Función ejecutiva e inteligencia fluida después de lesiones de lóbulo frontales

Función ejecutiva e inteligencia fluida después de lesiones de lóbulo frontales

1. María Roca1,2, 
2. Alice Parr3, 
3. Russell Thompson3, 
4. Alexandra Woolgar3,
5. Teresa Torralva1,2, 
6. Nagui Antoun4, 
7. Facundo Manes1,2 
8. John Duncan3

+Author Affiliations

1. 1 Instituto de Neurología Cognoscitiva (INECO), Buenos Aires, Argentina

1. 2 Instituto de Neurosciences, Favaloro Universidad, Buenos Aires, Argentina

1. 3 Cognición MRC y Unidad de Ciencias Cerebral, 15 Camino Chaucer, Cambridge CB2 7EF, el Reino Unido

1. 4 Departamento de Radiología, el Hospital de Addenbrooke, Camino de Colinas, Cambridge, el Reino Unido

1. Correspondencia: John Duncan, MRC Cognición y Unidad de Ciencias Cerebral, 15 Camino Chaucer, Cambridge CB2 7EF, el Correo electrónico británico: john.duncan {en} mrc-cbu.cam.ac.uk

• Recibido El 27 de enero de 2009.
• Revisión recibida El 24 de agosto de 2009.
• Aceptado El 2 de septiembre de 2009.

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Resumen(Sumario)

Muchas pruebas de los específicos ' los déficits de espectáculo de las funciones ejecutivas después de lesiones de lóbulo frontales. Estos déficits aparecen sobre un fondo de inteligencia reducida fluida, mejor moderada con las pruebas de solución de problema nueva. Para una gama de pruebas específicas ejecutivas, preguntamos como déficits lejos frontales pueden ser explicados por una pérdida de inteligencia general fluida. Para unos pruebas extensamente usadas, p.ej. la Clasificación de Tarjeta del Wisconsin, encontramos que la inteligencia fluida completamente explica déficits frontales. Cuando los pacientes y mandos son emparejados sobre la inteligencia fluida, ningunos remotos restos de déficit frontales. Para estas tareas también, los déficits son sin relaciones a la posición(ubicación) de lesión dentro del lóbulo frontal. Un segundo grupo de tareas, incluyendo las pruebas de ambos cognoscitivo (p.ej. El hotel, Proverbios) y social (la Metedura de pata) la función, muestra un modelo diferente. Los déficits totalmente no son explicados por la inteligencia fluida y los datos sugieren la asociación con lesiones en la corteza derecha anterior frontal. La comprensión de déficits de lóbulo frontales puede ser clarificada por separando la inteligencia reducida fluida, importante en el más o todas las tareas, de otros daños más específicos y sus regiones asociadas de daño.

Palabras claves

• función ejecutiva

• inteligencia fluida

• lóbulo frontal

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Introducción

El hecho que la corteza prefrontal juega un papel clave en habilidades más altas cognoscitivas y en el logro de comportamiento eficaz bien es apoyado por pruebas de estudios de neuroimaging y la lesión. Aunque hayan propuesto a muchas teorías, los mecanismos por los cuales la corteza prefrontal logra sus objetivos permanecen desconocido. Comúnmente, la corteza prefrontal, como se supone, apoya ' las funciones ejecutivas, ampliamente concebidas como los procesos que organizan y controlan la función cognoscitiva. Procesos propuestos ejecutivos incluyen funciones como la planificación, la supervisión, la estimulación, la conmutación y la inhibición (Stuss, 2007). Durante los 100 años pasados muchas pruebas clínicas y experimentales han sido usadas medir estos funciones propuestas ejecutivas. Comúnmente, funciones diferentes han sido supuestas para ser asociado con subregiones diferentes dentro de la corteza prefrontal (Stuss et al., 2002). Sin embargo, pruebas en cuanto a la separabilidad de funciones ejecutivas son dobles disociaciones a menudo incoherentes, y fuertes son la excepción más bien que la regla.

Como un ejemplo, la Tarjeta del Wisconsin que Clasifica Prueba (Subvención y Berg, 1948) es una de las pruebas el más extensamente usadas ejecutivas, el pensamiento para evaluar la solución de problema, la planificación estratégica, el empleo de regeneración ambiental para cambiar el juego, y la inhibición de responder impulsivo. Incluso aunque el funcionamiento pobre sobre esta prueba haya sido asociado expresamente con lesiones dorsolateral (Milner, 1963; Rezai et al., 1993), pruebas de una especificidad clara a esta región son escasas y la Tarjeta del Wisconsin que Clasifica déficits De prueba ha sido encontrada después de lesiones superiores intermedias y orbitofrontal (Stuss et al., 1983,2000), así como después de daño no frontal (Anderson et al., 1991; Horner et al., 1996). Además, estudios de neuroimaging funcionales han mostrado la activación extendida de regiones frontales y no frontales cerebrales durante la Tarjeta del Wisconsin que Clasifica la Prueba (Barceló y Santome-Calleja, 2000). Dentro de los lóbulos frontales, cingulate lateral, anterior y activaciones ventral han sido descritos (Buchsbaum et al., 2005).

Un segundo ejemplo es una gama de tareas solía medir los aspectos emocionales o evaluativos de toma de decisiones, a menudo se vinculaba a la corteza ventromedial prefrontal. Iowa que Juega la Tarea, por ejemplo, requiere la toma de decisiones basada en una historia de recompensas positivas y negativas, y ha mostrado algunas pruebas para el déficit selectivo después de lesiones ventromedial (Bechara et al., 2000). Los daños también pueden seguir lesiones dorsolateral, sin embargo, sugiriendo que tanto ventral como los aspectos dorsales de la corteza prefrontal actúe recíprocamente en el funcionamiento de esta tarea (Melenas et al., 2002). Preguntas similares conciernen la capacidad de hacer inferencias sobre pensamientos de otros y sentimientos, la teoría comúnmente llamada de mente. Basado en neuroimaging y conclusiones de lesión, varios autores han propuesto un papel crítico del lóbulo anteromedial frontal en esta capacidad 'mentalizing' (Gallagher y Frith,2003; Frith y Frith 2006), pero otra vez, algunos estudios muestran resultados contradictorios (el Pájaro et al., 2004).

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