La economía y sociedad de la sierra sur de Ecuador

La economía y sociedad de la sierra sur

La economía y sociedad de la sierra sur de Ecuador es un tema que abarca las diferentes etapas que sufrió, en ese entonces, la gobernación Colonial de Cuenca a lo largo del tiempo que se desarrolla el Ecuador como una república. Aquí se destacan  temas como oposiciones al régimen del centralismo garciano, la creación de un proyecto político guiado al progresismo, decadencias y auges económicos, consecuencias de las guerras emancipadoras y los inicios sobresalientes del periodismo y ciertas reformas educativas. Todos estos temas influyeron en la historia ecuatoriana, a pesar del descuido que sufrió el sector sur de la real audiencia. ¿Qué sucedió con este sector?

La Gobernación de Cuenca fue creada en 1771 con ayuda de la aplicación de las reformas borbónicas. Fue un territorio extenso que abarcaba la tercera parte del territorio de la Real Audiencia, una gran extensión de territorio que para nada debía ser excluida. Contaba con una gran población, inclusive la ciudad de Cuenca era más poblada que el astillero de Guayaquil. Esta gobernación conformada principalmente por Cuenca y Loja bordeaba los 120 mil habitantes (Mora, 1994). Esto hacía que se forme una triangulación comercial entre Quito, Guayaquil y Cuenca, donde el espacio ocupado por la gobernación le permitía realizar actividades económicas interregionales que la llevaron a una monetarización que se logró con la exportación de productos como tejidos de algodón y lana, la cascarilla y el ganado vacuno. Hasta este momento la región sureña no sufría ninguna decadencia económica, incluso era considerada parte importante de la economía general de la audiencia y predominante en el comercio de cereales y ganadería con la región costa.

Cuando la producción empezó a crecer se formalizó un comercio muy activo con el virreinato del Perú donde la quina (corteza del quino o cascarilla) se convirtió en uno de los productos más solicitados y al ver esto la gobernación creo un monopolio que tuviera bajo control las exportaciones, llamando a esta la Real Hacienda. Algo injusto para los pequeños comerciantes. Estas exportaciones llegaron a ser el 21% de las exportaciones totales de la época.

La quina tuvo gran demanda en el mercado internacional, algo obvio al exportarse a España para curar el paludismo, pero en el mercado nacional se quedó como colorante animal para teñir los tejidos. Esto provocó gran explotación de los bosques cuencanos en el auge de la producción de tejidos en el Azuay. En la segunda mitad del siglo XVIII la quina y sus exportaciones cayeron considerablemente, convirtiendo al ganado en su nueva fuente de ingreso. La caída de estas exportaciones que rindieron gran fruto al inicio del siglo mencionado, causó los primeros estragos  económicos en la gobernación, debido a que era el principal producto que alimentaba los bolsillos de los comerciantes.

En época de guerra la economía decae, algo que siempre sucede, y con la sierra austral pasa lo mismo, en pleno auge económico que duró hasta la primera década del siglo XVIII, las guerras emancipadoras que duraron hasta la creación de la República del Ecuador en 1830 provocaron una crisis por la depresión de los mercados internos de la república, sin embargo, es importante resaltar que esto motivó a la potenciación de las exportaciones a mercados internacionales en el cuál el cacao resaltó como el producto estrella de Ecuador.

Es necesario mencionar que  a pesar de la emancipación de Cuenca y Loja del 3 y 18 de noviembre no paso mucho tiempo hasta ser reprimidas por los realistas quienes volvieron a tomar el control, de esta manera cada vez se desataba más el anticolonialismo de los cuencanos quienes ayudaron a sellar la independencia de quito con una participación del 40% de combatientes en las batallas. Algo muy honorable que resaltar y de gran importancia para posteriores disputas territoriales puesto que cuenca fue sometida por reclutamientos forzados. Violentas reformas económicas, saqueos sin ninguna muestra de consideración a tal punto de separar a padres que mantenían familias enteras para sacrificarlos en las guerras. Un acto repudiable de aquella época.

Estos reclutamientos forzados son el motivo del encogimiento demográfico de la región austral, algo que se comprueba con los censos realizados en 1778 y 1845 donde se nota claramente un descenso poblacional de 82.708 a 75.785 habitantes. Luego el decremento es increíble hasta llegar en 1826 a 9.279 habitantes (Mora, 1994). Con todo esto las provincias de Cuenca y Loja clamaban por medidas políticas que ayuden a reanimar su sistema económico, como era de esperarse luego de todas las penurias que pasaron al estar en medio de las guerras entre el distrito sur del Perú y el norte de Colombia.

Para rematar la caída económica por la guerra, la importación de tejidos extranjeros volvió a los nacionales en inservibles para la época puesto que preferían los importados, un tipo de actitud que se mantiene hasta la actualidad en el Ecuador.

Los abusos por parte de la clase dominante hacia los indios llego a tal punto de cansarlos y es por esto que empiezan las grandes revueltas. Las sublevaciones de los  habitantes eran por abusos en el cobro de impuestos como el de las alcabalas y la tributación. Estas revueltas eran un poco violentas debido a que por lo general se destinaban hombres del ejército para intentar detener las protestas, pero no siempre sucedía así y terminaban en encuentros fatales.

Al cabo de ver que la idea del libertador, Simón Bolívar, se desvanecía en la imposibilidad, los poderes y tendencias locales eran motivos de disputa. En esos momentos el austro ecuatoriano impulsaba la ideología de un gobierno federalista. Benigno Malo era quien más apoya esta idea, siendo un cuencano que afirmaba que este sistema federativo sería la solución para el desarrollo de cada provincia. Este sistema federativo se basaba en el modelo norteamericano.

En 1859 el estado se dividió en 4 gobiernos con sus respectivos líderes o representantes: el de Quito, con García Moreno; el de Guayaquil con Guillermo Franco; el de Cuenca con Jerónimo Carrión; y el de Loja con Manuel Carrión. Sin embargo en 1861 el gobierno de Gabriel García Moreno se consolidó con fuertes características centralistas y represivas lo que provocó una nueva división territorial del Ecuador donde se reconoció a varias provincias como Loja, Azogues, Cañar, el Oro.

En el proyecto garciano se eliminó los departamentos y con las nuevas divisiones territoriales el triángulo de regiones ejercido por Quito, Guayaquil y Cuenca se rompió dando paso a un dominio bipolar entre la capital, Quito, y el puerto principal, Guayaquil. Debido a esta nueva centralización y prioridad con las provincias del norte, especialmente las que conforman el grupo bipolar, las provincias del sur fueron aisladas por vario tiempo, especialmente en cuestión de rutas y vías. Por lo que también se debilitaba la presencia e influencia política dela burguesía cuencana.

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