Intoxicaciones por Mercurio

Intoxicaciones por Mercurio

Introducción

        El Mercurio, denominado Hg, es un metal muy tóxico muy denso y de poca capacidad de compresión, tiene una débil reacción calorífica. Se presenta en forma líquida a temperatura ambiente, es insoluble en agua, es un producto muy irritante en la piel, los ojos y las vías respiratorias.

        Existen tres formas en que se puede encontrar el Mercurio:

• Mercurio Elemental: Es también conocido como Mercurio líquido, este se hace presente en termómetros de vidrio, interruptores eléctricos, bombillas de luz fluorescentes, algunos equipos médicos.
• Sales de Mercurio Inorgánicos, presentes en pilas, laboratorios de química, algunos desinfectantes.
• Mercurio Orgánico, presente en los vapores de la combustión del carbón, en el metilmercurio y etilmercurio principalmente.

Desarrollo

        El mercurio es un metal altamente tóxico, ingresando generalmente a través de las vías respiratorias, en forma digestiva y en forma cutánea.

        Una de las formas más comunes de intoxicación en el campo laboral es a través de la inhalación, llegando rápidamente a la sangre. Al ingresar a nuestro cuerpo a través de la digestión, cuando el mercurio es inorgánico es de baja absorción a diferencia de cuando el mercurio es de origen orgánico, que su absorción en el organismo alcanza niveles por sobre el 95 %. Otra forma de contaminación de nuestro cuerpo es la vía cutánea, por contacto directo, pero no hay estudios que respalden que este medio sea causal de intoxicación en el campo laboral de alta importancia.

        En los sistemas enzimáticos, el mercurio es tóxico porque precipita las proteínas sintetizadas por la célula, principalmente las neuronas, y porque inhibe los grupos sulfidrilo de varias enzimas esenciales. Cuando está definido en iones, altera varios sistemas metabólicos y enzimáticos de la célula y su pared e inhibe la síntesis de proteínas en la mitocondria, afectando su función energética. Afecta también, a nivel enzimático, al riñón, en el encéfalo las neuronas son las partes más sensibles. En resumen, el mercurio produce daños a nivel celular, en cualquier parte donde existe mayor concentración.

        Por lo general, el mercurio elemental es inofensivo si se toca o se ingiere, por su condición densa y resbaladiza, se desprende rápidamente de la piel y al ser ingerido, sale también rápidamente del estómago, intestino, sin ser absorbido. Caso contrario es que si este mercurio elemental se mezcla con el aire en forma de gotas pequeñas que se inhalan y llegan a los pulmones, ya que si es en grandes cantidades generan síntomas agudos inmediatamente. Si en el transcurso de un tiempo moderado se inhalan pequeñas cantidades, esto puede generan daños permanentes crónicos como dificultades respiratorias, encías inflamadas y ensangrentadas. Estos daños a nivel pulmonar pueden llevar incluso a la muerte.

        En el caso del mercurio inorgánico este es tóxico cuando se ingiere, dependiendo de la cantidad puede producir vómitos o deposiciones fecales con sangre. En el caso que este mercurio llegase al torrente sanguíneo, puede producir daño renal permanente, produciendo sangramiento profuso e insuficiencia renal que posteriormente lleva a la muerte de la persona.

        Con respecto al mercurio orgánico, se tiene que puede producir graves enfermedades si se inhala, ingiere o tiene contacto en forma prolongada en la piel. Pero estos daños se presentan con el paso de los años, no inmediatamente, pero se da una dinámica contraria si se expone a grandes cantidades puede generar daños de forma inmediata. Estas exposiciones prolongadas en el tiempo producen además lesiones en el sistema nervioso, como por ejemplo el dolor en algunas partes del cuerpo,  estremecimiento o temblor permanente del cuerpo, incapacidad para caminar, ceguera, problemas de memoria, convulsiones o muerte en el caso que la exposición sea de gran magnitud. Además, en mujeres embarazadas, esta exposición en grandes cantidades también genera daño cerebral en el bebé.

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