Programa Especial de Seguridad Alimentaria

Huité, Guatemala, julio de 2011- El municipio de Huité, al este de Guatemala, ha encontrado en los sistemas agroforestales una respuesta a la inseguridad alimentaria y los efectos del cambio climático, señaló hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO.

Durante los últimos 6 años, los agricultores de Huité han implementado sistemas agroforestales para mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de sus familias, con el apoyo de la municipalidad de Huité y la FAO, a través del Programa Especial de Seguridad Alimentaria (PESA) en Guatemala.

“Estos sistemas son un conjunto de tecnologías de manejo de suelo, agua, nutrientes y cultivos agrícolas y forestales, los cuales pueden reducir el riesgo y la vulnerabilidad en las familias rurales, ya que aseguran la producción sostenible de granos básicos, siendo además más eficientes con los escasos recursos disponibles,” explicó el Representante Regional de la FAO, José Graziano da Silva.

"Y sus resultados están a la vista: la producción de maíz aumentó un 25 % durante el 2009, y los productores han reducido los riesgos de perder la producción, aún en períodos de lluvia excesiva o de calor extremo.

“La producción de granos básicos es mayor en los sistemas agroforestales que cuando se produce con sistemas tradicionales, lo que implica que las familias pueden aumentar el número de meses con disponibilidad y reserva de alimentos. La agroforestería garantiza un flujo constante de alimentos a menor costo”, explicó el coordinador nacional del PESA en Guatemala, Mario Chamalé.

Además, el PESA señala que en la actualidad existe una mejora en la frecuencia de consumo de hortalizas, la cual aumentó de dos a tres veces por semana en el 17 % del total de las familias. Todo ello ha contribuido a la reducción de la desnutrición aguda en el municipio, índice que cayó de 5,8 % a tan sólo 1% del 2009 al 2010.

Cultivos más resistentes al cambio climático

Guatemala es uno de los diez países del mundo con mayor vulnerabilidad al cambio climático, debido a su exposición geográfica, bajos ingresos y mayor dependencia en sectores altamente sensibles al clima, como la agricultura.

Los sistemas agroforestales implementados con éxito en Centroamérica y Guatemala no sólo contribuyen a reducir la pobreza y el hambre, sino también a enfrentar el cambio climático: durante la sequía de 2009, las 400 familias de Huité que adoptaron la agroforestería como práctica de adaptación al cambio climático, tuvieron pérdidas de cosechas entre 40 y 50% menores que quienes aún no la aplicaban.

La estabilidad agroambiental generada por los sistemas agroforestales posibilitó a los productores de Huité, reducir sus riesgos y diversificar sus cultivos. Estas prácticas ha contribuido también a aumentar la disponibilidad de agua en las microcuencas.

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