La obesidad suele definirse como la presencia de un 25% o más de grasa corporal total masculina y de un 35%
Enviado por FerSal19 • 22 de Febrero de 2016 • Ensayo • 1.596 Palabras (7 Páginas) • 299 Visitas
Universidad Autónoma de Nayarit[pic 1]
Unidad Académica de Medicina
[pic 2]
Unidad de Aprendizaje: Bioquímica Médica
Alumna: Saldaña Güitrón Luisa Fernanda
Grupo: 1D
Facilitadora: Q.F.B. Maricela Ramírez Rangel
Tepic, Nayarit a 28 de Abril de 2015
Introducción
La obesidad suele definirse como la presencia de un 25% o más de grasa corporal total masculina y de un 35% o más de grasa corporal femenina. Aunque el porcentaje de la grasa corporal se pueda estimar con distintos métodos, como la medición del espesor del pliegue cutáneo, la impedancia bioeléctrica o el pesaje subacuático, rara vez se aplican estos sistemas en clínica, puesto que generalmente se recurre al IMC para evaluar la obesidad.⁵
La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública en todo el mundo considerada actualmente como pandemia. En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012) reporta una prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años de 34.4%, siendo el país con mayor prevalencia a nivel mundial.¹ [pic 3]
La obesidad es un problema de salud pública en adultos y niños, por estar asociada a padecimientos como hipertensión arterial, diabetes mellitus, dislipidemias, resistencia a la insulina, síndrome metabólico, enfermedades cardiovasculares y de la vesícula biliar, problemas ortopédicos, apnea del sueño y otros daños, así como algunas formas de cáncer de colon, recto, próstata y en la mujer cáncer del sistema reproductor.²
La obesidad está relacionada con cambios en importantes parámetros fisiológicos como la presión arterial, sensibilidad a la insulina y la concentración sérica de lípidos. Se ha descrito una correlación positiva entre el grado de obesidad y ciertos desordenes asociados a la obesidad como la hipertensión arterial, dislipidemia e intolerancia a la glucosa.³
Recientemente, las dislipidemias, la resistencia a la insulina, la aterosclerosis y la obesidad han sido relacionadas con un estado de inflamación crónica. La demostración de que el tejido adiposo puede producir citoquinas tales como IL-6, IL-8, TNF-a y moléculas proinflamatorias como la proteína C reactiva (PCR), sugiere que los obesos pueden presentar un estado inflamatorio subclínico. Existen evidencias que soportan la hipótesis que afirma que la obesidad es una condición inflamatoria que lleva a una activación crónica del sistema inmunológico innato lo cual conduce a las distintas condiciones clínicas que se observan en la obesidad.³
Por estas y muchas razones más es importante tener conocimiento sobre que causa llegar a un estado de obesidad, además de sus consecuencias y como poder evitar esta situación tan perjudicial para la salud de la persona.
Causas de la obesidad
En la actualidad es fácil reconocer que estamos enfrentando una de las peores pandemias que jamás se pudieran haber presentado, la obesidad. Y es que esta enfermedad quizás suene tan indefensa por si sola que no nos preocupemos por erradicarla de forma permanente, pero como ya se ha mencionado anteriormente dicho estado es solo el antecesor a muchas más enfermedades que figuran dentro de las principales causas de muerte en nuestro país.
Existen varias descripciones de las posibles causas de la obesidad, dentro de las cuales se explica que la adiposidad en exceso se debe a la relación que existe entre el aporte energético consumido y el consumo de energía.
Las principales causas de este hecho parecen ser la disponibilidad de alimentos con gran riqueza calórica y la disminución actual de la actividad física, tanto en el trabajo como durante el tiempo de ocio.⁷
En esta causa tendrá mucho que ver los patrones culturales, biológicos, psicológicos y sociales. Pues al final de cuentas somos seres independientes interactuando en un medio en el cual todo este tipo de factores impactan en la gran mayoría de nuestras actividades diarias.
En nuestro cuerpo, cuando existe una sobre ingesta calórica sufrimos de varios procesos que van a catalizar dichos sustratos, sin embargo debido al exceso de ellos nuestro tejido adiposo aumenta en cantidad y volumen, promoviendo que los receptores de insulina se encuentren disminuidos y gracias a ello que haya resistencia periférica contra la insulina, lo que va a provocar que caigamos en una hiperglicemia.
Además cuando la célula se carga de adipocitos, el núcleo de dicha célula se degrada, para después la célula sufra una apoptosis y así libera triacilgliceridos al espacio extracelular lo que nos conllevaría a otro tipo de padecimientos.
Si a esto le sumamos que actualmente la sociedad en general tiene una buena disposición a esta enfermedad por la carga genética que de unas décadas atrás a estos días nuestros antecedentes nos han venido creando, será casi imposible que con nuestros hábitos cotidianos y la dieta rica en carbohidratos y grasas saturadas no lleguemos a padecer obesidad en alguna de sus clasificaciones.
Otra gran teoría que según varios autores sigue en estudios es que la obesidad es una inflamación clínicamente hablando, pues se ha demostrado que el tejido adiposo libera cierta citosinas, TNF-α y moléculas preinflamatorias.
El incremento de lípidos dentro del adipocito, unido a la hipertrofia e hiperplasia del tejido adiposo, lleva a una disfunción celular que se manifiesta con anormalidades como la secreción de citoquinas y moléculas proinflamatorias por parte del tejido adiposo tales como TNF-a, IL-6, la proteína quimiotáctica de monocitos-1 (MCP1), Factores Estimuladores de Colonia (CSF) y la sintetasa inducible de óxido nítrico (iNOS), generando el estado proinflamatorio descrito y reconocido en obesos.³[pic 4]
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