La Inteligencia Emocional
Enviado por esthersotos • 24 de Mayo de 2014 • 3.898 Palabras (16 Páginas) • 232 Visitas
• Una primera parte que englobaría la parte primera (el celebro emocional) donde se realiza una prospección de los resultados de las hallazgos referidos a la estructura emocional del celebro donde se nos muestra que, el hombre siendo el animal racional por excelencia puede dejarse llevar por los impulsos emocionales más irracionales. Con esta primera parte donde en primera instancia se realiza un estudio de casos reales que pueden ser sorprendentes (el caso de los Crabtree), se nos lleva a la conclusión primera de que estos impulsos emocionales pueden ser controlados y cuál es el camino más efectivo, y lo que es aun más importante lo que es la posibilidad de modelar los hábitos emocionales.
• La segunda parte claramente diferenciada sigue una línea lógica donde encargan la adaptación de datos neurológicos en lo que denominamos inteligencia emocional que amplía el modelo y se otorga a las emociones un papel central en las aptitudes principales y las diferencias originales que fomentan, por tanto, aunque la genética pueda determinar nuestro temperamento, el ritmo de las emociones es tan manejable que no se podría predecir nuestro destino partiendo de nuestro carácter o lo que es lo mismo este no determina nuestro futuro. Esta parte estaría formada por los capítulos del libro II al IV.
• Una tercera parte formada por él capitulo V que podría resumirse en el concepto aprender a ser, aprender a aprender. De qué modo el no saber encauzar la inteligencia emocional, aunque más que encauzar seria controlar las deficiencias emocionales pueden acarrear un incremento de las posibilidades de lo que podríamos llamar peligros. Estos van desde el abuso de las drogas, la depresión, violencia... esta parte expresamente documentada se convierte en una de las principales a veces nexo de unión o ampliación de conceptos anteriores.
• La cuarta parte muestra que las lecciones emocionales que aprendemos en la niñez modelan los circuitos emocionales tornándonos más aptos en el manejo de los principios que rigen la inteligencia emocional. Reconocer un sentimiento en el mismo momento que aparece es la piedra angular de la inteligencia emocional.
• La quinta parte muestra las consecuencias que trae el no saber encauzar la inteligencia emocional, aumentando los peligros como las drogas, la depresión, la violencia... Y también trata sobre los esfuerzos realizados para enseñar a los niños las habilidades emocionales y sociales para mantener encarriladas sus vidas.
3. CONTENIDO
Pienso que antes de nada debemos de tener claro que hay que entender por emoción, debemos concebirlas dentro del marco de las familias o dimensiones, y considerar las principales familias (la ira, el odio, la tristeza, alegría, amor...) como cosas especialmente relevantes de los infinitos matices de nuestra vida emocional, cada una de estas familias se agrupan en torno a un núcleo fundamental del cual dimanan todas las otras emociones derribadas de ellas.
Para responder a la presunta ¿Qué es la emoción? Goleman dice que: “cualquier agitación y trastorno de la mente, el sentimiento, la pasión; cualquier estado mental vehemente o excitado”. Pero, esto no es suficiente. Cuando se pretende identificar las emociones, para controlarlas y utilizarlas, hace falta un marco referencial más preciso, por eso se lamenta de que los investigadores continúan discutiendo acerca de que emociones pueden considerarse primarias, incluso si existen realmente esas emociones primarias. Entre las propuestas de algunas familias básicas que cita Goleman estas son las siguientes:
• ira: furia, resentimiento, cólera, indignación, aflicción, irritabilidad, hostilidad, entre otros. La sangre fluye a las manos, y así resulta más fácil tomar un arma o golpear un enemigo; el ritmo cardíaco se eleva, lo mismo que el nivel de adrenalina, lo que garantiza que se podrá cumplir cualquier acción vigorosa.
• Tristeza: melancolía, pesimismo, pena, autocompasión, soledad, abatimiento, desesperación y, en casos patológicos, depresión grave. El descenso de energía tiene como objeto contribuir a adaptarse a una pérdida significativa.
• Temor: ansiedad, nerviosismo, preocupación, consternación, inquietud, cautela, incertidumbre, miedo, terror; en un nivel psicopatológico, fobia y pánico.
• Placer: felicidad, alegría, dicha, diversión, orgullo, gratificación, euforia, extravagancia, éxtasis y, en el extremo, manía.
• Amor: aceptación, simpatía, confianza, amabilidad, devoción, adoración. Se trata del opuesto fisiológico al estado de "lucha o huye" que comparten la ira y el miedo. Las reacciones parasimpáticas generan un estado de calma y satisfacción que facilita la cooperación.
• Sorpresa: conmoción, asombro, desconcierto. : El levantar las cejas permite un mayor alcance visual y mayor iluminación en la retina, lo que ofrece más información ante un suceso inesperado.
• Disgusto: desdén, desprecio, menosprecio, aborrecimiento, aversión, disgusto, repulsión. La expresión facial de disgusto es igual en todo el mundo (el labio superior torcido y la nariz fruncida) y se trataría de un intento primordial por bloquear las fosas nasales para evitar un olor nocivo o escupir un alimento perjudicial.
• Miedo: ansiedad, desasosiego. La sangre va a los músculos esqueléticos, en especial a los de las piernas, para facilitar la huida. El organismo se pone en un estado de alerta general y la atención se fija en la amenaza cercana.
Apoyándose en la más moderna investigación sobre el celebro y la conducta, Daniel Goleman nos explica que la inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como:
-El control de los impulsos. La capacidad de modular y controlar las propias acciones en una forma apropiada a su edad; la sensación de control interno. El buen y el mal humor cuando los elaboramos ayudan a forjar el carácter. El secreto está en saber equilibrarlos, controlar su duración y el impacto que nos producen, pero sin negar esta dualidad. Pocas veces está en nuestras manos decidir en qué momento dejarnos llevar por una u otra emoción, entre otras cosas porque hay personas que terminan sus resúmenes, sus comentarios o sus informaciones dejando siempre un remanente negativo, una apreciación o un gesto desagradable.
-La motivación. Las personas que saben controlar la impulsividad y esperar para obtener su recompensa cumplen con sus objetivos y están conformes con sus logros.
La fuente de la motivación es emocional y se origina en el hipotálamo, que ahora es capaz de hacer síntesis globales del mundo, pero desde el punto de vista emocional.
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