PROYECTO: PLATOS DESECHABLES A BASE DEL RECICLAJE CON PAPEL. “NaturalSil”

INSTITUTO TECNOLÓGICO DE VILLAHERMOSA[pic 4]

Ingeniería Industrial

SISTEMAS DE MANUFACTURA

PROYECTO:

PLATOS DESECHABLES A BASE DEL RECICLAJE CON PAPEL.

“NaturalSil”

ESTUDIANTES:

• Carolina Rebeca Dominguez Dominguez                    16300892
• Daniel Eduardo Quiñones Damasco                            16300992
• Lucia Guadalupe Jiménez Segovia                              16300939
• Diego Armando Cadena Zurita                                     15300731
• Ingrid Rubí Ávalos Sanlucar                                         16300855
• Cassandra                                                                    15300
• Benjamín Campos Peralta                                           15300841
• Iván de Jesús Vázquez López                                     17300930

HORARIO: 14:00 p.m. A 15:00 p.m.

Villahermosa, Tabasco, a 07 de Octubre del 2019.

        INTRODUCCIÓN

Hoy en día, los ingenieros de todo el mundo nos enfrentamos a un problema que de ser considerado como algo que podría llegar a ocurrir en muchos años y afectar a otras generaciones, ha llegado a tocar nuestra puerta y, ha hecho ver sus consecuencias en la vida de quienes poblamos este planeta, tanto humanos como todas las demás especies, haciéndonos ver la fragilidad del balance de nuestro medio ambiente y la necesidad de cambiar los hábitos de consumo de nuestras sociedades; estos, son los efectos de la contaminación.

El desecho desmedido de los envases o embalajes en donde consumimos los alimentos, representa hoy en día un porcentaje importante de las causas de la modificación de los ecosistemas y del cambio climático, debido a que la humanidad no ha encontrado forma alguna de deshacerse de este tipo de materiales sin causar daño.

Debido a esto, es necesario la creación de opciones que nos permitan llevar estilos de vida sustentables, con uso inteligente de los recursos con los que contamos, promoviendo tecnologías dirigidas a la regeneración del ambiente.  

De esta forma, a través del presente proyecto, se pretende crear una alternativa de reemplazo para los embalajes antes mencionados, con un proceso eficiente, que nos permita la producción de diferentes tipos de desechables con base a productos hechos a partir de fibras vegetales que sean biodegradables, con el uso de los desechos de empresas de la región, que representen una opción viable para el consumo de la población y permita la incursión en el mercado de nuestro país, de empresas de producción responsable.   

Con el fin de lograr estos objetivos, se reúnen en el presente documento una serie de conocimientos, que buscan servir de base para la creación de la propuesta aquí planteada, y los beneficios que la implementación del reciclaje de hojas como nuestra materia prima principal, traería para el ambiente, nuestro estado y nuestro país.

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La contaminación ha sido uno de los mayores problemas creados por el ser humano, misma que está afectando millones de especies de animales, e incluso a nosotros mismos, sobre todo a nuestra salud. Los residuos sólidos urbanos (RSU) representan un grave problema de contaminación, afectan no sólo el suelo, sino también el agua y el aire en sus procesos de elaboración. Uno de esos RSU son los productos de embalaje a base de poliestireno expandido (EPS) y otros derivados del petróleo.

El descubrimiento del poliestireno expandido o EPS fue en 1831, en un líquido incoloro, lo que se aisló por primera vez fue el estireno obtenido de una corteza de árbol. Hoy en día es obtenido en su mayoría a partir del petróleo. El EPS es un material químicamente inerte no biodegradable, es decir, que no se descompone, no se desintegra y no desaparecen en el medio ambiente y no contiene CloroFluoroCarburos (CFC), por consiguiente, los EPS no puede químicamente contaminar el suelo, el agua o el aire. Sin embargo, puede ser un problema ambiental si no se reciclan porque es considerado como un material eterno.  Es un hecho que el plástico presenta una amenaza hacia el medio ambiente, no por sus características si no porque su degradación es sumamente lenta, hablando de 100 a 1000 años. Una vez que se desecha, el plástico termina en vertederos o se incinera, esto causa grandes problemas al medio ambiente si no se elimina de manera adecuada. Ante ello están disponibles  algunas técnicas químicas y térmicas que permiten el reciclaje de residuos EPS, la desventaja de estas técnicas es que hacen uso de disolventes peligrosos para el medio ambiente (Martínez López & Laines Canepa, 2013).

Actualmente, la contaminación por productos desechables es un problema muy alarmante. Afecta el suelo, el aire, los mares y nuestro cuerpo. Lo más impresionante es que la mayoría de estos productos son de un solo uso, lo que significa que no se reutilizan. Para crear estos productos se gastan grandes cantidades de energía y de petróleo.

Según la Jornada Ecológica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): Anualmente, se producen alrededor del mundo, 320 billones de libras de plástico, de las cuales el 45.78% son productos de poliestireno expandido (artículos desechables), mientras el 10% termina en los océanos. En México se producen 197 toneladas de plásticos, de las cuales el 37.98% es poliestireno expandido, por lo que cada ciudadano consume en promedio 15.6Kg de productos desechables y 238 bolsas de plásticos anualmente, a consecuencia, éstas se van directo a la basura después de un solo uso.

En cuanto a Tabasco, un informe parcial del 2013 sobre el programa estatal para la prevención y gestión integral de residuos sólidos urbanos y manejo especial, según la Universidad Politécnica del Centro (UPC), en conjunto con el Gobierno del Estado de Tabasco y la Secretaría de Energía, Recursos Naturales y Protección Ambiental (SERNAPAM), el estado produce anualmente 856 982ton/año de RSU, de los cuales el 0.33% pertenece al poliestireno expandido. No parece mucho, pero si hacemos cálculos, el 0.33% corresponde a 2 828ton/año aproximadamente de poliestireno expandido, y si el informe es del 2013, significa que el año pasado (2018), habremos desechado aproximadamente 16 968.24 toneladas de este material en total en la región, productos que no podrán ser degradados en miles de años, sino solo dividido en minúsculas partículas, productos que se van a mares y contaminan.

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