Evaluación multifactorial: Utopía deportiva

Evaluación multifactorial: Utopía deportiva

Una de las utopías de los entrenadores, tanto los que estamos en formación, como los que entrenan deportistas de alto rendimiento es la elaboración de Test multifactoriales, que puedan identificar los factores que predicen el rendimiento a largo plazo y que serán aplicados en la etapa de proceso formativo (García, 2010). Esto es lo que busca la selección de talentos: tener la capacidad de predecir si un individuo en pleno periodo formativo tiene la capacidad de llegar a ser un experto en alguna disciplina deportiva y alcanzar una condición deportiva, debido a características como las capacidades físicas y coordinativas, desarrollo, morfo-funcional, aspectos psicológicos y sociales en su contexto.

Este periodo formativo  es comprendido por varios factores como el desarrollo morfo-funcional, el cual en hombres es a partir de los 14 hasta los 20 años y en mujeres de los 12 a los 17 años, porque en este periodo se presentan diferentes cambios fisiológicos de maduración corporal y maduración sexual los cuales se empiezan generan la mayor elevación en la curva de crecimiento. En mujeres, el proceso de maduración sexual se adelanta entre 1 y 2 años a diferencia de los hombres (Cruz, 2008), haciendo que inicie más rápido el desarrollo, tomando como referencia el significado desarrollo que propone Santrock (2007) “crecimiento y desarrollo como patrón de cambios somáticos y funcionales que se producen en el ser humano desde la concepción a lo largo de la vida.”

Un factor que se suma es el aspecto psicológico del individuo, que es uno de los principios multidisciplinares del entrenamiento (Collazo, 2005) y a pesar de eso es poco valorado o casi ignorado por los Test que se han realizado para a la detección de talentos hasta la actualidad.

En la revisión sobre la detección y selección de talentos en balonmano de García, Cañadas y Parejo (2010) encontramos que existen ciertas disposiciones corporales y fisiológicas presentes en los individuos que son ser un factor determinante para que este sujeto sea un talento o no, tal es el caso del estudio realizado por Tillar y Ettema (2004) donde encontraron que existe una relación entre la fuerza isométrica máxima y la velocidad en gesto técnico del lanzamiento por encima del hombro. Además, estas disponibilidades corporales y fisiológicas se pueden aplicar a diferentes contextos, como lo es la posición del jugador en el equipo; en un estudio realizado por Srhoj, Marinovic y Rogulj (2002) se determinaron las características morfológicas de los deportistas en la categoría senior, esta investigación contempló las posiciones: primera línea, extremos, pivotes y porteros, se encontró que los porteros y los jugadores de segunda línea son de tipo esquelético longitudinal y un cuerpo mesomorfo, mientras que los pivotes son menos longitudinales pero más voluminosos.

García (2010) concluye que la selección de talentos en el balonmano se aborda desde una lupa tradicionalista, porque su didáctica de evaluación, centra el proceso de formación en las características antropométricas y deja de lado elementos como el contexto en el que vive el sujeto, la psicología individual y la táctica.

Dicho esto, entramos a analizar la investigación adelantada por Ramos (2010) Donde la población de estudio fueron 193 futbolistas de Millonarios y América entre los 14 y los 19 años, sus objetivos fueron describir y comparar las características morfo-funcionales y motoras de los jóvenes futbolistas como criterio  de selección deportiva entre los dos equipos. Se concluyó que los jugadores de América tuvieron un mejor desempeño en la mayoría de los componentes morfo-funcionales y motoras.

...