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Tema IV Reaccion Quimica


Enviado por   •  22 de Noviembre de 2014  •  1.658 Palabras (7 Páginas)  •  349 Visitas

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Unidad II: Aire

Tema III: Elementos y Compuestos

3.1 El Aire. Atmósfera

3.1.1 Corpúsculos simples Elementales (Robert Boyle)3

3. 1.2 El Espíritu flogisto (Johann J. Becker; Georg Ernst Stahl)4

3.1.3 Aire fijo (Joseph Black)5

3.1.4 Aire inflamable (Henri Cavendish)6

3.2.5 Aire Desflogistizado (Carl W. Scheele; Joseph Priestley)7

3.2.6 Aire flogistizado y Aire Remanente (Daniel Rutherford)8

3.3 Los Fenómenos Eléctricos.

3.3.1 Electricidad, ámbar y vítrea (Tales; W. Gilber; C. F. Cisternay) Conducción eléctrica, fluido y para-rayos (Benjamín Franklin)9

3.3.2 Conductor Bio-eléctrico; impulso-reflejo (Luigi Galvani) Acumulador eléctrico; la pila (Alessamdro Volta)10

3.3.3 Electrólisis del agua (William Nicholson & Anthony Carlisle) Electrólisis de sales fundidas (Humphrey Davy)11

3.3.4 Electroquímica: ion, celda, electrolito (Michel Faraday)12

Corpúsculos Simples Elementales (Robert Boyle)

Fue un ferviente de la teoría corpuscular (antigua denominación de las partículas elementales de la materia: antiguamente, al protón, neutrón y electrón se les denominaba corpúsculos) los últimos corpúsculos de los diversos elementos se diferenciaban en el tamaño, la forma y el movimiento. Estos corpúsculos estaban siempre en movimiento, movimiento que aumentaba con la temperatura.

Los estudios de Boyle marcan el final de los términos alquimia y alquimista. Boyle suprimió la primera sílaba del término en su libro El Químico Escéptico, publicado en 1661. Desde entonces, la ciencia fue la química, y los que trabajaban en este campo eran los químicos.

Wojtkowiak, B (1987). Historia de la Química de la Antigüedad, Ed. Acribia, Zaragoza

El Espiritu Flogisto (Johann J. Becker; George Ernest Stahl)

En 1669, un químico alemán, Johann Becker trató de racionalizar más esta concepción, introduciendo un nuevo nombre. Imaginó que los sólidos estaban compuestos por tres tipos de tierra. Una de ellas la llamó térra pinguis (tierra crasa», y la intuyó como el principio de la inflamabilidad.

Un químico y físico alemán George Ernest Stahl (1660-1734). Propuso un nombre aún más nuevo para el principio de la inflamabilidad, llamándole flogisto, de una palabra griega que significa hacer arder. Desarrolló después un esquema (basado en el flogisto)o que pudiera explicar la combustión.

Wojtkowiak, B (1987). Historia de la Química de la Antigüedad, Ed. Acribia, Zaragoza

Aire fijo (Joseph Black)

El químico escocés Joseph Black (1728-99) dio otro importante paso adelante. La tesis que le mereció una graduación en medicina en 1754 trataba sobre un problema químico (era la época en que la medicina y la mineralogía estaban estrechamente interrelacionadas), y publicó sus resultados en 1756.

Lo que hizo fue calentar fuertemente la piedra caliza (carbonato cálcico). Este carbonato se descompuso, liberando un gas y dejando cal (óxido de calcio) tras de sí. El gas liberado pudo recombinarse con el óxido de calcio para formar de nuevo carbonato cálcico. El gas (dióxido de carbono) era idéntico al «gas silvestre» de Van Helmont, pero Black lo llamó «aire fijado», porque cabía combinarlo (fijarlo) de tal manera que formase parte de una sustancia sólida.

Wojtkowiak, B (1987). Historia de la Química de la Antigüedad, Ed. Acribia, Zaragoza

Aire inflamable (Henri Cavendish)

Cavendish estaba especialmente interesado en un gas que se formaba cuando los ácidos reaccionaban con ciertos metales. Este gas había sido aislado con anterioridad por Boyle y Hales, y quizá por otros, pero Cavendish, en 1766, fue el primero en investigar sus propiedades sistemáticamente. Por eso se le atribuye por lo general el mérito de su descubrimiento. Dicho gas recibió más tarde el nombre de hidrógeno.

Cavendish fue el primero en medir el peso de volúmenes determinados de diferentes gases, es decir, determinó la densidad de cada gas. Averiguó que el hidrógeno es extraordinariamente ligero, con una densidad de sólo una catorceava parte la del aire. Tenía una segunda propiedad extraña: a diferencia del dióxido de carbono y del mismo aire, era fácilmente inflamable. Cavendish, considerando su extrema ligereza e inflamabilidad, especuló con la posibilidad de que fuese el mismo flogisto aislado. A este aire se le llama aire inflamable. Este aire después sería nombrado hidrogeno.

Benjaude-Vincent B StengersI (2002). Historia de la Química. Addison Wesley, Madrid.

Aire desflogistizado (Carl W. Scheele; Joseph Priestley)

Aire desflogistizado (Carl W. Scheele; Joseph Priestley)

Scheele describió sus experimentos cuidadosamente, pero por negligencia de su editor, las descripciones no aparecieron en prensa hasta 1777. Para entonces ya habían aparecido los trabajos de Rutherford y de Priestley, que se llevaron la fama de los descubrimientos.

Priestley trató de explicar este fenómeno recurriendo a la teoría del flogisto. Puesto que los objetos ardían tan fácilmente en este gas, tenían que ser capaces de liberar flogisto con extraordinaria facilidad. ¿Cómo podría ser eso, a menos que el gas fuese una muestra de aire de la que se hubiera extraído el flogisto, de tal modo que aceptaba un nuevo aporte con especial avidez? Así, Priestley llamó a este nuevo gas, aire desflogisticado. Sin embargo, pocos años después fue rebautizado como oxígeno.

Benjaude-Vincent B StengersI (2002). Historia de la Química. Addison Wesley, Madrid.

Aire flogistizado y Aire Remanente (Daniel Rutherford)

Puesto que tanto él como Black estaban convencidos de la validez de la teoría

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