Encíclica

RESUMEN DECRETO “OPTATAM TOTIUS”

Introducción

El santo Concilio, conociendo la importante labor que tienen en la ayuda del oficio apostólico los presbíteros del mundo, redacta un decreto que iniciará los pormenores de la consecutiva formación de lo presbíteros para las distintas Iglesias particulares.

Fomento de las vocaciones y Normas para la formación

Se le invita a cada iglesia particular o rito a que establezca las peculiaridades de la formación sacerdotal, de manera que la formación de presbíteros responda a las necesidades de la región, con previa revisión de la Sede Apostólica.

La terea de fomentar la vocaciones depende de toda la comunidad cristiana; especialmente, las familias, primer seminario; las parroquias, donde los jóvenes interactúan; los educadores de niños y jóvenes; los sacerdotes, mostrando celo apostólico en esta tarea; los obispos, impulsado en su grey en el conocimiento de esta vocación. El santo Concilio recomienda, principalmente, la oración constante, la penitencia cristiana y la profunda y progresiva formación de los fieles.

Organización de seminarios menores y mayores

Se recomienda para los seminarios menores que prepare a sus estudiantes con una formación religiosa especial, con una dirección espiritual conveniente. Es preciso que los estudios se organicen de una manera que puedan ser continuados en otra parte, si deciden otro género de vida.

Los seminarios mayores son se suma importancia, porque toda su educación es orientada a formar a verdaderos pastores de las almas a ejemplo del eterno Pastor, Maestro y Sacerdote. Todos las características de esta formación han de estar orientados a esta labor pastoral, y para conseguirla han de poner gran esfuerzo todos sus responsables, atendiendo con diligencia a su obispo; han de estar en una unión estrechísima de pensamiento y de acción, bajo la guía del rector.

Con respecto al discernimiento de los candidatos al sacerdocio, investíguese con mucho cuidado acerca de la libertad de

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voluntad y la rectitud de intención, la idoneidad espiritual, moral e intelectual, la salud física, la capacidad para cumplir las cargas sacerdotales y para ejercer los deberes pastorales; procédase con firmeza de ánimo. A los que no aprueben los requerimientos ayúdeseles para que se dedique desmedidamente en el apostolado laico.

Formación

La formación de los prospectos ha de estar muy unida la formación espiritual a la doctrina y pastoral de la Iglesia. Edúqueseles a buscar a Cristo en la meditación asidua de las Sagradas Escrituras, en comunión de los sacramentos, especialmente la Eucaristía y el Oficio Divino. Foméntese la vida según el Evangelio

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