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KMCFL

ANGELA DANIELLE COLE FAJARDO

ING. ALEJANDRO JOSE HENRIQUEZ CRUZ

24 / 8 / 2016

INDICE

INDICE DE FIGURAS

1. INTRODUCCION

La alquimia es una práctica basada en la creencia de que hay cuatro elementos básicos de la naturaleza (siendo estos el fuego, aire, tierra, y agua) que componen todo lo que está en el universo, cuyo propósito es popularmente definido como la transformación de un metal cualquiera en metales preciosos por medio de un proceso llamado ‘transmutación’ usando una sustancia conocida como Piedra Filosofal. Con esta misma sustancia se buscaba transmutar un elixir de la vida eterna, o una medicina que todo lo cura.

Pero esta es solo una definición superficial. La alquimia era tanto una ciencia experimental como una filosofía. Los alquimistas antiguos no perseveraban tanto en su búsqueda de la Piedra Filosofal para transmutar el plomo en oro solo por codicia pura. Ellos buscaban probar un punto filosófico de su ciencia. Según un alquimista, si se puede cambiar el plomo, material que representa lo pecaminoso y corrompido por lo malo, en el alquímicamente limpio oro puro, entonces, simbólicamente, también el hombre puede salvar su alma, transmutando su espíritu en oro espiritual.

El día de hoy sabemos que la alquimia es una falacia, al igual que la Piedra Filosofal y lo que se puede crear con ella es un mito. Esto no hace de menos lo que hizo la alquimia por ciencias modernas. Los experimentos llevados a cabo por los alquimistas de la antigüedad fundaron la base para lo que hoy es la química y medicina moderna.

1. ORIGENES

Etimológicamente, la palabra alquimia tiene orígenes en varios idiomas. En árabe, proviene de al-kimiya, que al mismo tiempo proviene del egipcio keme que significa ‘tierra negra’. En griego, alquimia se deriva de chyma, cuyo significado es ‘fundir, derretir’.

La evidencia habla en favor de Egipto como la cuna de la primera alquimia. Los papiros alquímicos todavía conservados fueron encontrados en Egipto, y unas operaciones manuales alquímicas nacidas de las alquimias Oriental y Occidental utilizan el lenguaje y simbología alquímica encontrada en los textos del Egipto tardío, asi como en formularios medievales. Estos procesos describían la manipulación de metales, elaboración de colorantes, fabricación de piedras preciosas artificiales y vidrio de color, todos procesos practicados en su mayoría en Egipto.  

El mayor indicador de los comienzos egipcios de la alquimia es la biblioteca de Alejandría.  Aquí, junto con otras ciencias y artes, fue donde la alquimia primitiva apropio partes y pedazos de leyendas griegas, asiáticas, convirtiéndose en la alquimia que se conocería después. Sin embargo, cuando los cristianos quemaron y destruyeron la gran biblioteca, mucha de la información sobre la primera alquimia se perdió.

1.  Los griegos

Los filósofos griegos fueron los primeros en preguntarse, si una piedra puede transformarse en un metal, ¿cual es la naturaleza de la piedra, la primera o la segunda? Concluyeron ellos, que, todas las substancias del universo están compuestas de algún elemento básico. ‘Una materia prima’.

Pero no todos estaban de acuerdo en cual era esa materia básica. Tales de Mileto afirmo que debía ser el agua. Obviamente, según él, porque el agua es abundante y es la que sustenta a toda la vida en la Tierra. Anaxímenes ignoro este razonamiento y dijo que debía ser el aire, igual de abundante que el agua, pero aún más indispensable. Además, por medio de la comprensión, el aire puede dar lugar a líquidos y sólidos. Para Heráclito, el fuego originador de los cambios debía ser la materia prima.

Los desacuerdos llegaron a su fin cuando, de un pensamiento recogido por Aristóteles, se tomaron tres elementos: aire, agua, y tierra (de aquí originaron los estados sólido, liquido, y gaseoso que conocemos hoy). Tiempo después se le agrego el fuego (aquí representando la ‘energía’ necesaria para llevar a cabo el cambio).

1.  Egipcio y árabes

La gente egipcia ya era experta en la química aplicada varios siglos antes de Cristo, teniendo ellos más experiencia que los químicos primitivos de los pueblos de China e India. Ellos la llamaban khemeia, y la tenían fuertemente ligada con la religión por medio de los rituales de embalsamiento. Los egipcios celaban su trabajo, y tomaban medidas para mantenerlo oculto de ojos curiosos.                                            

De los siete cuerpos celestes se crearon siete símbolos misteriosos, usados en lugar de los nombres de los siete metales conocidos, y así, ocultar los verdaderos conocimientos reservados para sus alquimistas, o como los llamaban ellos, magos.

Según la leyenda, el dios Tot creo la alquimia en Egipto, y cundo los griegos asimilaron la practica Tot se convirtió en Hemes-Tot, quien escribió los cuarenta y dos libros de la sabiduría, uno de los cuales habla de la alquimia.

Los árabes, por su lado, hicieron grandes contribuciones a la alquimia, llamada por ellos al-kimiya. A través del Islam, la alquimia toma su forma concreta, y en esta situación, llega a Europa donde, desde el siglo XII hasta el siglo XVII, tendrá su Edad de Oro. Fue Jabir ibn-Hayyan, a veces llamado Geber, alquimista musulmán más famoso, quien obtuvo el ácido más corrosivo de la antigüedad, el ácido cético, al preparar el albayalde y destilar el vinagre.  La al-kimiya árabe creía que todos los metales estaban formados por mezclas de azufre y mercurio, y lo único que se faltaba para transmutar un metal a otro, era una un al-jksir, que en otras regiones se conocía como Piedra Filosofal. Curiosamente, el al-jksir también serviría para curar toda y cualquier enfermedad y para conferir vida eterna.

1.  China

Cuando la alquimia surgió en China, la palabra para oro, kim o chim, no existía en el léxico chino. No es extraño, ya que el objetivo de la alquimia china fue siempre descubrir el elixir de la vida eterna, no transmutar los metales en oro. Por lo tanto, en China, la alquimia siempre tuvo una conexión más cercana a la medicina.

La alquimia china incluía ingerir plantas y minerales con propósitos curativos, y técnicas de ejercicio que tenían como propósito prolongar la vida y manipular la fuerza vital de uno.

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