Problemáticas Sociológicas y Antropológicas - La memoria de la vejez
Enviado por Dulce Carranza • 7 de Octubre de 2016 • Reseña • 3.217 Palabras (13 Páginas) • 288 Visitas
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Universidad Abierta Interamericana
Facultad: Psicología y humanidades
Carrera: Terapia Ocupacional
Asignatura: Problemáticas Sociológicas y Antropológicas
Parcial Domiciliario. Profesora: Lic. Beatriz Massuco
La memoria de la vejez
Integrantes del grupo:
- Carranza, Dulce
- Castillo, Alejandro
- Costantino, Florencia
- Ferrero, Agostina
- Mauri, Agostina
Año: 2016
Introducción
Durante el desarrollo de la investigación se distingue la labor de las diferentes áreas de profesionales que acompañan al grupo etario que representa la etapa final de la vida.
Como objetivo se propuso indagar en el trabajo del equipo interdisciplinario que trabaja en tercera edad dentro de un Hospital Público del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Participar en el lugar de acción, compartir con los pacientes, ver y entrevistar a quienes trabajan para mantener o evitar la pérdida de la memoria y la salud; conocer socialmente y a través de las políticas públicas el lugar que tienen los adultos mayores en nuestra sociedad.
La entrevista y la observación de este trabajo se realizaron en el Hospital General de Agudos “Carlos G. Durand”, es uno de los hospitales públicos metropolitanos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se trata de un hospital universitario asociado a la Universidad de Buenos Aires, fue inaugurado en 1913 y se encuentra ubicado en el barrio de Caballito.
El lugar elegido fue el servicio de Geriatría, en el cual se encuentran internados los adultos mayores; la observación se realizó en el taller de la memoria donde asisten aquellos que se dan cuenta que están perdiendo lo más importante, “la memoria”, que representa la historia y el recuerdo.
Para Le Breton (2002)
“Si antes los hombres envejecían con el sentimiento de seguir el camino natural que los llevaba a un reconocimiento cada vez mayor, el hombre de la modernidad combate todo el tiempo las huellas de la edad y tiene miedo a envejecer por temor a perder su posición profesional y a no encontrar empleo o espacio en el campo comunicativo. Para la mayoría de los occidentales, envejecer, especialmente en los sectores populares, aunque no solamente en ellos, es librarse a un lento trabajo de duelo que consiste en despojarse de lo esencial de lo que fue la vida, en quitarle importancia a acciones apreciadas en otros momentos y admitir, poco a poco, como legítimo, el hecho de que se posee un control restringido sobre la existencia propia.” [...] (pág. 144; 145)
La población actual que es derivada al servicio de geriatría en el Hospital Durán está compuesto por un 30% proveniente de hogares geriátricos, el 50% por causas sociales y el 20% restante por aquellos casos que son derivados desde el servicio de clínica médica o neurología. Actualmente el equipo interdisciplinario que interviene en este son: médicos gerontólogos, residentes, médicos realizando la especialidad, infectólogos, gerontólogos, trabajadores sociales, psicólogos, especialistas en nutrición, enfermeros y kinesiólogos.
El índice clasificado como causa social representa a aquellos adultos mayores que no cuentan con hogar, familia, documentación u obra social, este detalle no discrimina el origen/nacionalidad del paciente. Se quedan hasta que se les sitúa en un tercer nivel, es decir, hogares geriátricos. Las principales patologías en aquellos pacientes que son derivados desde medicina clínica son: infección urinaria, ACV (accidente cardiovascular), traumatismo por caída, Alzheimer, demencia senil, etc. Y si bien se considera tercera edad a aquellos hombres y mujeres mayores a 65 años, también ingresan a este servicio aquellas personas con envejecimiento orgánico prematuro, por ejemplo, pacientes con HIV.
“Pensar en los mayores sólo como jubilados y enfermos importa consagrar a su respecto la abyecta carga de prejuicios [...]. Lógicamente, lo único cierto es que con la edad disminuyen levemente la memoria, los reflejos y la fuerza física, y aumenta la vulnerabilidad a ciertas enfermedades, pero nada de eso impide la vida de relación plena [...].” R. Zaffaroni. Opinión - Diario Clarín - 3 de Abril del 2000.
Actualmente en el servicio de geriatría del Hospital Durán y con el fin de promover espacio para personas con disminución de la memoria, recuperar y mantener las funciones neurocognitivas, como prevención primaria, se lleva a cabo un taller de la memoria en el cual se realizan diferentes ejercicios y se aplican distintos métodos para aquellas personas que son derivadas desde el área de medicina clínica o neurología. Generalmente las personas que asisten al taller de memoria son aquellos que poseen un nivel de estudios terciarios o universitarios, debido a que pueden llegar a detectar de manera temprana la disminución en las funciones neurocognitivas.
Conclusión
Cuando se planteó realizar este trabajo nos pareció enriquecedor conocer e investigar el servicio de Internación de Geriatría. Luego pudimos identificar que es el único en Latinoamérica, con personal capacitado, con gabinete de psicólogos que a su vez tienen un espacio propio, donde se dicta el “taller de la memoria”, donde asisten aquellas gerontes que se dan cuenta que están perdiendo significativamente lo más importante que tienen, su memoria, sus recuerdos, su historia.
En la entrevista surge como tema las 10 camas que el servicio tiene inutilizadas por falta de personal. Entonces nos preguntamos, ¿qué lugar ocupa la 3era edad en las políticas de salud?
A la vez, nos llamó la atención que el único servicio especializado en geriatría de Latinoamérica se encuentre en un Hospital de Agudos, donde las resoluciones son inmediatas y las internaciones son breves. En ese contexto se encuentran los adultos mayores con internaciones que muchas veces duran años mientras esperan encontrar un lugar donde terminar su vida.
Este grupo se encontró con una realidad social diferente, y también con un equipo de trabajo que trabaja y se esmera por dar la mejor atención y por recuperar o mantener aquellos que a veces se va perdiendo con el tiempo.
Algo que nos pareció relevante dentro de la observación realizada fue la ubicación del servicio. Este se encuentra en un lugar aislado de todo lo que en el hospital se denomina “la parte nueva”. Para ingresar al pabellón donde se encuentra el servicio hay que atravesar todos los servicios de internación, materno-infantil, guardia quirúrgica y quirófanos, y luego dirigirnos al 6to piso. Y nos preguntamos, ¿es adecuada la infraestructura? ¿Qué lugar tiene la vejez? ¿Estamos preparados como sociedad para acompañar el crecimiento de la expectativa de vida?
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