El campo de la antropología

EL CAMPO DE LA ANTROPOLOGÍA

La Antropología es descripta muchas veces como “la más artesanal y a la vez la más ambiciosa de las ciencias humanas”. ¿A qué se debe esto? No existe una respuesta exacta, pero mucho tiene que ver con la relación que existe entre los métodos (el modo de proceder) y los objetivos de esta disciplina.

Desde sus inicios, la práctica antropológica se diferenció de otras ramas de las humanidades similares (sociología, ciencias políticas, historia) por abocarse al

TRABAJO DE CAMPO. Éste consiste en la estadía del investigador entre las poblaciones con las cuales se encuentra trabajando ya sean del pasado o contemporáneas.

Este método, que permite observar la realidad social y a la vez ser partícipe de las diferentes actividades de los grupos humanos, ha establecido el imaginario de un antropólogo social trabajando entre los pueblos “a punto de desaparecer” en zonas de África y la Polinesia o de un arqueólogo viviendo apasionantes aventuras.

Si bien este tipo de estudios se siguen realizando, los antropólogos actuales utilizan el trabajo de campo para conocer realidades más cercanas, como la de los pueblos indígenas de nuestra provincia y los sectores campesinos de la región. Aún más, los antropólogos contemporáneos utilizan el trabajo de campo para documentar, a través de la realización de monografías, aquellos aspectos que pueden ser desapercibidos desde otras ópticas.

Esta herramienta “artesanal”, que permite al antropólogo estar en los lugares donde se producen las acciones de los individuos parece, en un primer momento, contrastar con su objetivo general: el de conocer la CULTURA de los hombres en todos los lugares y en todas las épocas.

Sin embargo, los antropólogos han sabido arreglárselas para establecer relaciones entre los contextos locales y los fenómenos globales (avance del capitalismo, mundialización de la cultura, comunicaciones a larga distancia). Por ello, los antropólogos actuales realizan trabajos de campo entre grupos feministas, minorías étnicas, grupos políticos, campesinos, trabajadores temporales, poblaciones migrantes, etc.

También suele decirse que la Arqueología es la Antropología Social de las poblaciones del pasado, y debe recurrir a otras estrategias en su trabajo de campo como son la prospección y la excavación arqueológica. Este campo de trabado es totalmente inmenso si se tiene en cuenta que nuestra provincia cuenta con un importante pasado prehispánico prácticamente desconocido.

No quedará mucho aún para decir respecto a los modos de vida de los grupos humanos actuales y pasados en nuestro país y en nuestra provincia.

Cualquier análisis de un problema, un proceso o una estructura o cualquier evaluación dirigida a obtener una síntesis o una interpretación efectiva de la realidad, incorpora una serie de reglas de lógica operativa más o menos artesanal que todos utilizamos, consciente o inconscientemente. Hablo de la realidad social, empresarial, organizacional.

No hablo de reglas de inferencia clásica o técnicas “académicas” de investigación operativa, ni tampoco de hacer un catálogo exhaustivo sobre falacias y de cómo evitarlas. Esto trata de reflexionar sobre principios prácticos e inmediatos, usados universalmente o perfilados individualmente en el trabajo de campo.

He aquí la lista resumida de los principios y reglas de lógica artesanal que he ido recopilando con el tiempo en el ámbito del marketing y la comunicación, la gestión empresarial o la antropología. Con el deseo de que os pueda ser útil.

1.- Principio de la simplicidad dicotómica: todo colectivo puede dividirse en dos para poder explicar cualquier propiedad o cualidad, por cualquier criterio y así sucesivamente. El principio de Pareto es un ejemplo y aplicación concreta de este principio general.

2.- Principio de causalidad inversa. Si algo no está claro o la explicación no te convence, dale la vuelta a los considerandos de causa y efecto del argumento y comprueba si explican más. Me sigue sorprendiendo comprobar como la mayoría de los razonamientos causa-efecto intuitiva o generalmente admitida en realidad están al revés.

3.- Regla de la causa fantasma: si realizando un trabajo no sabes la razón de algo, llámale X, déjala aparte y sigue analizando. Si al elaborar las primeras conclusiones la no consideración de la X no ha afectado al análisis y la explicación del proceso, es posible que ese algo sea otra cosa o esa razón no exista; y en el caso que sea o exista, no será muy importante.

4.- Regla de la validez del método. Partir con una idea y querer demostrarla es fácil, lo hace todo el mundo constantemente. Lo difícil, lo valioso, es salir

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