IMPORTANCIA DE LA MATEMÁTICA EN EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CIENTíFICO Y TECNOLóGICO
Enviado por zeroazc • 17 de Julio de 2014 • 2.338 Palabras (10 Páginas) • 404 Visitas
IMPORTANCIA DE LA MATEMÁTICA EN EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO CIENTíFICO Y TECNOLóGICO
INTRODUCCIÓN
En el Perú, alumnos y profesores de instituciones educativas públicas están siendo presionados cada vez más por el gobierno y los organismos supranacionales (particularmente, Banco Mundial) para entender y aceptar la importancia cada vez más creciente de ciertas áreas del conocimiento que, según las nuevas teorías del desarrollo humano y crecimiento económico, operan como fundamento del denominado mecanismo impulsor y sostenedor del crecimiento y desarrollo moderno, a saber: la competitividad. La estrategia, perfilada por las recurrentes capacitaciones masivas a profesores y la mayor asignación de tiempo en la programación curricular de las instituciones educativas a las denominadas áreas prioritarias, muchas de las veces carece del debido apoyo de profesores, estudiantes y padres de familia, o tal vez –especulando– resulta teñida de un escepticismo fundamentado por las continuas frustraciones de las políticas educativas. Entre las áreas del conocimiento declaradas prioritarias desde hace un poco más de dos lustros en el Perú, y con mayor tiempo en otras latitudes, merece destacar a la Matemática. Sin embargo, la importancia que debiera tener ésta resulta a la fecha incomprensible –y muchas veces desdeñada– por propios y extraños a la educación.
¿Es posible, ante el evidente fracaso académico del típico estudiante peruano, –documentado por los resultados en las pruebas de rendimiento nacional e internacionalm, PISA 2001 plus y PISA 2009, por ejemplo–, mejorar radicalmente su nivel académico en el área de Matemática y por tanto sentar las bases definitivas del pensamiento científico y tecnológico en el país? La respuesta es sí, y para ello debemos seguir impulsando sin cesar políticas de Estado, como lo vienen haciendo el Consejo Nacional de Educación y otros organismos de la sociedad civil en la dirección y prioridades establecidas, acompañadas por supuesto de otras medidas, igualmente radicales por su accionar en el tejido social. Entonces, las medidas que proponemos, sin duda nuevas en el país, pero longevas, en lo concerniente a su aplicabilidad entre naciones ubicadas a ultramar y con eficacia demostrada, las presentamos como temas y son las siguientes: i) Ethos de la sociedad moderna; ii) acerca del futuro: ¿orden o desorden?; y, iii) «hacer matemática o educación matemática»
A continuación desarrollamos cada uno de los temas.
Ethos DE LA SOCIEDAD MODERNA
La sociedad moderna, es decir, la que hace gala en el presente de un Estado que ubica en primer lugar de las prioridades a personas discapacitadas, de roles y funciones casi similares entre hombres y mujeres al momento de ocupar un puesto de trabajo, de esperanza de vida casi rayando las ocho décadas, de respeto al peatón por parte del conductor de automóvil cuando cruza la calle, de servicios públicos subsidiados –incluido el educativo– que operan la mayoría de las veces con eficiencia y eficacia, en fin, de poblaciones que registran en las estadísticas oficiales de los organismos internacionales elevada calidad de vida, necesita para su desarrollo de personas que hagan evidente ciertas conductas, es decir: un ethos particular.
Alain Peyrefitte, por suerte, ha registrado en sus trabajos de investigación el tipo de conducta de la persona que habita en la sociedad moderna o desarrollada. En su opinión (Peyrefitte, 1997, p. 45):
El comportamiento de desarrollo es aquel en que prevalecen la libre exploración de las posibilidades, la búsqueda de la innovación y la competencia de talentos. Se le opone el comportamiento de resistencia al cambio.
Proponemos que se denomine ethos de confianza competitiva a esta disposición del hombre de esquivar el control genético propio de la especie y reemplazarlo por la motivación autodeterminada a participar personalmente en un proyecto destinado a modificar el entorno.
Por tanto, la modernidad exige de las ya conocidas formas de proceder de la persona ante los problemas, una en particular que razonando en función de un riesgo medido, potencie la innovación y la competencia, ambos fundamentos al mismo tiempo del éxito económico de sus habitantes, que amplificado en un concepto mayor, les permita ocupar los primeros lugares en el ranking del Desarrollo Humano.
En cambio, una sociedad premoderna presenta las siguientes características: carencia de movilidad social; hostilidad a toda idea nueva o innovadora; población fragmentada según ideas e información, intolerante a todo atisbo de intelectualidad; descuido en la instrucción de las clases sociales más pobres; feudalismo político; modalidades de producción definidas por la costumbre; generación de riqueza amparada en función del poder político; higiene calamitosa; fecundidad irresponsable; población desprotegida ante la hambruna y eventos es pasmódicos de naturaleza sociopolítica (Peyrefitte, 1997, pp. 23-24).
A continuación, los datos relativos a la incidencia de la desnutrición de un conjunto de países clasificados como Muy alto, Alto y Bajo desarrollo humano. Los datos están referidos a dos períodos de tiempo: 1990-1992 y 2004-2006.
Perú, ubicado en el grupo del desarrollo humano alto, ha mejorado en el tiempo la incidencia de la desnutrición. Pero, respecto del grupo, sigue siendo alta (13%). Así, el país revela un rasgo del perfil del No desarrollo. Sin duda, una sociedad de las características antes mencionada, es decir premoderna, no tendría por qué calificar como fundamental a la Matemática en su proyecto curricular. Por ello, cualquier actividad económica, en este tipo particular de sociedad, giraría entorno a temas muy elementales de la aritmética. La complejidad de las ciencias, por ende, no se afirmaría en este tipo de realidad.
ACERCA DEL FUTURO: ¿ORDEN O DESORDEN DE LOS RECURSOS?
Ahora bien, la conducta de la persona que habita en la llamada sociedad moderna necesita ser potenciada en un particular horizonte temporal. ¿Cuál? Stephen Hawking, reconocido científico y permanente estudioso de la astronomía, describe de manera magistral la noción de tiempo desde tres perspectivas empleando la palabra flecha como recurso didáctico para hacernos comprender la profundidad de su punto de vista y la complejidad del tema, y de paso nos permite con su raciocinio vislumbrar una respuesta inteligente a la cuestión formulada. Hawking, (1989:91-192) afirma lo siguiente:
(...) argumentaré que la flecha psicológica está determinada por la flecha termodinámica, y que ambas flechas apuntan siempre necesariamente en la misma dirección.
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