Farmacos
Enviado por alexismm1995 • 1 de Septiembre de 2014 • Tesis • 5.073 Palabras (21 Páginas) • 240 Visitas
La farmacocinética
Es el estudio de las acciones de una sustancia activa contenida en un medicamento sobre el organismo una vez se ha ingerido o administrado. La farmacocinética se puede designar también con el signo ADME: absorción, distribución, metabolismo y excreción. Una de las especialidades de la farmacocinética es la Toxico cinética, su objetivo es estudiar los efectos de las sustancias químicas en el organismo, permite determinar la forma galénica de un medicamento o, incluso su, posología.
ABSORCIÓN DE LOS FÁRMACOS
La absorción es el paso de las moléculas de un fármaco a la sangre, todos los fármacos, excepto los que se administran por vía tópica con el fin de producir efectos locales, deben entrar en la circulación para así poder llegar al lugar de acción y ejercer su efecto terapéutico. Existen numerosos factores que influyen en la absorción de un fármaco como, por ejemplo, la vía de administración, el sitio de absorción, la solubilidad, la superficie de absorción, la concentración, el flujo sanguíneo y las posibles alteraciones en el área de absorción. En cuanto a las distintas vías de administración, cada una de ellas influye de forma diferente en la absorción del fármaco. Así, por ejemplo, la vía respiratoria permite una absorción rápida, ya que los fármacos inhalados son absorbidos rápidamente a través de la red capilar pulmonar pudiendo producir efectos inmediatos, mientras que los fármacos administrados por vía oral presentan una velocidad de absorción lenta, puesto que deben atravesar el tracto gastrointestinal. La absorción de los medicamentos administrados por vía parenteral varía, a su vez, en función del tipo de administración. Así, en la vía subcutánea o en la intramuscular la absorción depende fundamentalmente de la vascularización de los tejidos; la vascularización en los músculos es mayor que en el tejido subcutáneo, por lo tanto, un fármaco administrado por vía intramuscular se absorberá con más rapidez que si se administra por vía subcutánea, aunque en algunos casos se elige esta última para producir un efecto más prolongado en el tiempo al ser la absorción más lenta.
VÍA ORAL
Es la vía de administración más frecuente y consiste en introducir el preparado farmacológico en la boca para ser deglutido. Es una vía de fácil administración, cómoda y, generalmente, más económica en comparación con los preparados para administración por otras vías. Tiene como inconvenientes que algunos fármacos pueden tener sabor desagradable o producir irritación gástrica, y que no se puede utilizar en pacientes con dificultad para deglutir, en pacientes que presentan vómitos y en enfermos inconscientes, la absorción por esta vía se ve modificada por numerosos factores como la motilidad, la inactivación de algunos fármacos por los jugos digestivos o en el medio ácido del estómago, el flujo sanguíneo, la solubilidad (para que el fármaco atraviese las membranas lipídicas de las células debe ser liposoluble), el tipo de preparado farmacológico (las soluciones y suspensiones en estado líquido se absorben con mayor rapidez que los comprimidos o las cápsulas) y factores químicos como el pH. Los fármacos se ingieren con alimentos, la superficie de contacto es menor y, por tanto, también será menor la velocidad de absorción. Cuando el estómago contiene alimentos, el contenido se vacía lentamente al duodeno, retardando así la absorción del fármaco, además, algunos componentes de los alimentos se pueden unir a determinados fármacos formando complejos que no pueden atravesar la mucosa gastrointestinal disminuyendo la absorción y, por tanto, reduciendo la eficacia del medicamento.
VÍA SUBLINGUAL
Consiste en depositar el fármaco debajo de la lengua, zona de gran vascularización superficial, por lo que se absorbe a través de los vasos sanguíneos del lecho de la lengua hacia la vena lingual y maxilar interna, y de esta pasa a la yugular.
La vía sublingual tiene la ventaja de ser rápida y de fácil administración; además, en comparación con la vía oral, se evita el efecto de “primer paso” por el hígado y la posible destrucción por los jugos digestivos.
Esta vía sólo se utiliza en circunstancias especiales y con un número reducido de fármacos, ya que son pocos los que se absorben fácilmente debido a que el fármaco debe ser muy liposoluble. Además, el preparado puede tener sabor desagradable o producir irritación de la mucosa bucal, las consideraciones para la preparación y administración de estos medicamentos son semejantes a las que hay que tener en cuenta en otras vías. Los fármacos administrados por vía oral o sublingual se deben distribuir en recipientes desechables rotulados con el nombre del paciente, número de habitación y cama y nombre del medicamento. Una vez identificado el paciente, se le dará el fármaco y se permanecerá con él hasta que lo haya ingerido. Puede ser necesario proporcionar al paciente algún líquido para deglutir el medicamento si se administra por vía oral, si la vía de administración es la sublingual, es preciso recordar al paciente que no tiene que deglutir el fármaco.
VÍA RECTAL
Consiste en la administración del medicamento en el recto la absorción se produce a través de las venas hemorroidales superiores, medias e inferiores, se emplea como alternativa a la vía oral en pacientes con vómitos, inconscientes o en niños que rechazan la medicación oral. Los fármacos administrados por esta vía sufren una absorción irregular e incompleta por la retención y mezcla del fármaco con las materias fecales, que impiden el contacto con la mucosa rectal, además, puede ser una vía incómoda para algunas personas, ya que existe la posibilidad de irritación local y no se puede utilizar en casos de fisuras anales, hemorroides o diarrea.
Para la administración, el paciente debe colocarse en posición de en decúbito lateral, siendo muy importante salvaguardar la intimidad del paciente, con una mano usaremos guantes se coge el supositorio, con una gasa, y se introduce hasta superar el esfínter anal, en el caso de enemas y pomadas, los recipientes de ambos disponen de una cánula que se introduce en el recto y se aplican presionando el envase.
Esta vía se puede utilizar también para obtener un efecto local como, por ejemplo, cuando se administran supositorios de glicerina con el fin de facilitar la defecación.
VÍA SUBCUTÁNEA
Las cantidades de medicamento, como cualquier otra administración por vía parenteral, la piel se rompe por la inserción de la aguja, existiendo riesgo de infección y puede producir dolor. Esta vía se utiliza para fármacos como la insulina por la facilidad de autoadministración.
Zonas de punción subcutánea:
Cara anterior
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