Odontologia
Enviado por 2221faty • 19 de Febrero de 2014 • 900 Palabras (4 Páginas) • 177 Visitas
La promiscuidad conceptual
Promiscuidad significa, según el diccionario de la Real Academia: “mezcla, confusión”. Desde ahí puede afirmarse que en la actuali- dad el hecho sexual, objeto de la Sexología, es, más que nunca, un hecho promiscuo, donde todo se mezcla y se confunde. Jamás hubo en este país tanta información sobre materias sexuales y, sin embar- go, jamás se produjo tanto aturdimiento respecto a “lo sexual”. Insistentemente se utilizan los términos “sexo” y “sexualidad” como sinónimos, quizás con un matiz diferencial : parece que la sexuali- dad es más fina o más humana, mientras que el sexo es más grosero y animal. Confundir sexo con sexualidad es como confundir persona con personalidad o razón con racionalidad. Un despropósito.
Otra confusión es la que mezcla el sexo con la conducta o com- portamiento sexual, lo que somos con lo que hacemos. Confundir sexo con conducta sexual es como confundir la persona con sus hábitos, la cultura con las tradiciones o la democracia con el sufragio. Un desatino.
El dislate de la confusión es la que confunde sexología con proble- mas sexuales. Y un paso más allá, la que confunde educación sexual con la evitación de problemas sexuales. Que sería como confundir el derecho con los delitos o la enología con las borracheras.
Muchos profesionales de la sexología y la educación sexual nos sen- timos estremecidos y asombrados cada vez que, presuntos eruditos disertan sobre cuestiones sexuales en los medios de comunicación. Estamos asistiendo en la actualidad al discurso -parafraseando a E.Amezúa- de un "sexo sin sexología", en donde la educación sexual se confunde con educación genital y en la que la sexualidad es
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Asesorías Sexológica
entendida como conducta y no como lo que realmente es : una vivencia. En cuestiones "sexuales" no podemos dar por hecho que todos hablamos de lo mismo. Y más en un terreno como es la “sexualidad”, entendida siempre como tierra de todos, pero al final de nadie, en donde la “promiscuidad conceptual” es tan patente y donde gran parte de la llamada educación y divulgación sexual que nos invade -basada en el sexo y no en los sexos- es puro bricolaje, una interminable distracción del núcleo de valor.
Nos preocupa la confusión existente en los medios de comunica- ción cuando se habla de sexo, especialmente cuando se trata como mercancía y en términos exclusivos de mercado, por ello es importante tener algunas ideas mínimamente claras al respecto.
Los profesionales de la sexología hablamos de los sexos, no del sexo como genital, reproducción, placer, enfermedad, delito, vicio o pecado. Hablamos del sexo como valor, como diferencia- ción. Este y otros mensajes son sólo una muestra de lo que hablan y estudian los sexólogos que no es lo que se cree que estudian o tratan. Hablamos de sexología, no de genitología.
La sexología
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