Inteligencia Emocional

Inteligencia emocional como intervención ante el estrés

Actualmente el concepto de inteligencia no está definido en la psicología pero De Zubiría (2006) establece que la inteligencia es una adaptación al medio ambiente generando procesos mentales básicos, llegando a procesos más complejos como el razonamiento, solución de problemas o toma de decisiones, es decir, la inteligencia es la habilidad de enfrentarse al medio ambiente con características heredadas o adquiridas.

Sánchez (2009) menciona que existen dos tipos de inteligencia, la cognoscitiva, que es la que miden los test de inteligencia, es decir, la inteligencia lingüística, la lógico matemática, la espacial, etc. y, inteligencia emocional, que en la actualidad se le ha un mayor valor para alcanzar el éxito personal y profesional, por encima de poseer un alto coeficiente intelectual.

Las publicaciones de Goleman con respecto a la inteligencia emocional han tenido un gran impacto, en su libro publicado en 1998 afirmo que nuestro mundo había ignorado un enorme conjunto de aptitudes y habilidades que son las relaciones con las personas y las emociones. Goleman reconoce la importancia de reconocer la propia vida emocional, regular los propios sentimientos, de comprender las emociones de los demás, de tener la habilidad de trabajar con otros y de sentir empatía hacia ellos.

Sánchez (2009) argumenta que la inteligencia emocional es la capacidad para reconocer los sentimientos propios y los de los demás, y disponer de la habilidad suficiente para manejarlos de manera satisfactoria. También nos menciona varias definiciones de autores prestigiosos como Mayer, Salovey y Caruso (2000) afirman que es la capacidad de percibir y expresar emociones, de asimilarlas en el pensamiento, de comprender, razonar y regularlas en uno mismo y en los demás. Emily Sterret (2002) hace referencia al conjunto de destrezas interpersonales e intrapersonales que permiten triunfar en el puesto de trabajo.

La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía, la agilidad mental. Ellas configuran rasgos de carácter como la autodisciplina, la compasión o el altruismo, que resultan indispensables para buena y creativa adaptación social. (Goleman D. 1995).

Existen dos componentes de la inteligencia emocional, que se encuentran en el concepto de inteligencias múltiples de Gardner; estos dos componentes son:

La inteligencia intrapersonal es el conocimiento de los aspectos internos de una persona, tanto de las emociones y los sentimientos así como la capacidad de diferenciar entre diversas emociones que ayudan a interpretar y dirigir la propia conducta.

Una persona inteligente no solo es aquella que interactúa adecuadamente con su ambiente sino también aquella que interactúa efectivamente consigo mismo.

La inteligencia interpersonal está relacionada con la empatía, pues es la capacidad de sentir los estados de ánimo, las motivaciones, temperamentos e intenciones de las demás personas. Los vendedores, políticos, maestros, médicos y los dirigentes religiosos tienden a ser individuos con un alto grado de inteligencia interpersonal.

Los dos conceptos anteriores se resumen en la siguiente frase:

"la inteligencia interpersonal permite comprender y trabajar con los demás; la inteligencia intrapersonal permite comprender y trabajar con uno mismo" (Gardner, 1995 citado en Peñas, 2008).

Existen diversas habilidades que se desprenden de la inteligencia emocional y que Sánchez (2009) las integra dentro de los componentes de la inteligencia emocional:

La inteligencia intrapersonal. Hace referencia a las características internas y a de autoconocimiento. A este componente pertenecen tres habilidades:

1) Autoconciencia.- Conocer las propias emociones se deriva del principio de Sócrates "conócete a ti mismo" se refiere a esta pieza clave de la inteligencia emocional: tener conciencia de las propias emociones; reconocer un sentimiento en el momento en que ocurre. Una incapacidad en este sentido nos deja a merced de las emociones incontroladas.

2) Control emocional.- Manejar las emociones que se refiere a la habilidad para manejar los propios sentimientos a fin de que se expresen de forma apropiada se fundamenta en la toma de conciencia de las propias emociones. La habilidad para suavizar expresiones de ira, furia o irritabilidad es fundamental en las relaciones interpersonales.

3) Motivarse a sí mismo.- Una emoción tiende a impulsar hacia una acción. Por eso, emoción y motivación están íntimamente interrelacionados. Encaminar las emociones, y la motivación consecuente, hacia el logro de objetivos es esencial para prestar atención, auto motivarse, manejarse y realizar actividades creativas. El autocontrol emocional conlleva a demorar gratificaciones y dominar la impulsividad, lo cual suele estar presente en el logro de muchos objetivos. Las personas que poseen estas habilidades tienden a ser más productivas y efectivas en las actividades que emprenden.

La inteligencia interpersonal, relacionada con las características externas, consta de dos habilidades:

1) Reconocer las emociones de los demás: Un don de gentes fundamental es la empatía, la cual se basa en el conocimiento de las propias emociones. La empatía es la base del altruismo. Las personas empáticas sintonizan

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