El Docente En Un Entorno Virtual

El docente en un entorno virtual

Al respecto del rol del docente en los entornos virtuales de aprendizaje, se plantean nuevas competencias y habilidades: debe estar preparado para estimular los espacios comunicativos, facilitar el acceso a los contenidos, generar un diálogo efectivo con los alumnos y entre alumnos, de modo que se vea favorecido el aprendizaje activo y la construcción del conocimiento colaborativo.

Como señala Mariana Maggio, “dar clase a cincuenta alumnos durante dos horas es un trabajo para el que cualquier docente está preparado. Atender a cincuenta alumnos a lo largo de un curso vía electrónica, con todas las amplias posibilidades que las nuevas tecnologías brindan, creando foros, discutiendo en chats, respondiendo on-linelos interrogantes y las dudas es el mayor reto que abre hoy un camino nuevo para el que debemos, sin duda, prepararnos.”

¿Está cualquier docente capacitado para ser docente a distancia?

No, el docente que trabaje a través de un sistema de EAD (Eduación a Distancia) deberá no solo poseer cualidades particulares y diferentes a las del docente tradicional, sino que también necesitará un nivel de conocimiento acerca del funcionamiento y trabajo a través de una PED lo suficientemente alto para orientar a otras personas (alumnos).

En lo que hace a las cualidades particulares el docente de la EAD deberá ser muy paciente para ayudar al alumno a superar la barrera que representa una educación diferente, en la que no existe un aula ni un profesor que en forma permanente expone y explica un tema. Esta paciencia es en principio mayor a la requerida para un docente tradicional, ya que muchas veces el feedback existente entre docente y alumno es lento debido a la atemporalidad de los diálogos didácticos simulados que muchas veces se utilizan. Además de la paciencia, precisará mucha imaginación para crear situaciones de aprendizaje, investigación, evaluación y formulación de propuestas que incentiven al alumno a interactuar y nutrirse de la PED. Es necesario que sepa escuchar, tanto en las dudas que plantea el alumno como así también en aquello que no dice que muchas veces puede esconder problemas de comprensión.

Por otro lado, quizás a un docente tradicional le baste con una tiza y sus conocimientos para dar una clase. Para el docente de EAD esto es imposible, deberá poseer otros conocimientos específicos de la nueva tecnología utilizadas en esta tercera generación de aprendizaje autónomo. Es imperativo que sepa utilizar las PED y orientar a sus alumnos a utilizarlas, a la vez que genera trabajos orientados a promover la participación de estos.

El docente de EAD realizará la función de organización y creación de un contexto educativo que sirva de andamiaje (Bruner 1994) para que alumno desarrolle todas sus capacidades a través de la EAD.

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