GESTIONANDO LA VOLATILIDAD DEL PRECIO DE LOS ALIMENTOS

GESTIONANDO LA VOLATILIDAD DEL PRECIO DE LOS ALIMENTOS:

Opciones de política para apoyar dietas saludables y La nutrición en el contexto de la incertidumbre

Introducción

En la mayoría de los contextos, los precios de los alimentos están determinados por factores de mercado. Fluctúan por temporada y año, respondiendo a las interacciones oferta-demanda. Los precios de los alimentos básicos – el arroz, el maíz, el trigo – a menudo se ven influidos en mayor o menor grado por la intervención gubernamental, ya que se ha demostrado que son importantes en términos políticos. Sin embargo, la variabilidad de los precios de los alimentos es una característica de la mayoría de los sistemas alimentarios; la variabilidad refleja la capacidad de respuesta de los productores y del mercado a la demanda de los consumidores y las condiciones subyacentes de la oferta. así que un cierto grado de variabilidad de precios dentro de normas limitadas es típico de los mercados abiertos. Por otra parte, no es deseable una volatilidad excesiva de los precios.

La volatilidad se mide por la medida en que los precios suben o caen fuera de los rangos esperados, y la rapidez con que lo hacen. A mediados del decenio de 2000, los precios mundiales de los alimentos comenzaron a aumentar tras décadas de lenta disminución. En 2007/8, los precios del arroz, el trigo, el maíz y las habas de soja aumentaron rápidamente hasta niveles muy superiores a lo previsto. Si bien estos precios se moderaron en 2009, volvieron a subir en 2011/12. Sin embargo, a principios de 2016, el índice mundial de precios de los alimentos se redujo a 150 (donde los años 2002-2004 representan el nivel de referencia de 100), que era un 30% inferior al de finales de 2012. "es probable que persistan y continúen desafiando la capacidad de los consumidores, productores y gobiernos para hacer frente a las consecuencias".

Por lo tanto, la volatilidad de los precios se ha convertido en una gran preocupación para los gobiernos, ya que intentan garantizar el acceso de los consumidores a dietas saludables. El efecto combinado de unos precios más elevados que los normales está vinculado a una mayor incertidumbre con respecto a los niveles de precios futuros que afecta al comportamiento de los consumidores, así como a las decisiones de producción. Los alimentos ricos en nutrientes suelen ser más costosos en relación con los granos básicos, las raíces y los tubérculos como fuentes de calorías y, por lo tanto, son los primeros en reducirse de los presupuestos cuando los precios suben.6 Como resultado, los aumentos rápidos e inesperados de los precios de los alimentos "tienen un mayor efecto en el consumo de alimentos en los países de bajos ingresos y en los hogares más pobres dentro de los países".

VOLATILIDAD DE LOS PRECIOS DE LOS ALIMENTOS Y LOS POBRES

En los últimos 20 años, ha habido tres períodos de fuerte aumento de los precios mundiales de los alimentos; de 1996 a 1999, de 2007/08 y de 2010/11. Los niveles de precios y la volatilidad año-a-año han persistido desde 2008. El índice mundial de precios de los alimentos calculado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) incluye cinco cestas’de productos básicos; cereales, aceites vegetales, productos lácteos, carne y azúcar. Como se ilustra en el gráfico 1, el índice se situó en 91 en 2000, alcanzó su punto máximo en 230 en 2011 y desde entonces ha disminuido a 164 en 2015, casi el doble del nivel sólo 15 años antes. (que era 100 en el año 2000) llegó a 250 durante 2015, un aumento del 150

Si bien los precios internacionales de los alimentos no siempre se transmiten a los consumidores de los países de bajos ingresos, un análisis reciente de los precios nacionales de los alimentos en los países de bajos ingresos determinó que los precios de los alimentos básicos eran más elevados en 2013 que a principios de 2007, reflejando el patrón del gráfico 1.10 en los países de bajos ingresos, los alimentos representan, en promedio, una proporción proporcionalmente mayor de los gastos de los hogares (en algunos casos, absorben hasta el 75% del gasto total de los hogares). Los hogares de bajos ingresos, por lo tanto, tienen poca flexibilidad en las pautas de gasto y, ante el aumento de los precios de los alimentos, se ven obligados en general a tomar decisiones dietéticas que amenazan su bienestar nutricional y su salud.

Además, los precios de los alimentos se han vuelto más volátiles en los últimos años. La Junta de Comercio de Chicago ha informado de "volatilidad excesiva de los precios globales", es decir, aquellos períodos en los que muchos precios observados superan un umbral pre-establecido basado en la variación estacional normal. En 2014, hubo 125 días de volatilidad excesiva en los precios del maíz, en comparación con 50 días en 2002. En los mercados de trigo blando, se informó de 75 días de volatilidad excesiva en 2014, en comparación con 35 en 2002.11

a FAO rastrea la volatilidad de los precios del mercado nacional en términos de la desviación típica de las variaciones mensuales de los precios reales del año anterior. Datos recientes muestran que la volatilidad de los precios casi se duplicó entre finales de 2013 y finales de 2015 para el maíz en Tanzanía y Uganda, el sorgo en el Sudán, el frijol en El Salvador y el trigo en Ucrania.

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Los precios internos de los cereales en África en general se han vuelto “más volátil que en Asia y América Latina ". 13 Nuevamente, son los pobres que se ven fuertemente afectados por la volatilidad de los precios. Tienen poco capacidad para acumular reservas de alimentos y puede ser forzado a El mercado para comprar comida justo cuando los precios están en alza.

Las proyecciones sugieren que las condiciones actuales caracterizadas por Es probable que los precios de los productos básicos agrícolas sean más altos y más volátiles. Para continuar durante la próxima década. Un informe de 2015 sobre la alimentación mundial.

Seguridad de la Oficina de Inteligencia Nacional de los Estados Unidos Argumenta que las condiciones macroeconómicas combinadas con el cambio Es probable que los efectos climáticos sigan produciendo alzas de precios hasta 2025 junto con un “aumento en el riesgo de volatilidad de los precios” .14

La evidencia de numerosas encuestas de hogares muestra que Los precios de los alimentos en alza y más volátiles son particularmente graves, Impactos negativos en las compras de alimentos y estado nutricional. de los consumidores de bajos ingresos. Frente a precios más altos por un alimento básico. productos como el arroz o el maíz, los hogares pobres en general  Asignar el poder adquisitivo disponible para proteger su consumo. de estos alimentos. Por ejemplo, los hogares rurales en Indonesia fueron Gravemente afectado por la crisis financiera y alimentaria combinada. que vivió el país en la segunda mitad de los años noventa. Redujeron su consumo de arroz (y por tanto el consumo de calorías). pero también recortar drásticamente en alimentos ricos en nutrientes. Consumo de Verduras de hoja verde oscuro cayeron un 30% entre julio y diciembre. 1998 y la ingesta de huevos disminuyó un 2,5% mensual durante ese mismo período. período.15 Todas estas elecciones de los consumidores tuvieron impactos negativos en la calidad de sus dietas y nutrición.13, 7, 16 Reducción de la ingesta de Los alimentos ricos en nutrientes también resultaron en un aumento en la prevalencia de la anemia por deficiencia de hierro entre los niños: del 52% en 1996 a 68% en 1998.11

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