Neuropsicologia
Enviado por aryesi93 • 6 de Septiembre de 2012 • 1.618 Palabras (7 Páginas) • 486 Visitas
MESA REDONDA. NUEVOS RETOS EN LA
PRÁCTICA DE LA CLÍNICA NEUROPSICOLÓGICA
REV NEUROL 2006; 43 (Supl 1): S57-S58 S57
Como ocurriera con la psicología, la neuropsicología tiene su
origen en los trabajos médicos de los siglos XIX y XX. En este
sentido, y hacia mediados del siglo XIX, Paul Pierre Broca describe
por vez primera el primer centro del lenguaje, al que hoy
conocemos como ‘área de Broca’, que, como se sabe, se encuentra
ubicada en la tercera circunvolución frontal del hemisferio
dominante. Este descubrimiento fue vital para establecer una
clasificación del síndrome neuropsicológico por excelencia: la
afasia. Unos años más tarde, a principios del siglo XX, el psicólogo
ruso A.R Luria perfeccionó diversas técnicas para estudiar el
comportamiento de las personas que padecieran algún tipo de lesión
en el sistema nervioso central; completó una batería de
pruebas psicológicas diseñadas para establecer las afecciones en
los procesos psicológicos: atención, memoria, lenguaje, funciones
ejecutivas, praxias, gnosias, cálculo, etc. Cuando aún no
existían los métodos para el diagnóstico mediante la imagen, la
aplicación de esta extensa batería podía ofertar al neurólogo los
datos suficientes para que fuese capaz de localizar el lugar y la
extensión de la zona lesional, así como ofrecer al psicólogo un
resumen detallado de todas las dificultades, especialmente cognitivas,
del sujeto afecto de una lesión neurológica [1,2].
Posteriormente, y gracias en parte a la experimentación animal,
comenzaron a observarse los cambios del comportamiento
que se producían cuando se lesionaban las distintas áreas de su
cerebro. Desgraciadamente, estos trabajos se completaron en la
especie humana a través de las distintas guerras del siglo pasado,
que proporcionaron a la medicina y a la psicología oportunidades
trágicas, pero muy importantes, para estudiar la función
cerebral en el ser humano. La observación y la medición del
comportamiento de los pacientes con diversos traumatismos
craneales sufridos durante los combates permitieron determinar
las áreas del cerebro que se ocupaban de las diversas manifestaciones
conductuales [3].
Así pues, nace una rama nueva del conocimiento científico y
de la semiología clínica denominada ‘neuropsicología’, que procede
de la neurología clásica y se ha desarrollado con el aporte
de las neurociencias y de la psicología contemporánea. Su objetivo
esencial es estudiar las relaciones existentes entre la actividad
cerebral y las funciones psicológicas superiores (gnosias,
praxias, lenguaje, memoria, etc.). Y como aborda las funciones
corticales superiores humanas, una de sus fuentes principales de
conocimiento proviene del estudio minucioso de la desorganización
de esas funciones complejas cuando lesiones orgánicas de
distinta etiología (traumatismos craneoencefálicos, accidentes
cerebrovasculares, epilepsia, etc.) afectan al cerebro. Con todo
lo anterior expuesto, podría decirse que la neuropsicología es un
método interdisciplinario por excelencia en el que toman parte
diversas áreas del conocimiento neurológico, ya que estudia tanto
la organización cerebral como la estructura psicológica de las
funciones mentales humanas. Como consecuencia de ello, y de
forma muy reciente en el estudio de la cirugía de la epilepsia, la
aplicación de cualquier batería de tests neuropsicológicos es, en
los centros más adelantados del mundo, el complemento indispensable
del estudio del cerebro junto con otros métodos morfológicos
y funcionales como la tomografía axial computarizada,
la electroencefalografía, los potenciales evocados, la resonancia
magnética y otros [4].
El campo de la neuropsicología es básicamente la actividad
biológica relativa al funcionamiento del cerebro, en especial del
córtex, así como el estudio de los procesos psíquicos complejos
superiores. Podría entonces definirse como ‘el estudio de las
relaciones existentes entre las funciones cerebrales, la estructura
psíquica y la sistematización sociocognitiva en sus aspectos
normales y patológicos; abarca todos los períodos evolutivos’
[5]. Este enfoque nuevo se denominaría ‘neuropsicología dinámica
integral’ para diferenciarla de la neuropsicología cognitiva
y/o de la neuropsicología clásica. Sería pues una ciencia que
forma parte de las llamadas ‘neurociencias’, y que en los últimos
años ha comenzado a desempeñar un papel importante en
la ciencia y en la clínica aplicada. Ahora bien, dependiendo de
sus objetivos, del marco teórico y de la metodología de trabajo,
vamos a diferenciar una neuropsicología clínica y una neuropsicología
cognitiva. Esta última surge en la década de los años
ochenta cuando los neuropsicólogos y la neuropsicología en
general incorporan el paradigma de la psicología cognitiva, el
procesamiento de la información y la plasticidad cerebral. Las
funciones cognitivas que se evalúan y rehabilitan son: la memoria
frente a dicotomías, la atención, las funciones ejecutivas, el
lenguaje y las funciones motoras.
La neuropsicología actual se cimienta en distintos pilares
básicos cuya dependencia entre sí resulta imprescindible. Por
una parte, se encuentran los métodos experimentales y la observación
clínica, pero ellos son de por sí insuficientes si no cuentan
con las nuevas técnicas de diagnóstico por la imagen del
cerebro y las ciencias cognitivas. Juntos nos van a permitir diseñar
esquemas de funcionamiento y de rehabilitación de las funciones
dañadas o perdidas [6,7]. A pesar de todo, mucho del trabajo
clínico se sigue haciendo casi de forma exclusiva con pruebas
neuropsicológicas, aunque, afortunadamente, hoy día disponemos
de varias evoluciones del trabajo de Luria, en forma
de baterías y pruebas como la batería Halstead-Reitan, el test de
Barcelona, la batería Luria-Nebraska y el K-ABC, que exploran,
con mayor o menor detalle, las funciones psicológicas y
rinden un informe de su estado.
En las clínicas neurológicas más avanzadas se hace indispensable
la aplicación de
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