La Educación como Formación Integral del Hombre

La Educación como Formación Integral del Hombre

Por: Noé Héctor Esquivel E.

En Torno al Pensamiento de

Antonio Caso

Indice

Introducción

1. Datos de Reseña

2. Ideas en Torno a la Educación

3. Filosofía y Educación

4. Educación y Enseñanza

5. Educación Positivista

6. Tarea Educativa de la Universidad

Conclusión

Bibliografía

La Educación Como Formación Integral del Hombre en Torno al Pensamiento de Antonio Caso

«Una cátedra es un coloquio entre maestros y discípulos. Su esencia es el diálogo, la dialéctica. La academia platónica es el modelo de las cátedras universitarias.

Peripatéticamente discurría Aristóteles con sus alumnos sobre temas de ciencia y filosofía».

(A. Caso)

Introducción

Un recorrido a través de algunas obras de Antonio Caso nos ha permitido conjuntar diversos aspectos relacionados con los conceptos: filosofía - educación - humanismo como elementos indispensables en la formación integral del hombre. Es por ello que cada uno de los incisos aquí tratados tiene como propósito exponer las nociones sobresalientes y adecuadas para lograr tal fin o, en su defecto, presentar su posición crítica en contra de lo que obstaculiza tal finalidad.

El interés que me motivó a realizar este ensayo sobre "La educación como formación integral del hombre en el pensamiento de Antonio Caso" se debe a la gran labor que realizó el Maestro, en las aulas universitarias durante un período considerable de su vida. Samuel Ramos dice que en la historia intelectual de México durante el presente siglo es Antonio Caso una figura representativa por haber consagrado su vida a la labor docente universitaria y especificamente a la enseñanza de la filosofía «arrastrado por auténtica vocación» humanista. Lo que me lleva a pensar que esta tarea educativa humanista es parte sustantiva de la misión de la Universidad. Claro está que el concepto de educación, al que aquí me refiero, trasciende los ámbitos de la enseñanza y pretende alcanzar los límites de la persona humana, es decir, se dirige a la formación integral del hombre. En este sentido, me auno al sentir del Maestro Caso que asigna tan noble ideal al quehacer filosófico, en cuanto reflexión filosófica y no en cuanto a la impartición como asignatura filosófica. Es la filosofía que se propone investigar el ser del hombre y su destino (el sentido de su vida), sus valores y sus metas, su quehacer temporal que imprime huella, perdura y trasciende; esta filosofía que no consiste en el aprendizaje de un sistema ni en el cultivo sólo de la inteligencia (intelecto), sino la filosofía que le permite al hombre develar el sentido profundo de la vida y la verdad. Y, en esta dirección la enseñanza misma de la filosofía debe tener claro que «se enseña filosofía para educar».

La relación entre filosofía y educación se remonta a los origenes del pensamiento griego donde se enlazaban estrechamente episteme, paideia y filosofía. Así el concepto de educación está connotado esencialmente por la movilidad. La comunidad humana conserva los elementos que considera deben permanecer como constitutivos de la vida social y trasmite aquellos que juzga deben promoverse socialmente.

Entendido así este concepto de educación se extiende al ámbito de la formación tanto individual como social. Por eso la importancia de la educación para el pueblo griego dependía de la posición del individuo en la sociedad. La palabra alemana Bildung (formación - conformación) intuitivamente designa el sentido griego de la esencia de la educación. En base a este sentido originario podemos decir que es hacia allá donde debería orientarse hoy la filosofía - educación como tarea propia de la universidad. Además, la filosofía, entendida como diálogo, asegura que el hombre se forme y transforme. De este modo la construcción del ser humano se lleva a cabo mediante la ética, el humanismo y la paideia que se vinculan íntimamente con lo que se entiende por filosofía. Es, por ello, esencial a la filosofía disponer a la actitud dialógica que se concreta en la búsqueda desinteresada de la verdad, de lo contrario el proyecto de la formación del hombre se verá truncado.

La filosofía debe dirigirse a la totalidad del laboratorio de la experiencia sin limitarla al estado de lo biológico. Ha de ser respetuosa de lo real y fiel servidora de la verdad, que es su fin. Y en este sentido todo conocimiento científico debe orientarse hacia el rastreo y conservación de la verdad. Y si la virtud propia del investigador ha de ser la modestia (humildad) frente a la verdad, ésta se convierte también en requisito indispensable de la actitud filosófica.

El Dr. José Gaos dice que fue Antonio Caso quien con su vocación propia de maestro se dedicó a la cátedra y a la formación de los intelectuales mexicanos que lo reconocen como tal. Su alto ideal de la vida lo lleva a concebir al hombre como agente de la acción desinteresada y del heroismo: «ser es luchar, vivir es vencer». "En suma, la tabla de valores de la humanidad es ésta: mientras más se sacrifica y más difícilmente se efectúa el sacrificio de la vida meramente animal a fines desinteresados, hasta llegar -desde la contemplación estética y las simples buenas acciones- a la acción heróica, se es más noble"

Así la vida para Antonio Caso alcanza el valor de la donación.

Abordar, por tanto, el tema de la educación, en Antonio Caso, es incursionar en la temática nuclear de su pensamiento: educar es formar integralmente al hombre.

Pero, ¿quién es Antonio Caso?

1. Datos de Reseña

Antonio Caso nace en la Ciudad de México en el año de 1883 y muere ahí mismo en 1946. Realizó sus estudios en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, de las que posteriormente será catedrático; fundador y catedrático también de la Escuela de Altos Estudios, antecedente de la actual Facultad de Filosofía de la UNAM, en la que también ejerció su vocación docente. Formó parte del grupo creador del Ateneo de la Juventud que se caracterizó por la innovación del ambiente intelectual del país.

La historia de las ideas registra dos aspectos importantes de su contribución en la tarea educativa del país: primera, la lucha contra el positivismo y, segunda, su polémica con los enemigos de la libertad de cátedra y de la autonomía universitaria.

En varios momentos de su vida ocupó cargos importantes dentro de la vida universitaria

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