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Humus De Lombriz


Enviado por   •  21 de Noviembre de 2013  •  2.794 Palabras (12 Páginas)  •  372 Visitas

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HUMUS DE LOMBRIZ Y SU APLICACIÓN

La palabra HUMUS se remonta a varios cientos de años antes de Cristo. Se le designa su uso a la civilización Griega, y su significado etimológico en griego antiguo es, "CIMIENTO".

Para ellos, HUMUS era el material de coloración oscura, que resultaba de la descomposición de los tejidos vegetales y animales que se encontraban en contacto con el suelo, al mismo que le atribuían gran importancia desde el punto de vista de la fertilidad (Theophrastus 372-287 A.C.).

En los últimos 50 años, los avances obtenidos en técnicas de análisis químicos y microbiológicos han permitido conocer algo más sobre estos compuestos y su formación.

Hoy día, para aquellos que trabajan en este campo, es sabido que el HUMUS se compone principalmente por Carbono, Oxígeno e Hidrógeno y en menor proporción de elementos minerales. Por otra parte, es sabido que estos elementos varían en cantidad dentro del material húmico, dependiendo de las características químicas de los substratos que le dieron origen.

Debido al hecho de que estas sustancias no presentan una composición química cuantitativa estable, muestran una estructura espacial "Amorfa"; se conoce que son compuestos de pesos moleculares que van desde 3.000 a 500.000 UA y que en su periferia se encuentran grupos químicos reactivos de carácter acídico (OH y COOH) los cuales hacen posible que estas sustancias (HUMUS), puedan absorber en su superficie agua y elementos nutritivos que pueden ser utilizados por las plantas.

Esta acción de imán del HUMUS, hace posible que los suelos que lo contienen presenten una mejor estructura, debido a que el HUMUS actúa como cemento de unión entre las partículas del suelo, dando origen a estructuras granulares, que permiten un mejor desarrollo radicular, mejorando el intercambio gaseoso, activando a los microorganismos del suelo, aumentando la oxidación de la materia orgánica y por ende la entrega de nutrientes en formas químicas en que las plantan los pueden asimilar, estimulando de esta manera el crecimiento vegetal.

Por otra parte, el HUMUS incrementa la capacidad de retención de humedad en el suelo, lo que favorece la normal fisiología de las plantas que en este material crecen y se desarrollan.

El HUMUS presenta un efecto homeostático (tampón), ya que modera los cambios de acidez y neutraliza los compuestos orgánicos tóxicos que llegan a el por contaminación. De esta forma, un suelo que posee un nivel adecuado de materia orgánica humificada, se encuentra con mayores defensas frente a invasiones bacterianas y fúngicas tóxicas para las plantas.

De lo anteriormente expuesto, podemos visualizar que existe un cambio radical de las características cualitativas entre el material orgánico entregado al sistema y el producto final humificado. Ahora es importante conocer algunas características básicas de este proceso de humificación.

Primeramente diremos que los responsables de este cambio son los microorganismos que viven en el suelo, llamados por algunos autores "Motor Edáfico" los cuales comienzan el proceso descompo¬niendo la materia orgánica original en unidades básicas, biodegra-dando así la lignina (ligninolisis), celulosa (celulo¬sis), almidón (almidolisis), proteínas (proteolisis y amonifica¬ción) a consecuencia de este mecanismo de desintegración, se liberan como productos finales y en condiciones normales de aireación, anhídrido carbónico (CO2), agua (H20), nitrógeno en forma amoniacal y nítrica más residuos de naturaleza salina (cenizas). A este proceso se denomina por simplificación "mineralización". Paralelamente a la mineralización de la materia orgánica realizada por microorganismos ocurre la síntesis de sustancias húmicas que consiste en la policondensación de fragmentos hacia complejos coloides amorfos.

Como es de suponer todos los factores que restrinjan la actividad de los microorganismos telúricos del suelo, deprimen en forma indirecta la velocidad de formación del HUMUS. Así, se puede observar que en zonas húmedas y frías, la tasa humificadora es baja y la materia orgánica que entra en contacto con el suelo tiende a acumularse superficialmente mientras que bajo climas templados húmedos, existe una mayor actividad humificadora que en el caso anterior. Pero en condiciones del clima tropical, se presenta una gran actividad biológica que se traduce en una mayor velocidad de humificación de la materia orgánica en contacto con el suelo, que en las situaciones anteriores.

De lo expuesto, se concluye que el proceso de humificación se encuentra sujeto a la actividad microbiótica, y está, a las condiciones ambientales y características cualitativas y cuantitativas de los aportes orgánicos. Por ende, no existe una tasa humificadora constante para todas las situaciones edafocli¬máticas.

De acuerdo a lo anterior se puede visualizar claramente, que el proceso de humificación que ocurre en un material orgánico, nos aumenta radicalmente la eficiencia de utilización de este recurso, que consideramos en la mayoría de los casos basura.

Hasta ahora no se ha mencionado cual es la relación existente entre Lombricultura y Humus, por lo cual comenzaremos diciendo que la lombriz Eisenia foetida presenta la capacidad de humificar en un período de horas, el material orgánico ingerido, tiempo que demora su proceso digestivo.

Este proceso se inicia con la fragmentación y mineralización enzimática del material consumido, con lo cual se obtiene fragmentos de moléculas orgánicas complejas, nitrógeno y minerales. Esta primera etapa comienza en la actividad bucal y termina en la molleja.

A continuación el material orgánico degradado pasa por la fracción intestinal donde es colonizado por una alta carga microbiana simbiótica la cual forma a partir de estos materiales, complejos amorfos coloidales que son expulsados como deyecciones que reciben el nombre de HUMUS de lombriz.

De acuerdo a lo anterior, Eisenia puede ser considerada como una cámara humificadora de ambiente controlado, ya que permite a los microorganismos que viven en su interior trabajar en condiciones óptimas, aislados del efecto exógeno aumentando su productividad, la cual es medida en términos de humificación del material deyectado.

Por otra parte, se conoce que las poblaciones de lombrices existentes en un suelo utilizado con fines agrícolas, varían fuertemente dependiendo de los cultivos y las prácticas de manejo que en él se llevan a cabo.

A modo ilustrativo se puede señalar que en suelos bajo cultivo se han medido densidades de 18 a 220 lombrices por metro cuadrado, las cuales presentan una productividad relativa de 18 toneladas de deyecciones por hectárea al año, distribuidas en todo el perfil del suelo.

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