Pronosticos (o proyección)

Pronósticos

En la vida cotidiana es común el hecho de que las personas tengan la necesidad de plantearse la posibilidad de “predecir” que es lo que va a ocurrir en un futuro, ya sea próximo o cercano, con el fin de prepararse para tiempos adversos o simplemente la mórbida curiosidad de querer saber que pasará. En base a la premisa anterior es que nace la necesidad de estudiar si existe una manera formal de poder estimar (con la mayor precisión posible) la ocurrencia de determinados eventos, a lo cual se le llama pronostico.

De acuerdo con Stephen Chapman, la formulación de pronósticos (o proyección) es una técnica para utilizar experiencias pasadas con la finalidad de predecir expectativas del futuro. Si se lee con cuidado la definición anterior nos podremos dar cuenta que la base fundamental de un pronóstico reside en la experiencia previa que se tenga con respecto a la situación misma, de lo cual surge la pregunta que justifica la división más grande en cuanto a pronósticos; ¿Es mi experiencia cuantificable?. Si la respuesta a la pregunta anterior es negativa implica que no es posible medir numéricamente mi experiencia, por lo que se tiene un pronóstico basado en información que no tiene una estructura analítica definida y son catalogados como Cualitativos. Si el caso es el contrario al explicado anteriormente, tenemos la certeza que podemos ayudarnos de algunos recursos de tipo matemático que nos permitirán moldear con mayor precisión nuestro pronóstico por lo cual se clasifican como cuantitativos. Vale la pena aclarar que el hecho de que ambos métodos pueden aplicarse simultáneamente a manera de un hibrido siempre y cuando la situación permita de entrada trabajar en base a un método cuantitativo.

Teniendo ya una base de conocimiento superficial respecto al tema es posible, sin mayor estudio, determinar algunas características que son inherentes a la existencia misma de un pronóstico; entre los cuales podemos mencionar:

1. Es poco probable que el pronóstico sea exacto por lo que siempre requerirá una medición de la precisión del mismo para ver de qué tanta utilidad nos sea el dato obtenido.
2. Mientras más lejos estemos del estado que se pretende predecir es mayor el grado de error presente en el pronóstico.
3. A mayor cantidad de insumos mejor resultado o lo que es lo mismo, entre más información se posea mejor se ajustara el pronóstico a la realidad.
4. Es imposible que un pronóstico de más información que un dato ya conocido de la situación en estudio.

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