LA IMPORTANCIA DE LOS BOSQUES

UNA APROXIMACIÓNO A LA IMPORTANCIA ECONÓMICA Y ECOLÓGICA DE LOS BOSQUES

INTRODUCCIÓN

Desde los tiempos precolombinos, la naturaleza y los productos de ella, han jugado un papel muy importante para las diversas culturas que en América se encontraban. Para dichas sociedades, la cuestión de lo natural no representaba lo mismo que para las sociedades occidentales. Para los primeros eran representaciones de su cosmogonía*, mientras que para los segundos no eran mas que objetos utilizables en su beneficio, es decir, materia prima que servía para la realización de ciertas actividades que les permitían mantener comodidad y, en gran escala y de gran importancia, conservar activa la economía.

En la segunda mitad del siglo XIX, en México, se hicieron irrefutables los daños que se habían ocasionado a las extensiones de bosques que ya de por sí habían sido sobreexplotados durante la época colonial.

La entrada de capitales extranjeros luego de la independencia de la Nueva España, explotaron desmedidamente los minerales. Por otra parte la ganadería también ocasionó una modificación en el paisaje ocasionado deforetación e incluso erosión de los suelos. “A finales del siglo XIX, las plantaciones de caña de azúcar, café, cacao, tabaco, hule y henequén modificaron el paisaje y los ecosistemas naturales, particularmente, cuando el ferrocarril y el telégrafo diezmaron los bosques templados, y las selvas fueron objeto de explotación de sus maderas preciosas”1.

OBJETIVO

El texto tiene como objetivo hacer un proceso de reflexión sobre la importancia de la preservación de los bosques y el doble papel que juegan, es decir, por una parte son recursos netamente explotables con fines económicos y en otro sentido como estabilizadores de los sistemas naturales. Por último, señalar algunas de las políticas que fueron implementadas para ello en México durante el siglo XIX (ley forestal de Benito Juárez, las propuestas de Manuel Payno e Ignacio Ramírez).

PRESENTACIÓN

Para lograr el objetivo planteado, este texto está dividido en 3 puntos:

1. La importancia que los bosques han tenido en el desarrollo del ser humano.

Este punto, aunque es muy general, es importante para observar cómo es que el hombre dependía completamente de la naturaleza puesto que no existían ningún tipo de procedimiento que le permitiera subsistir que no fuese la recolección y el refugio de las inclemencias del tiempo.

Para este apartado se utilizará el texto de Gabriel Hinojosa, La utilidad de los bosques.

2. El doble papel de los bosques.

En este apartado abordaremos esa doble utilización de los bosques. Por una parte son utilizados por sus maderas preciosas, y por otro son un aliado de la agricultura puesto que evita la erosión de los suelos y fijan minerales en la tierra, ayudando así al enriquecimiento de los suelos. La importancia de esto es recalcar que estas dos actividades son fundamentales para la economía de México.

Para este apartado se utilizará el texto de Tom Gill, La crisis de la tierra.

3. Los planteamiento de una política de protección para la conservación de los bosques.

En este apartado encontraremos algunos de los planteamientos que, personajes como Ignacio Ramírez, propusieron para un cambio en la legislación y así conseguir que el Estado, en este caso el mexicano, tomara en cuenta el grave problema del desmonte de los bosques.

LOS BOSQUES

El papel que juegan los bosques dentro del desarrollo de la humanidad ha sido de gran importancia. No sólo de ellos se extrae madera para la reproducción para las actividades del hombre, también cumplen con otras funciones que parecen ser dejadas de lado.

Según Gabriel Hinojosa, los bosques proporcionaron las condiciones naturales para la aparición del hombre en la tierra:

“El origen de los bosques asciende más allá de los últimos cataclismos de nuestro planeta (...) Estos primeros vegetales, además de preparar el terreno para que pudieran vivir las plantas y animales que hoy existes, desempeñaban también otro papel no menos importante, (...) la purificación de la atmósfera, cargada sobre manera entonces de ácido carbónico y otros gases impropios para la vida humana. Grandes árboles y plantas herbáceas poblaban los mares, los continentes y los lagos, los cuales continuaban purificando la pesada atmósfera que rodeaba la tierra (...) De esta manera los bosques prepararon la morada del hombre que los habitó y encontró en ellos asegurada su subsistencia”.2

Desde lo que se puede llamar “el inicio de la humanidad”, la naturaleza ha sido fundamental para la reproducción de la vida del hombre. De ella se sirvió, en un inicio, para satisfacer sus necesidades inmediatas tanto de alimentación, como de protección de las inclemencias del clima.

En un primer momento el hombre era recolector. Debido a que sus agrupamientos no eran extensos, el impacto ecológico no era significativo. En el texto de R. Guha y M. Gadgil, se dice lo siguiente al respecto:

“Las sociedades recolectoras, con sus bajas densidades de población, sus bajas demandas de recursos per cápita, sus ciclos de materiales confinados en escalas espaciales limitadas, y una serie de prácticas que fomentan la utilización sostenible de los recursos, tiene, necesariamente, un nivel bajo de impacto sobre el ambiente”. 3

Con el paso del tiempo, y el desarrollo de las primeras herramientas, el hombre logró conocer y apropiarse de la naturaleza, la cual había sido, por mucho tiempo, desconocida para él. Poco a poco, y con un gran paso del tiempo, logró aprovecharla a tal grado que ya no tomaba sólo lo que la naturaleza ofrecía y comenzó a transformarla en su beneficio y con ello a modificar y alterar el paisaje. Esto vendría ya con la agricultura y posteriormente con el desarrollo de métodos cada vez más eficaces para la reproducción de las condiciones materiales necesarias para la vida sedentaria y ya organizada en pequeñas aldeas.

Esta condición fue cambiando en tanto fue reconfigurándose y complejizándose cada vez más la organización social. Así pues, la naturaleza dejó de ser la protectora del hombre para convertirse en un objeto que permitiría la subsistencia del mismo, pero a través de diversos procedimientos. De cierta forma, comenzó a atentarse en contra de la naturaleza en pro del desarrollo de los grupos humanos. Grandes extensiones de terrenos pertenecientes a los bosques fueron utilizados para la agricultura y el pastoreo, ocasionando así graves daños en los suelos.

Regresando al tema de los

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