La importancia de las relaciones positivas y la teoría de “Serve and Return”

La importancia de las relaciones positivas y la teoría de “Serve and Return”

El desarrollo infantil tiene una importancia inmensa en la vida de cualquier ser humano ya que es allí donde se forma la estructura del cerebro que servirá como “base” para el crecimiento de la persona. Debido a esto es esencial que el niño se encuentre en un ambiente que le transmita seguridad y este rodeado de relaciones positivas; una de las técnicas para que el niño mejore su desarrollo es la de “serve an return” que consiste en una interacción adulto - niño en donde el niño da un estímulo que debe ser respondido por el adulto, se recomienda el uso de ésta técnica en casa, en instancias infantiles, o en donde sea que se encuentre el infante.

La interacción “serve and return” es fundamental para ayudar a la arquitectura cerebral ya que todas las experiencias que se vivan durante la primera infancia dan el paso a que los genes le den forma a las conexiones neuronales del cerebro; este intercambio de estímulos comienza cuando el niño muestra que tiene interés en algo, ya sea con un sonido, una expresión facial o un simple balbuceo, el papel que desempeña el adulto consiste en responder con los mismos gestos hasta que el niño vuelva a dar un estímulo y así sucesivamente.

Existen 5 pasos que pueden ayudar a mejorar el “serve and return”:

1. Compartir el interés: el adulto debe de estar atento al momento exacto cuando el niño encuentra algún objeto atractivo, así niño y adulto fortalecen su relación.
2. Apoyar y animar: esto ocurre con frases alentadoras como “muy bien”, “sigue así” y “gracias”, también se puede dar una respuesta haciendo un gesto facial de emoción o alegría, otra manera de animar al niño es acercándole el objeto que esta señalando, o ayudándolo a jugar.
3. Nómbralo: decir el nombre de lo que el niño ve, hace o siente los ayuda a crear conexiones del lenguaje ya que el cerebro empieza a construir uniones desde antes de que el niño aprenda a hablar, la función principal de este paso es que los niños empiecen a comprender el mundo en el que están.
4. Toma turnos: a la hora del juego es importante hacerlo con turnos, así podemos lograr que el niño practique el autocontrol y la paciencia para así poder convivir con otros niños, el tomar turnos también se refiere a darle tiempo para responder de nuevo después de que el adulto le regresó el estímulo inicial.
5. Practicar principio y final: los niños dan señales cuando están listos para dejar una actividad y comenzar otra, puede ser dejando un juguete para agarrar uno nuevo, es importante estar atento ya que dejas que el niño tenga la iniciativa y pueda seguir explorando para continuar con las interacciones.

Cuando hay una respuesta inapropiada o incompleta de parte del adulto puede existir una ruptura en el desarrollo arquitectural afectando secundariamente a la salud física, mental y emocional, si la falta de réplicas continuan no tan solo hay un déficit de estimulaciones positivas, sino que también se empieza activar el sistema de respuesta al estrés del cuerpo haciendo que el cerebro se llene de hormonas estresantes.

La negligencia hacia los niños puede ser aún más grave que cualquier clase de abuso ya que se ha demostrado que los niños que han sufrido de esto son más propensos a tener problemas cognitivos, retrasos académicos, y dificultades para poner atención que pueden permanecer hasta la adolescencia. Gracias a estudios sabemos que en los primeros años de escuela primaria los niños que han sufrido de negligencia muestran mayores dificultades para aprender comparados con los que han vivido en un ambiente sano y de comunicación, existen pocos estudios para explicar cómo es que este fenómeno afecta en la vida adulta y de esos pocos podemos saber que los adultos afectados presentan un IQ menor, es menos probable que se gradúen de la preparatoria y no tengan muy buenas habilidades lectoras.

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