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La relación entre la agroecología y cambio climático


Enviado por   •  6 de Octubre de 2013  •  Trabajo  •  6.256 Palabras (26 Páginas)  •  410 Visitas

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LA AGROECOLOGÍA: UNA ESTRATEGIA PARA AFRONTAR EL CAMBIO CLIMÁTICO

Faisury Daza Ortiz

Luís Alberto Vargas Marín

“(…) en una sociedad como la nuestra, pero en el fondo en

cualquier sociedad, relaciones de poder múltiples atraviesan,

caracterizan, constituyen el cuerpo social; y estas relaciones no pueden

disociarse, ni establecerse, ni funcionar sin una producción, una

acumulación, una circulación, un funcionamiento del discurso. No hay

ejercicio del poder posible sin una cierta economía de los discursos de

verdad que funcionen en, y a partir de esta pareja.”

Michel Foucault.

RESUMEN

Se estudia la relación existente entre la agroecología y cambio climático como campo privilegiado para abordar esta problemática de manera integral. Se procedió a la revisión de conceptos – fuerza que han animado esta discusión y que sustentan la idea según la cual esta es una de las serias posibilidades para mitigar los impactos del cambio climático. La producción agropecuaria es una de las actividades de mayor aporte de gases de efecto invernadero. Se considera entonces la necesidad de cambiar este paradigma productivo y la agroecología emerge como condición de posibilidad para llevar a cabo dicha tarea. Se concluye diciendo que la agroecología al ser una propuesta de transformación social requiere de unos criterios de organización comunitaria que se reflejan plenamente en el advenimiento de las Escuelas Campesinas de Agroecología para “vivir bien”.

Palabras clave: Cambio climático, modelo de producción dominante, saberes ancestrales, ética ambiental, naturaleza, organización social.

Abstract

We study the relationship between climate change and agroecology as a privileged field to address this issue comprehensively. We proceeded to the review of concepts - forces that have encouraged this discussion and that support the idea that this is one of the serious potential to mitigate climate change impacts. Agricultural production is one of the activities with the greatest contribution of greenhouse gases. It then considers the need to change the paradigm of production and agroecology emerges as a possible condition to perform the task. It concludes that agroecology to be a proposal for social transformation requires community organization criteria that are fully reflected in the advent of the Rural Schools of Agroecology to "live well".

Key-words: Climate change, dominant production model, ancestral knowledge, environmental ethics, nature, social organization

Introducción

La crisis ambiental contemporánea en su multidimensionalidad contempla aspectos ético-políticos, sociales, culturales y económicos, ligados a una manera particular de concebir el mundo en el que las relaciones sociedad – naturaleza o ecosistema cultura se han asumido unidimensionalmente, es decir, se ha pretendido infundadamente considerar al hombre como amo y señor de la naturaleza, de la cual se sirve ilimitadamente pues ésta es para él una gigantesca estación de servicio.

La crisis ambiental es una crisis de civilización. Es la crisis de un modelo económico, tecnológico y cultural que ha depredado a la naturaleza y subyugado a las culturas alternas. El modelo civilizatorio dominante degrada al ambiente, menosprecia la diversidad cultural y discrimina al Otro (al indígena, al pobre, a la mujer, al negro, al Sur) mientras privilegia el modo de producción explotador y un estilo de vida consumista que se han vuelto hegemónicos en el proceso de globalización.

La crisis ambiental es la crisis de nuestro tiempo. No es una crisis ecológica, sino social. Es el resultado de una visión mecanicista del mundo que, ignorando los límites biofísicos de la naturaleza y los estilos de vida de las diferentes culturas, está acelerando el calentamiento global del planeta. Este es un hecho antrópico y no natural. La crisis ambiental es una crisis moral de instituciones políticas, de aparatos jurídicos de dominación, de relaciones sociales injustas y de una racionalidad instrumental en conflicto con la trama de la vida.

En este contexto, dicha problemática se manifiesta crudamente y adquiere dimensiones planetarias en el llamado cambio climático que no es otra cosa que la punta del iceberg de la apuesta unidimensional de la relación ecosistema – cultura.

Dicho de otro modo, la madre tierra como la llaman los pueblos originarios está herida de muerte, pues, de incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos conduciría el llamado “Entendimiento de Copenhague” existe el 50% de probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer. Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Así mismo, se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas.

Desarrollo

El aumento de los niveles de los gases de efecto invernadero (GEI) ya está cambiando el clima, sostiene la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), y subraya el origen antropogénico del problema. “En respuesta a las emisiones humanas, el clima ha comenzado a ajustarse a un manto más grueso de gases de efecto invernadero, para así mantener el balance entre la energía proveniente del sol y la energía que escapa al espacio. Las observaciones muestran que las temperaturas globales han aumentado 0.6° C a lo largo del siglo XX. Existen nuevas evidencias más fehacientes de que la mayor parte del calentamiento observado en los últimos 50 años es atribuible a las actividades humanas”. (PNUMA, 1994).

Aunque no sin controversias, ya es de reconocimiento generalizado que el aumento promedio de la temperatura del planeta se debe al proceso de industrialización, al uso creciente de petróleo, gasolina y carbón, la tala de bosques y a algunos métodos de explotación agrícola. Debido a estas actividades se ha incrementado el volumen de “gases de efecto invernadero” GEI, en la atmósfera. Como aclaran los documentos de la (CMNUCC, 2010) estos gases se producen naturalmente y son necesarios para la vida en la tierra

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