Hiperlipoproteinemia Tipo III
volivosm15 de Abril de 2015
542 Palabras (3 Páginas)293 Visitas
La disbetalipoproteinemia fue inicialmente descrita en 1952 con el nombre de xantoma tuberoso por la llamativa presenciade lesiones xantomatosas en los tendones extensores de la mano y de xantomas planos palmares (5). En 1967, dentro de la clasificación fenotípica de las dislipemias realizada por Fredrickson, se categorizó a esta variedad como hiperlipemia tipo III (6), al presentar un patrón electroforético característico (banda ancha entre beta y prebetalipoproteínas).
La Hiperlipoproteinemia tipo III es un trastorno del metabolismo lipídico de origen genético. Las elevadas concentraciones plasmáticas de colesterol y triglicéridos se deben a la presencia de un aumento de lipoproteínas remanentes que proceden de los quilomicrones de origen intestinal y del catabolismo periférico de las VLDL de origen hepático. Debido al patrón electroforético típico de estas partículas, se le ha dado el sobrenombre de «enfermedad de la beta ancha» y más frecuentemente de «disbetalipoproteinemia».
Las partículas remanentes adquieren una mayor proporción de apo E en su superficie gracias a la
apo E secretada por los hepatocitos y son captadas e internalizadas por estas células por cuatro mecanismos diferentes (fig. 6) que son: el receptor rLDL, el receptor LRP (proteína relacionada
con el rLDL),porlos heparánsulfato proteoglicanos (HSPG) a través de un mecanismo lento, y por la interacción de forma conjunta de los remanentes con el complejo LRP-HSPG. En todos estos mecanismos, la apo E sirve como ligando, por lo que variaciones en el gen de la apo E que afecten a la proteína pueden afectar tanto a la unión de las partículas remanentes a los receptores como a su interacción con los HSPG
.
Resumiendo Esta forma, conocida también bajo nombre de la Disbetalipoproteinemia Familiar, se debe al nivel elevado de quilomicronas e IDL (remanentes de VLDL). La causa más común en este caso es la ausencia de ApoE E2/E2 genotipo (la mutación en la Apolipoproteína tipo E que sirve de ligado entre quilomicrones y IDL receptores en el hígado).
Los lípidos (o grasas) son sustancias esenciales para las células vivas y organismos. Cuando el cuerpo presenta una necesidad de lípidos que no se resuelve mediante la ingesta (ej, durante el ayuno), el organismo puede generar los suyos propios. Los triglicéridos y el colesterol se producen en el hígado, son empaquetados en unas lipoproteínas llamadas VLDLs y descargados al torrente sanguíneo. Las VLDL liberan los lípidos en su destino correcto con la ayuda de las proteínas que contienen: las apolipoproteínas. Las VLDLs liberan su contenido de triglicéridos a las células (ej. tejido adiposo o músculo) a través de la interacción de la apolipoproteína C2 con la lipoproteína lipasa (una enzima que destruye los triglicéridos circulantes, ver hiperlipoproteinemia tipo I). Las lipoproteínas se convierten entonces en partículas más pequeñas llamadas remanentes, que pueden ser reconocidas y tomadas por las células a través de la interacción entre la apolipoproteína E (apo-E) y los receptores celulares (sistema de llave-cerradura). Las lipoproteinas liberan su contenido de colesterol a la célula. Cuando la apo-E es defectuosa, los remanentes no consiguen entrar dentro de las células. Por ello, se acumulan en el plasma y en las paredes arteriales, favoreciendo el desarrollo de la aterosclerosis y consecuentemente, la enfermedad cardiovascular (infarto de miocardio, apoplejía) a partir de la edad de 40 años. Es más frecuente en hombres que en mujeres
...