cuidado -el care con caring- en el continuum salud/enfermedad. Creo acertado empezar por rastrear cuál es el paradigma que sustenta la ciencia en Occidente (Rico, 2009); para después, otear cómo ha mirado la medicina científico-occidental la enfermedad; y acercarnos, finalmente, a la moderna teoría de la física cuántica y su vinculación con el caring. Lo primero, nos lleva a recordar la propuesta que Thomas Kuhn (2004) -en su obra de 1962 «La estructura de las revoluciones científicas»- hace de paradigma. Para él, es un modelo o patrón aceptado por una comunidad de científicos que raramente concurren en desacuerdo con su manera específica de hacer ciencia .Este modelo o patrón regirá la ciencia normal en un determinado periodo histórico, hasta su crisis y revolución. Las crisis y rupturas implicarían cambios radicales en la concepción de mundo, a las que este autor denomina «revoluciones científicas .En este sentido, como sugiere Estanislao Grof(2006), la influencia de los paradigmas no es sólo cognoscitiva, sino normativa, además de definir la naturaleza y la realidad, determina también el campo problemático permisible, los métodos de enfoque aceptables y establece los niveles de soluciones, hasta el punto que ciertos problemas hasta entonces cruciales pueden considerarse desatinados acientíficos y algunos quedar relegados a otra disciplina. La ciencia normal basada en un nuevo paradigma no es sólo incompatible, sino inconmensurable con relación a la práctica regida por el anterior. Un buen ejemplo de la guía/limitación que describen los paradigmas, me parece, la reflexión hecha por Roger Bartra (2001), cuando analizó cómo las ciencias médicas del Renacimiento y los albores de la modernidad intentaban comprender el funcionamiento del cerebro humano: Los médicos de aquella época, dice Bartra, creían firmemente en las teorías humorales hipocráticas y galénicas, y por ello transitaban con Cultura de los Cuidados • 772º. Semestre 2010 • Año XIV - N.° 28facilidad del micro mundo corporal al macrocosmos astronómico, atravesando ágilmente los mundos de la geografía, las costumbres, las estaciones, la alimentación y las edades. Entiendo, como Bartra, que rastrear el pasado nos ayuda a posicionar nuestro presente. Definido el concepto y visto el calado de su expresión, aproximémonos a las bases del paradigma de la ciencia occidental. Desde aquí, se puede entender mejor el modus operandi de nuestra medicina. Dos son las figuras que construyen, con su pensamiento, la plataforma del modelo de la ciencia en nuestro medio, a saber: el filósofo, científico y matemático francés, René Descartes (1596-1650); y el matemático y físico británico, Isaac Newton (1642-1727). El primero aporta al paradigma, el conocido como dualismo cartesiano.
En su obra de 1641, «Meditaciones metafísicas”, presenta la mente y el cuerpo como dos sustancias diferentes, señalando la oposición irreconciliable entre sustancia pensante (inteligencia) y sustancia extensa (materia). Sea suficiente lo que recoge en la sexta meditación, para entender su planteamiento: como un reloj compuesto por ruedas y contrapesos (…) considero el cuerpo del hombre. A partir de aquí se deduce que la parte mecánica (cuerpo),puede ser separada, estudiada y reparada aisladamente realidad este posicionamiento derivado las especulaciones filosóficas expuestas e su trabajo más conocido, «El discurso del Método “de 1637, donde abandonó los enfoques de la escolástica medieval. Desde el cogito, ergo sunt (pienso, ego existo) busca un nuevo método para, a través de la duda, hallar la única verdad cierta. Es entonces cuando plantea la visión mecanicista dela naturaleza, y propone la física y las matemática como medios de conocimiento del mundo material. La escisión mente/cuerpo también supone el origen del reduccionismo en Medicina, que, como e explica Javier Granero (2003), se trata de la tendencia a explicar los fenómenos complejos en términos de componentes más simples .Planteadas por Descartes las nuevas claves para interpretar el universo, Newton, por su parte, describe su funcionamiento mecánico. Defiende la teoría de la gravitación universal, basada en una fuerza que afecta a todos los cuerpos terrestres y espaciales. Además, describe el universo formado por materia sólida, cuyos elementos esenciales -los átomos- son indestructibles e inmutables. En el universo newtoniano las masas se atraen recíprocamente con una fuerza -la gravedad- que varía inversamente al cuadrado de la distancia existente entrenas. Otro aspecto fundamental de su planteamiento es, desde la influencia de la geometría de Euclides, la concepción de un espacio tridimensional el tiempo actúa como un absoluto independiente en relación a la materia. Como apuntaron (Ibíd.), a propósito de este enfoque, la imagen resultante del universo es la de un gigantesco y perfectamente determinista mecanismo de relojería. El movimiento de la naturaleza obedece a leyes eternas e inmutables, y tanto los sucesos como los procesos en el mundo material consisten en cadenas interdependientes de causas y efectos. La brillantez teórica de lo que se ha venido a denominar el paradigma newtoniano-cartesiano, ha hecho que su influjo llegue hasta hoy. Como hemos visto es a través del desarrollo de la física y las matemáticas, cuando se defiende que los fenómenos de la naturaleza están regulados por leyes mecánicas de la física y la química, y no por una inteligencia divina o supra natural. Por ello, este paradigma, también se conoce como modelo mecanicista. Y es que, como apunta David Le Bretón(1995), la inteligibilidad mecanicista convierte a las matemáticas en la clave única de comprensión de la naturaleza (…) el universo que se vive y que se siente tal y como aparece, gracias a las actividades perceptivas, cae en desgracia a favor de un mundo inteligible, puramente conceptual. Del mismo modo que la imaginación, los sentidos son engañosos, no podríamos basar en ellos la menor certeza racional. Las verdades de la naturaleza dejan de ser accesibles a la evidencia sensorial, hay que distanciarlas, purificarlas, someterlas a un cálculo racional. Entonces, la intensa adscripción al paradigma tiene sentido. Sobre todo, por su aplicabilidad a distintos planos de lo cotidiano. Ello es, en buena parte, lo que le ha conferido el marchamo de científico. Y éste, trasciende el campo de la física, ya que se ha hecho extensible a otras disciplinas como la Biología, o la propia Medicina, sin descartar a otras materias que se encuentran fuera de la órbita de las Ciencias Naturales, como la Sociología o la Antropología. En resumidas cuentas, cualquier disciplina que opera fuera del paradigma newtoniano-cartesiano, tiene un alto riesgo+78
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