Informe final de farmacia
Enviado por Manuel Angel Estupiñan Santillan • 27 de Marzo de 2016 • Informe • 3.545 Palabras (15 Páginas) • 749 Visitas
- INTRODUCCIÓN
El departamento o servicio de Farmacia es una unidad de apoyo clínico y terapéutico que tiene como objetivo contribuir al uso racional del medicamento, desarrollando una atención farmacéutica eficiente, eficaz, segura y óptima; brindada a través de un conjunto de servicios farmacéuticos en el hospital.1
En la Farmacia Asistencial, se desarrollan los servicios farmacéuticos que incluyen un conjunto de funciones y actividades planificadas, organizadas, dirigidas, supervisadas y realizadas por el profesional Químico Farmacéutico, con el objetivo de buscar, prevenir y resolver problemas relacionados con los medicamentos, para tratar de alcanzar los resultados de salud esperados, y mantener o mejorar la calidad de vida del paciente, a través del uso eficiente y seguro de medicamentos y otros recursos farmacéuticos. Entre estos servicios tenemos a la dosis unitaria de medicamentos realizados en las diferentes áreas del servicio de hospitalización, dispensación de medicamentos a pacientes ambulatorios, hospitalizados y en cirugía en sala de operaciones, preparados oficinales y magistrales, mezclas oncológicas y nutriciones de uso parenteral total o parcial.1,2
La Nutrición Parenteral es la asistencia nutricional intensiva que hace posible la administración de macro nutrientes (glucosa, aminoácidos y lípidos), micronutrientes (electrolitos, vitaminas y oligoelementos) y medicamentos, a los pacientes incapaces de asimilar la nutrición por vía digestiva, para que puedan cubrir sus requerimientos dietéticos de forma individual.2
Existe dos tipos de Nutrición Parenteral, cuando proporciona tan solo un complemento al aporte realizado por vía enteral se le conoce como Nutrición Parenteral Parcial (NPP). Así como también se tiene la Nutrición Parenteral Total (NPT) que constituye una forma de tratamiento intravenoso que permite reponer o mantener el estado nutricional. Consiste en la administración simultánea de un substrato calórico, glucosa y lípidos, y un substrato proteico, aminoácidos cristalinos, a lo cual se añaden electrolitos, vitaminas y elementos traza. Algunos órganos como el cerebro, la medula ósea y los eritrocitos, son consumidores obligados de glucosa y no pueden utilizar otro carburante metabólico, lo cual implica la necesidad de suministrar una cantidad mínima de glucosa en todo régimen de NPT.3,4
Esta terapia llegó a ser aplicable a partir de 1968 cuando Dudrick y sus colaboradores demostraron que la administración de todos los nutrientes a nivel de vena cava superior era factible. A partir de este espectacular hallazgo de la medicina moderna, su uso se generalizo y fue el punto de partida para múltiples investigaciones en el campo del metabolismo.5
El objetivo fundamental de la nutrición parenteral es aportar los substratos necesarios para evitar que se desarrolle la desnutrición, o al menos atenuar en lo posible la misma, y mantener las reservas proteicas muscular y visceral, para mantener la función inmunitaria y general del paciente. Así mismo debemos añadir lo siguiente: corregir estados previos de desnutrición, evitar la disminución de masa magra, intentar modular la respuesta catabólica y la depresión inmunitaria, aportando distintos substratos, o en diferentes concentraciones, intentar atender las necesidades específicas a los órganos más afectados o que han entrado en insuficiencia, utilizando distintos substratos y prevenir la translocación bacteriana a partir del intestino, causa de gran parte de los fallecimientos de estos pacientes.6,7
La finalidad es intentar mantener la estructura de la pared intestinal para evitar el paso de bacterias al torrente circulatorio, así como de preservar sus funciones inmunitarias.
La Sociedad Americana de Nutrición Parenteral y Enteral (ASPEN), aconseja el uso del soporte nutricional por vía parenteral en 4 situaciones: Indicaciones exclusivas y/o prioritarias. Dificultad o incapacidad para utilizar el tracto digestivo como en cirugías mayores (gastrectomía total, esofagectomía, duodenopancretectomia, colectomía total por colitis ulcerosa o por enteritis radiogena, cistectomía), cirugía media (resección de colon). Complicaciones en el postoperatorio (íleo paralitico, dehiscencia de sutura, peritonitis, fistulas digestivas. Indicaciones necesarias para el reposo del tubo digestivo en: Pancreatitis aguda, enfermedad inflamatoria intestinal (colitis ulcerosa, fistulas enterocutaneas en la enfermedad de Crohn, megacolon toxico). Intolerancia o no mejoría clínica con la nutrición enteral y coadyuvante de la quimioterapia y radioterapia.5,6,7
Existen además situaciones clínicas en las cuales la Nutrición Parenteral no debe utilizarse: pacientes con una función del tubo digestivo normal, capaz de consumir los nutrientes requeridos diariamente, ya sea por vía oral o enteral; pacientes con una disfunción limitada del intestino, en quienes la duración prevista de nutrición parenteral sea menor de 5 días.7
En situaciones se pueden presentar como complemento y/o alternativa para el momento en que se normalice el funcionamiento del aparato digestivo. Los pacientes que ingresan en UCI en los que se sospecha que no podrán iniciar dieta oral en 3 días tras su admisión, se deberá iniciar nutrición enteral (NE) temprana (en la primeras 24 – 48 horas), y en caso de que esta no pueda realizarse (obstrucción intestinal, síndrome compartimental abdominal, etc.) se iniciará Nutrición Parenteral Total (NPT). También está indicada en pacientes tras 2 días de administración de NE que no es suficiente para satisfacer energéticas.8
La evidencia actual sugiere que el inicio precoz de la NP, cuando está indicada, es beneficioso, sobretodo en el paciente gravemente enfermo. Esto es así porque resulta más sencillo preservar la masa proteica de un paciente injuriado, antes de que esta disminuya, que repleccionaria cuando esta ya ha sido consumida por el hipercatabolismo. Hay que tener consideración que inicio precoz significa poco tiempo después de lograr estabilidad clínica y hemodinámica.8,9,10
En el Peru, la implementación de las Unidades de Nutrición Artificial ( UNA) se inicia en la década de los años 80 y de manera paulatina se ha seguido implementando y desarrollando dicha Unidad y sus actividades en los diferentes hospitales del sistema de salud del país ( MINSA, ESSALUD, etc), tomando como modelo en la mayoría de los casos el español. Sin embargo es con la R.M.N° 1753 – 2002 – SA/DM. del 10 de noviembre del 2002 – donde se aprobó la Directiva del Sistema Integrado de Suministro de Medicamentos e Insumos Médico – Quirurgicos – SISMED, que se señala textualmente la implementación de manera gradual de la Unidad de Nutrición Parenteral en los Hospitales del Ministerio de Salud ( MINSA) a nivel nacional según su nivel de complejidad, luego el sistema Essalud seguiría el mismo destino.10,11
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