INEQUIDADES SANITARIAS EN LOS CONTEXTOS URBANOS Y EL CONTRASTE DE UN MEDIO RURAL
Enviado por zurdo23 • 27 de Septiembre de 2015 • Biografía • 2.538 Palabras (11 Páginas) • 169 Visitas
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE GUERRERO[pic 1][pic 2]
UNIDAD DE CIENCIAS DE DESARROLLO REGIONAL
LICENCIATURA EN DESARROLLO REGIONAL
MATERIA: SALUD Y MEDIO AMBIENTE.
ENSAYO:
INEQUIDADES SANITARIAS EN LOS CONTEXTOS URBANOS Y EL CONTRASTE DE UN MEDIO RURAL
MAESTRO: DR. CIRO ANDRACA SANCHEZ.
ALUMNO: SAÚL OLIVA ROSENDO.
Un Mundo urbano
Las inequidades sanitarias en los contextos urbanos, se publica en un punto de inflexión en la historia de la humanidad. Por primera vez en la historia, la mayoría de la población mundial vive en ciudades, y esta proporción sigue creciendo. Para poner esto en cifras, en 1990, de cada 10 personas, menos de 4 vivían en zonas urbanas. En 2010, más de la mitad vive en ciudades, y para 2050 esta proporción aumentará a 7 de cada 10 personas. El número de residentes urbanos está aumentando en cerca de 60 millones por año. Esta transición demográfica de los medios rurales a los urbanos, o urbanización, tiene consecuencias de gran alcance. La urbanización se ha asociado con los cambios globales en la economía; en los que se ha pasado de las actividades basadas en la agricultura a las actividades a gran escala en los ámbitos de la industria, la tecnología y los servicios. La alta densidad urbana ha reducido los costos de transacción, haciendo al mismo tiempo más viable económicamente el gasto público en infraestructura y servicios. Asimismo, ha facilitado la generación y difusión del conocimiento, todo lo cual ha impulsado el crecimiento económico. La globalización de la economía y la consiguiente propagación de la industria y la tecnología hacia todos los rincones del mundo aceleró el ritmo de la urbanización. Por ejemplo, mientras que Londres tardó unos 130 años en crecer de uno hasta ocho millones de personas, Bangkok tardó 45 años, y Seúl sólo 25 años. A nivel mundial, el crecimiento urbano estaba en su apogeo durante la década de 1950, con un crecimiento demográfico superior al 3% anual. A medida que el mundo se vuelve más urbano, las personas continuarán viviendo en ciudades de todos los tamaños, con un modelo de distribución por tamaños de las ciudades similar al que se manifiesta hoy en día. En la actualidad, alrededor de la mitad de toda la población urbana vive en ciudades de entre 100 000 y 500 000 habitantes, mientras que menos del 10% de los residentes urbanos vive en mega ciudades (definidas por ONU Hábitat como las que cuentan con una población de más de 10 millones de habitantes. El crecimiento de la población urbana en los próximos 30 años se producirá principalmente en las ciudades de los países en desarrollo. Se prevé que ciudades como Phnom Penh, Camboya; Tijuana, México; Marrakech, Marruecos; y Lagos, Nigeria, crezcan a una tasa anual de alrededor del 4%, duplicando su población en los próximos 17 años. En general, los habitantes de las urbes tienen hoy en día más oportunidades y posibilidades de elección que sus antepasados. En comparación con sus contrapartes rurales, los residentes urbanos tienen oportunidades únicas de aumentar sus ingresos, beneficiarse de una vivienda de buena calidad y gozar de una buena calidad de vida, así como la posibilidad de acceder a servicios como la educación y la atención de salud. No es sorprendente entonces que, en promedio, los residentes urbanos estén en mejor situación que los residentes rurales. Por lo general tienen un mayor acceso a los servicios sociales y de salud, con tasas de alfabetización más elevadas y una esperanza de vida más larga. (B. Cohen).
Es bien sabido que la mitad de la humanidad vive en zonas urbanas - y la proporción va en aumento. Las ciudades, con su concentración de cultura, infraestructuras e instituciones vienen impulsando desde hace mucho tiempo el progreso de la civilización y han sido focos de oportunidad y prosperidad. Tanto para los ricos como para los pobres, en los países desarrollados y en desarrollo, las ciudades ofrecen a quienes habitan en ellas oportunidades únicas para aumentar los ingresos, movilizar la acción política, y beneficiarse de la educación, así como de los servicios sanitarios y sociales. Estos aspectos positivos de la vida en la ciudad siguen induciendo a la gente a trasladarse a las zonas urbanas y asentarse en ellas. Aunque la vida urbana sigue ofreciendo muchas oportunidades, estas ventajas pueden tener una distribución muy desigual en cuanto al desarrollo. Más allá de los mercados bulliciosos, los rascacielos y las luces de la gran ciudad, en la actualidad, ciudades de todo el mundo albergan ciudades ocultas, que esconden las verdaderas condiciones de vida de muchos residentes urbanos. Algunos habitantes de la ciudad sufren de manera desproporcionada de mala salud y esas inequidades se corresponden a las diferencias en sus condiciones sociales y de vida. Ninguna ciudad es inmune a este problema.
La lista de posibles peligros urbanos y riesgos asociados para la salud es larga: infravivienda y condiciones de hacinamiento, problemas relacionados con la inocuidad de los alimentos y el agua, saneamiento, servicios de evacuación de residuos sólidos inadecuados, contaminación atmosférica y congestión del tráfico,
Por nombrar algunos. Muchas ciudades se enfrentan a una triple amenaza: las enfermedades infecciosas prosperan cuando las personas viven aglomeradas en condiciones miserables. Las enfermedades crónicas no transmisibles van en aumento con la globalización de los estilos de vida poco saludables, que la vida urbana facilita - consumo de tabaco, dieta malsana, inactividad física y consumo nocivo de alcohol. La salud urbana se ve también afectada por los accidentes, las lesiones, los accidentes de tráfico, la violencia y la delincuencia. (M. CHAN) en cuanto las zonas rurales se puede decir que el estilo de vida es mas saludable, ya sea por el consumo de alimentos y nutrientes naturales, así como el aire natural que se respirar; aquí no existe la contaminación por automóviles, la escases de agua, alimentos, delincuencia, Aglomeraciones de las casas, o los grandes bullicios de las fabricas, estos factores en cualquier medio social determina la viabilidad futura o desincentiva el desarrollo de las misma. Por otra parte existen las enfermedades que han resultado en los siguientes 10 años, consecuencias de la falta de infraestructura y servicios públicos, (hospitales, redes hidráulicas, recolección de basura, drenaje) sin embargo a las enfermedades no transmisibles han sido radicadas debido a sus conocimientos ancestrales, el uso de la biomedicinas asido determinante e importante para contrarrestar los efectos que ocasionan las enfermedades en la salud. En este sentido, el contraste que existe en el desarrollo de las zonas urbanas y las zonas rurales nos permite comparar y analizar las diferentes condiciones de vida, de acuerdo con René Hubo, señala que “el ser humano entre mas cerca esté de la naturaleza, más feliz es, de lo contrario entre más lejos se encuentre mas infeliz es”. Mientras que relacionan a una zona urbana como un modelo a seguir por su impacto socio económico, los pueblo o localidades sustentan su economía en la producción agrícola esto basta para satisfacer sus necesidades con su producción a un cuando muchos servicios no tienen disponibles, mientras que las zonas urbanas de manera contradictorias muchas familias luchan por la subsistencia dentro de las mismas. Mientras tanto Los gobiernos locales como los nacionales en sus políticas planean superar los retos que plantea la urbanización, sin embargo el rápido crecimiento demográfico han sobrepasado las capacidades municipales para construir las infraestructuras básicas que hacen segura y saludable la vida en las ciudades. La urbanización, en el mundo en desarrollo y desarrollado, ha ido acompañada de una concentración de pobreza, que se está convirtiendo en un aspecto grave, generalizado, y escasamente conocido de la vida urbana. Casi mil millones de personas - un tercio de la población urbana - viven en asentamientos urbanos precarios y barrios de chabolas. Para los pobres urbanos, las ventajas de la vida en la ciudad son insuficientes o inexistentes. Por ejemplo, el hecho de que la atención sanitaria esté disponible y accesible no garantiza la asequibilidad de los servicios de salud y la posibilidad de utilizarlos. Desafortunadamente, algunos habitantes de la ciudad sufren desigualdades, y son objeto de distintas formas de exclusión y marginalización. En la actualidad, se calcula que mil millones de personas viven en asentamientos informales y precarios. Sin embargo, en la mayoría de los países que se están urbanizando rápidamente, las políticas de salud siguen dominadas por soluciones centradas en las enfermedades, que ignoran el entorno social y físico. En consecuencia, los problemas de salud persisten, las inequidades sanitarias han aumentado, y los resultados de las intervenciones de salud dejan mucho que desear. Sin embargo, la urbanización puede ayudar de muchas maneras a hacer más eficaces las políticas y prácticas de salud. No obstante hay pocas pruebas de que las políticas públicas se apoyen en esas oportunidades y vengan determinadas por las mismas, como lo demuestran los modos imperantes de urbanización caótica y mal planificada. Esta urbanización de la pobreza y la exclusión social aumenta las inequidades sanitarias y las vulnerabilidades.
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