Recogida De Muestras Para Laboratorio

ESTRÉS PERCIBIDO POR LOS ESTUDIANTES DE ENFERMERÍA EN LA REALIZACIÓN DE LAS PRÁCTICAS CLÍNICAS

Resumen.

Las prácticas clínicas ocasionan gran satisfacción a los estudiantes de enfermería, pero al mismo tiempo son una fuente de estrés para ellos. Estos estudiantes están sometidos al mismo estrés que cualquier otro estudiante universitario, generado por los horarios, responsabilidades, trabajos, etc. Pero además, a éste hay que añadirle el provocado por las prácticas clínicas.

Este nuevo escenario al que se enfrentan supone para ellos, interactuar con pacientes, familiares, profesionales y un sinfín de personas con distintos intereses. Son conscientes de la sobrecarga de actividad y responsabilidad a la que se van a enfrentar, desempeñando un rol para el que no están, ni pueden estar, completamente preparados.

Así pues, se pretende conocer qué situaciones les resultan más estresantes a los alumnos de enfermería durante las prácticas clínicas, y de la misma forma presentar la herramienta de simulación clínica, que proporciona un método de aprendizaje y entrenamiento efectivo, ofreciendo la oportunidad de realizar una práctica análoga a la que desarrollará en la realidad asistencial, además de convertirse en una medida para mejorar el nivel de ansiedad.

Objetivo.

Realizar un análisis comparativo de una selección de cuatro artículos con el fin de conocer los estresores percibidos por los estudiantes de enfermería, en la realización de las prácticas clínicas. A su vez, se presentará la simulación clínica como herramienta pedagógica para la adquisición no sólo de conocimientos, sino también de habilidades y actitudes, y poder mejorar así el nivel de ansiedad que presentan dichos estudiantes.

Introducción.

El estrés constituye una de las experiencias vitales más comunes y conocidas. La mayoría de las personas asocian el estrés con experiencias desagradables e incómodas, sin embargo, el estrés no es destructivo. El estrés se genera cuando respondemos a un nivel inapropiado de presión. Una presión excesiva puede causar tanto estrés como una presión demasiado baja, por lo que cierto grado de presión es realmente bueno para los individuos. La situación ideal se produce cuando podemos responder de manera apropiada a la presión y a sus exigencias. Cuando la exigencia se mueve por encima o por debajo del nivel de presión adecuado para cada persona, el equilibrio comienza a alterarse, y es entonces cuando experimentamos lo que llamamos estrés - la tensión entre la presión que percibimos y nuestra capacidad para hacerle frente. El estrés surge ante una situación en la que hay un desequilibrio o una discrepancia significativa entre las demandas externas o internas sobre una persona y los recursos adaptativos de la misma.4

La definición de estrés de Lazarus y Folkman (1986) va en este sentido “el estrés psicológico es el resultado de una relación particular entre el individuo y el entorno que es evaluado por éste como amenazante o desbordante de sus recursos y que pone en peligro su bienestar”. Se centran en la relación entre la persona y su entorno, y en la apreciación por parte de la persona de que su entorno le exige demasiado o sobrepasa sus recursos y es perjudicial para su bienestar. Por lo tanto, la forma en que la persona aprecia la situación determina que sea percibida como estresante. Hay que tener en cuenta que las diferencias individuales juegan un papel significativo en los procesos de estrés. Los factores individuales tales como características predisponentes, motivaciones, actitudes y experiencias determinan cómo las personas perciben y valoran las demandas; esta evaluación influye sobre los estilos de afrontamiento, las respuestas emocionales y a largo plazo en los resultados de salud.4

Extrapolando esta definición al ámbito académico de la enfermería, se podría considerar que el estrés de los estudiantes de dicha titulación es una reacción emocional que los adapta a las situaciones adversas, pero que si sobrepasa un cierto umbral se convierte en un factor de riesgo que le puede afectar a nivel cognitivo, emocional y fisiológico.8 No obstante, hay que tener en cuenta que esta circunstancia no sólo se manifiesta únicamente en los estudiantes de enfermería sino que también se produce en alumnos de otras disciplinas.

El sumergirse dentro de la actividad universitaria conlleva una serie de transiciones psicosociales en la vida del estudiante que repercute directamente en su salud mental. A las situaciones como las evaluaciones mediante exámenes, la realización de trabajos, la integración a los horarios y normas de la universidad, las expectativas académicas creadas no cumplidas, hay que añadir otros factores socio-ambientales, que también potencian el grado de ansiedad en los alumnos, tales como las relaciones interpersonales, los desplazamientos, las dificultades económicas, la sobrecarga dentro del núcleo familiar, la presión por parte del entorno social, la organización del tiempo en la compaginación de los estudios y la responsabilidad laboral, etc. Sin embargo, la literatura científica ha evidenciado que la percepción de estrés y los niveles de ansiedad son más elevados en los alumnos de enfermería respecto a aquellos matriculados en otras titulaciones, dado que la formación en enfermería requiere no sólo la evaluación de conocimientos teóricos sino que también incorpora la valoración de habilidades comunicativas y técnicas durante las prácticas clínicas.2

De ahí la importancia de las prácticas clínicas en enfermería, pues el campo de actuación enfermero es muy amplio, abarcando desde la neonatología hasta la geriatría, y desde la prevención y educación para la salud hasta los cuidados paliativos.1

Las prácticas clínicas tienen un gran impacto educativo ya que los conocimientos que se adquieren en ellas, permitirán el desarrollo de las habilidades y actitudes propias de cada estudiante, que le serán necesarias para la adquisición de competencias que le permita incorporarse como profesional en el ámbito sanitario. En ellas, los alumnos toman contacto con su futura profesión y se entrenan en la misma, enfrentándose a situaciones difíciles, que en muchas ocasiones son generadoras de estrés y no siempre se realizan en un entorno favorecedor.1

Se debe tener en cuenta que los alumnos de enfermería por las características de la profesión “estar en contacto con el sufrimiento, dolor, invalidez, e incluso la muerte”, así como la interrelación con otros profesionales, están expuestos a mayor cantidad de estresores que otros grupos de estudiantes.1

Otro motivo de angustia y desorientación para los estudiantes son las diferencias entre la teoría aprendida y la práctica que perciben

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