RESEÑA DE LA NACIONALIDAD Y CIUDADANIA EN R.D

INTRODUCCIÓN

En nuestro país actualmente ha surgido mucha controversia con relación a la nacionalidad y la naturalización, extranjeros que se encuentran en tránsito y los que ya están legalmente como ciudadanos de nuestra isla o país.

El objetivo central de esta investigación es poder estudiar a profundidad, analizar y valorar temas como son la nacionalidad y la naturalización en nuestro país.

Encontramos que la Nacionalidad es una situación social cultural y espacial en la que influyen numerosos elementos que definen el escenario político y organizacional de un grupo determinado de personas. Por ser la nacionalidad un hecho social, no puede ser estudiado como un concepto aislado y de tal forma no puede entenderse de manera unilateral, por lo que requiere ser entrelazada con muchos conceptos de la materia sociológica, de manera que el tema pueda acercarse lo más posible a un concepto palpable.

En ese orden entendemos que la naturalización es un proceso mediante el cual un ciudadano perteneciente a un país adquiere la nacionalidad de un segundo con el cual ha creado vínculos que son producto de una estadía prolongada de manera legal en dicho país u otros motivos, como puede ser el matrimonio. Aquellas personas que cumplen con los requisitos para la mayoría de edad, al adoptar una nacionalidad por naturalización, adquieren también la calidad de ciudadanos de ese país.

QUÉ ES CIUDADANÍA

Ciudadanía significa el conjunto de derechos y deberes por los cuales el ciudadano o individuo está sujeto en su relación con la sociedad en que vive. El término ciudadanía proviene del latín civitas, que significa ciudad. Por lo tanto, ciudadanía es la condición que se otorga al ciudadano de ser miembro de una comunidad organizada.

La ciudadanía otorga una serie de derechos y obligaciones que deben ser respetados. Entre los derechos puede citarse el derecho a votar y elegir a las autoridades que se consideren pertinentes, como asimismo participar de cualquier bien que se derive de la participación comunitaria. Entre las obligaciones puede citarse, a modo de ejemplo, la obligación de pagar impuestos; puede resumirse este aspecto en el cumplimiento de la ley en general.

Este concepto de ciudadanía está ligado al Derecho, sobre todo en lo que se refiere a los derechos políticos, sin los cuales el individuo no puede intervenir en los asuntos del Estado, y que permite la participación directa o indirecta del individuo en el gobierno y en la consecuente administración a través del voto directo para elegir o para competir por cargos públicos de forma indirecta.

Uno de los requisitos de la ciudadanía es la nacionalidad, para que los ciudadanos puedan ejercer sus derechos políticos. Pero también existen personas que, a pesar de ser nacionales de un Estado, no tienen los derechos políticos, porque pueden haber sido revocados o denegados, por ejemplo, los presidiarios no tienen derecho a votar, que es un derecho obligatorio para los mayores de 18 años.

Tradicionalmente e históricamente, la mujer, al igual que los niños o los sirvientes, no tenían ningún tipo de ciudadanía. No es hasta el primer cuarto del siglo XX cuando se empiezan a reconocer los derechos de las mujeres en el ámbito político, como el sufragio femenino, y cuando la mujer adquiere una situación de ciudadanía de pleno derecho en la mayoría de países.

La ciudadanía exige al individuo como un habitante de la ciudad, como dice la raíz de la palabra, que cumpla sus deberes, y como un individuo de acción pueda llevar a cabo tareas para su bien y también para el desarrollo de la comunidad en la que vive, ya que los problemas de la ciudad deberían ser una preocupación para todos los ciudadanos.

HISTORIA

El término ciudadanía para hacer alusión a esta participación comunitaria debe su uso a circunstancias históricas que nos retrotraen a la civilización griega. En esa época, la organización política estaba centralizada en cada ciudad, que conformaba un verdadero estado. Es particularmente famoso el ejemplo de Atenas, que consistió en el primer caso de ejercicio de la democracia. En estas ciudades solo se consideraban ciudadanos a los hombres, en la medida en que solo estos podían tomar las armas para proteger la ciudad ante potenciales ataques externos. Esta concepción de la ciudadanía fue adoptada y desarrollada por el Imperio Romano.

El origen de la ciudadanía tuvo su inicio en Grecia cuya población incluía cientos de miles de esclavos, sin los derechos civiles y políticos; estos eran los ciudadanos de aquella ciudad. La idea paso a roma donde fue ampliado el concepto de ciudadano gracias al concepto de ciudadano gracias al doble influjo de la filosofía estoica y a la religión cristiana cuya idea de fraternidad sirvieron para ampliar el número de personas que podían gozar de libertad. Los ciudadanos romanos que en su principio eran los contados miembros de la civita (ciudad) levantada a orilla del rio tiber, fueron aumentando en cantidad a medida que se concedía la ciudadanía a los pobladores de las campiñas, a los esclavos libertos y por ultimo  a los habitantes de la provincia del vasto imperio.

El concepto romano de la ciudadanía perdió vigencia durante la edad media, pues entre los señores feudales y sus vasallos existía un nexo especial de subordinación que lo privaba de los derechos civiles y políticos. Las ciudades que fueron surgiendo en los distintos rincones de la ciudad feudal hicieron renacer los atributos de la ciudadanía que se convirtieron en la naciente burguesía; clases compuestas por mercaderes y funcionarios prósperos. Cuando surgieron las grandes monarquías absolutas en Francia, España, Portugal, Prusia y Gran Bretaña, los habitantes quedaron nuevamente sujetos a una relación de dependencia estricta en calidad de súbditos monarca dueño de vida y haciendas.

Este movimiento pendular entre libertad y autoridad que observamos a través de la historia, la noción de ciudadanía sufrió un nuevo cambio a partir de la revolución francesa y la revolución norteamericana, las que hicieron renacer las ideas grecorromanas aplicándolas a los habitantes de los estados que se organizaron bajo el sistema político denominado republicano.

La ciudadanía es el estatus civil y político de todas las personas cuando alcanzan la mayoría de edad, la cual es determinada en la ley constitucional y las leyes.

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