Practica Odontologica Publica
Enviado por IsabelRmrz09 • 25 de Octubre de 2014 • 2.233 Palabras (9 Páginas) • 292 Visitas
I. PRACTICA ODONTOLOGICA PÚBLICA
El sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida) es una enfermedad que afecta a los humanos infectados por el VIH (virus de inmunodeficiencia humana). Se dice que una persona padece de sida cuando su organismo, debido a la inmunodepresión provocada por el VIH, no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra las infecciones que aquejan a los seres humanos. Se dice que esta infección es incontrovertible.
Las prácticas y actitudes discriminatorias en contra de las personas que viven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) o el Síndrome de
Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), siguen siendo, desafortunadamente, muy comunes en nuestro país.
Además de constituir un serio problema de salud pública, el VIH/Sida es también un problema de Derechos Humanos. Esto es así debido a que, desde el inicio de la epidemia, una serie de prejuicios e ideas falsas contribuyeron a la discriminación y a la violación al derecho a la protección de la salud de quienes padecen este mal.
Debido a estas concepciones erróneas sobre la enfermedad, en México las personas que viven con VIH o SIDA enfrentan múltiples formas de discriminación, las cuales van desde las más sutiles y difíciles de detectar, como las que se expresan a través de la utilización del lenguaje o chistes ofensivos y discriminatorios, hasta las más crudas y evidentes, como las formas de exclusión o restricción de derechos por vivir con VIH. A estas formas de discriminación se añade otro tipo de atropellos igualmente graves, como la negación de servicios de salud o la negativa de acceso a medicamentos necesarios para el cuidado de la salud.
Frente a los prejuicios que alimentan la cultura del ostracismo, la discriminación y el enjuiciamiento moral contra las personas que viven con VIH o SIDA, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos reitera que el derecho a la no discriminación es un derecho humano básico, indispensable para que las personas podamos vivir con dignidad y desarrollarnos en nuestras capacidades humanas, independientemente de nuestro estado de salud, origen étnico, nacionalidad, preferencia sexual, nivel socioeconómico o cualquier otra cualidad o rasgo de nuestra personalidad arbitraria que puedan cometer en tu contra funcionarios e instituciones públicas. (www.cndh.org.mx)
Como respuesta a las nuevas terapias antirretrovirales altamente activas contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), el número de sujetos infectados por este virus que permanecen con vida, se ha incrementado en los últimos años1.En consecuencia, el paciente con VIH se ha ido incorporando poco a poco a la práctica rutinaria del cirujano dentista. El estomatólogo juega un papel importante en el cuidado bucal individual del sujeto infectado por el VIH, puesto que el aliviar el dolor dental, mejorar la función masticatoria y las consideraciones estéticas bucales son tan importantes para el paciente con VIH como para el resto de la población. Sin embargo, el dentista a menudo rechaza al sujeto con VIH en su consulta odontológica2-7, debido principalmente al temor de contagio con el virus durante los procedimientos odontológicos (Wilson NH, Bruke FJ, Cheung SW,
1995).
A pesar de que la posibilidad de transmisión del VIH entre los trabajadores de la salud es infinitamente baja y de que particularmente este riesgo es todavía menor en el consultorio dental, existen negativas entre algunos integrantes del gremio odontológico, para brindar la atención dental hacia el paciente con VIH; en parte por el alto índice de mortalidad que esta infección ha mostrado a lo largo de la última década, a la ausencia hasta ahora, de un tratamiento curativo de la enfermedad y en gran medida por el estigma que se asocia a la enfermedad (Gilmore N, Somerville M, 1994).
En la literatura internacional se han publicado diversos estudios concernientes a la indisposición de los odontólogos para brindar atención a los pacientes seropositivos al VIH y sus factores relacionados; sin embargo, la información al respecto es escasa en nuestro país. En la presente investigación se pretendió conocer la frecuencia con que el dentista perteneciente a la Secretaría de Salud (SSA), está dispuesto a proporcionar atención odontológica hacia el sujeto con VIH e identificar las razones principales que caracterizan el rechazo del dentista hacia el paciente infectado por el VIH en este sector institucional, analizando su posible asociación con ciertos factores epidemiológicos y relativos a las medidas de control de infección.
En un reciente estudio del 2008 desarrollado por la Dirección de Investigación del Centro Nacional para la Prevención y Control del SIDA (CENESIDA) dice que aplicaron encuestas a varios dentistas pertenecientes a la Secretaria de Salud, que acudieron a la realización de tres Cursos sobre «Actualización del cirujano dentista en VIH/SIDA». Al inicio de cada Curso de Actualización, se proporcionaron cuestionarios autoaplicables a los dentistas asistentes. Con el fin de evitar omisiones y duplicaciones de los cuestionarios, así como evitar la influencia que los Cursos pudieran ocasionar sobre los cuestionarios, las encuestas deberían devolverse antes de comenzar el evento.
Las encuestas incluyeron datos epidemiológicos, de formación académica, experiencia clínica, aspectos relacionados con el control de las infecciones en el consultorio dental y sobre actitudes frente al paciente infectado por el VIH.
La evaluación de las actitudes hacia el paciente con VIH comprendió los temas concernientes a la transmisión del VIH en el consultorio odontológico, manejo del paciente con VIH, aspectos legales, homofobia y estigmatización sobre la conducta sexual.
Se incluyeron 84 dentistas; quienes representaron el 100% de los asistentes a los tres Cursos. En 62/82 (75.6%) ocasiones, los casos correspondieron al sexo femenino y 20/82 (24.4%) al masculino. La mediana de edad de los encuestados fue de 39 (intervalo 22-58) años; quienes en 26 (30.9%) casos manifestaron ser solteros, 48 (57.1%) casados, cuatro (4.8%) viviendo en unión libre, tres separados (3.6%) y tres divorciados (3.6%). Los dentistas encuestados provenían del Distrito Federal en 51 (60.7%) casos, 18 (21.4%) del Estado de México, cuatro (4.8%) de Chiapas, tres (3.6%) del Estado de
Hidalgo, dos (2.4%) de Veracruz, uno (1.2%) de Morelos y otro de Oaxaca (1.2%). En cuatro sujetos se desconoció su procedencia. En 63/83 (75.9%) de los casos, los dentistas se habían formado académicamente en la Universidad Nacional Autónoma de México, 10 (12.0%) en la Universidad Autónoma Metropolitana y seis (7.2%) en universidades estatales.
Los encuestados respondieron ser dentistas de práctica general en 65/83 (78.3%)
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