Período preoperatorio
Enviado por chicuela4 • 31 de Agosto de 2013 • 1.379 Palabras (6 Páginas) • 352 Visitas
CUIDADOS PREOPERATORIOS
El período preoperatorio se inicia cuando el paciente decide que se
realice la intervención quirúrgica y termina cuando el paciente es trasladado al
quirófano. Esta etapa a su vez se divide en preoperatorio mediato e inmediato.
En el preoperatorio los cuidados deben orientarse a mejorar el estado
general del paciente, corregir el déficit, mantener y/o recuperar el estado
nutricional, prevenir la infección y planear la indicación quirúrgica correcta a
través del exámen médico, anamenesis y estudios complementarios de rutina
y especiales.
ASISTENCIA MEDIATA
El preoperatorio mediato comienza desde que se decide el acto
quirúrgico hasta 24-48 horas antes de su realización, este tiempo varía en las
distintas cirugías
Se inicia con la historia clínica a fin de valorar a través del examen el
estado general del paciente. Se completa con la investigación de una serie de
pruebas de laboratorio y otros estudios de acuerdo a las distintas patologías.
Existen sin embargo algunos estudios de laboratorio que son básicos
para las cirugías de tipo standard.
Valoración del riesgo quirúrgico: el grado de riesgo que entraña un procedimiento quirúrgico se ve afectado por la
edad, el estado nutricional, la situación inmunológica, enfermedades concomitantes, enfermedades neoplásicas,
infecciones, traumatismos, estrés quirúrgico. Se incluyen además otros factores dependientes de la cirugía como
indicación ( urgente o programada) y envergadura ( cirugía mayor, mediana o menor)
Pruebas diagnósticas de rutina
Hemograma completo: es un análisis de una muestra de sangre venosa periférica que permite conocer la cifra de
hematíes, la fórmula leucocitaria, el recuento de plaquetas, la concentración de hemoglobina y el hematocrito. De este
modo se descartan posibles hemopatías y estados infecciosos agudos (leucocitosis con neutrofilia) o crónicos
(linfocitosis).
Eritrosedimentación: su determinación orienta hacia los probables focos infecciosos en evolución.
Estudio de la coagulación: la capacidad de formar un coágulo es indispensable para reducir al mínimo el riesgo de
hemorragia. Esta propiedad se analiza mediante las pruebas de tiempo de protombina (TP), tiempo de
tromboplastina parcial (TTP) y recuento de plaquetas. También se solicita tiempo de sangria y de coagulación.
Estos estudios permiten identificar a pacientes en riesgo de hemorragia o trombosis. : Proteinograma: el poder
plástico de las proteínas y sobre todo de la fracción albúmina en el proceso de cicatrización de las heridas, hace
necesaria la determinación del proteinograma en cirugías de gran envergadura y sobre todo cuando se efectúan
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grandes resecciones y anastomosis viscerales o en pacientes en mal estado de nutrición, hipoalimentación, como por
ejemplo cancerosos, fistulizados del tubo digestivo, etc.
Glucemia: esta determinación es fundamental para el descubrimiento de una diabetes ignorada o la corrección a
cifras normales en un diabético conocido.
Evaluación de la función hepática: se solicitan en los casos de intervenciones prolongadas o con agentes
anestésicos hepatotóxicos o en pacientes con alteración de sus sistema hepatobiliar (ictericia, cirrosis, etc.). La
función se mide, por lo general, según la actividad de enzimas en el suero como transaminasas (G.O.T. y G.P.T.),
fosfatasa alcalina, colinesterasa (enzima hepática que metaboliza el anestésico).
Urea: las cifras elevadas pueden traducir una insuficiencia renal inaparente y deben ser corregidas.
Prueba de creatinina sérica: permite evaluar la función renal. La creatinina es un subproducto del metabolismo
muscular y se excreta por el riñón en forma constante, por lo que constituye una excelente medida del índice de
filtración glomerular. Un aumento de su nivel puede ser un indicador de insuficiencia renal o deshidratación.
Orina completa: el análisis valora el color, el pH, la densidad y la presencia de proteínas, glucosa, cuerpos cetónicos
y sangre. Permite detectar infecciones urológicas que pueden complicar el curso postoperatorio y a través del estudio
de su densidad y del sedimento urinario conocer posibles daños renales.
Electrolitos séricos: este análisis también requiere la toma de una muestra de sangre periférica midiéndose
habitualmente las cifras de sodio, potasio, cloruros entre otros iones. Debido a la posibilidad de desequilibrio
electrolítico durante y después de la intervención, las anormalidades deben corregirse en el período preoperatorio.
Grupo sanguíneo y factor.
Valoración física general. A través del examen físico y de los estudios
complementarios se valora el estado general. En la valoración se tendrán en
cuenta factores relacionados con:
•La edad: la mortalidad es más alta en edades extremas y se incrementa
de forma progresiva con la edad. Sin embargo, los problemas dependen
más que de la edad del estado de órganos y sistemas. En el anciano el
riesgo se relaciona con los cambios degenerativos concomitantes. La
adaptación al stress quirúrgico disminuye en razón del deterioro de las
funciones orgánicas. Las causas de la intervención son con frecuencia
procesos graves y complicados.
•El estado nutricional: Obesidad, desnutrición
La obesidad. Se debe tener en cuenta la presencia o no de obesidad,
recordando que: paciente obeso, mal paciente quirúrgico, predispuesto a
complicación anestésica,
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