Terapia de células madre
Enviado por IsamarOrt • 12 de Agosto de 2016 • Resumen • 1.030 Palabras (5 Páginas) • 241 Visitas
Terapia de células madre mesenquimales para la atenuación de formación de cicatrices durante la curación de una herida
La piel adulta humana se limita en su capacidad de repararse a sí misma después de una lesión que perfora más estructuras cutáneas a parte de la epidermis. El proceso de curación de una herida cutánea se genera con la formación de una cicatriz compuesta de exceso de matriz extracelular en el sitio del tejido dérmico normal. El tejido en la zona de la cicatriz no funciona como la piel circundante ya que no contiene muchas de las estructuras que son propias de la dermis; incluyendo glándulas sebáceas, folículos pilosos y receptores nerviosos sensoriales. La formación de cicatrices no es requerida para la curación cutánea, como se produce en la mayor parte del desarrollo fetal. A pesar de las consecuencias perjudiciales de la formación de fibrosis y tejido cicatricial, los tratamientos actuales para promover una menor cicatrización en la curación de la herida se limitan principalmente a los principios estándar de tratamiento de las heridas. Estos incluyen el uso de antibióticos tópicos y gasas estériles con el fin de minimizar el riesgo de infección para avanzar el proceso de curación de la herida a través de la fase inflamatoria, de la proliferación celular y por las fases de remodelación donde se pueda producir la regeneración del tejido funcional.
Mecanismos anti-cicatrizantes de las células madre mesenquimales
Las células madre mesenquimales son un tipo de células ampliamente generalizadas que se pueden encontrar en una variedad de tejidos adultos por todo el cuerpo y presentan características específicas cuando se cultivan in vitro. Son importantes mediadores tróficos para promover la regeneración de tejidos. Deben ser capaces de una fuerte expansión ex vivo y de mantener la capacidad de diferenciarse en osteoblastos, adipocitos y condrocitos. Se han identificado en una variedad de otros tejidos adultos; incluyendo el tejido adiposo, el espacio de la médula de los huesos largos, en trabéculas óseas de hueso esponjoso, en el periostio, líquido sinovial, ligamento periodontal, amígdalas palatinas, glándulas paratiroides, trompas de Falopio y en tejido muscular traumatizado.
Estas células migran preferentemente a las regiones de la inflamación y expresan varios receptores de quimiocinas necesarias para coordinar su habilidad de orientación. Una función probable de las células madre mesenquimales en el proceso de cicatrización de heridas es la de regular la función de los leucocitos que han invadido el tejido en respuesta a una lesión. Tienen una buena capacidad para regular el reclutamiento de células T, su proliferación y su actividad. Son también capaces de suprimir la proliferación de células B y natural killers para mejorar la respuesta inmune aguda a la lesión.
Modulación de los macrófagos y función de las células T durante la cicatrización de heridas
Durante la transición entre las etapas tanto inflamatoria como proliferativa en la curación de heridas, los macrófagos residentes se someten a un cambio en el fenotipo de un estado de activación alternativa, pasando a un fenotipo M2 activado por las IL-4 e IL-13. La activación alterna de los macrófagos se caracteriza por la disminución de expresión de citocinas pro-inflamatorias acompañadas de un aumento en la señalización antiinflamatoria.
La prostaglandina E2 genera otros efectos fibrorreguladores mediante la interacción con las células inmunes residentes en la herida. En respuesta a esta prostaglandina, las células T y los macrófagos son reprogramados y comienzan a expresar altos niveles de IL-10, una importante citoquina antiinflamatoria con múltiples funciones para limitar o atenuar el mecanismo inflamatorio de las células inmunes. La IL-10 es un potente inhibidor de una invasión de neutrófilos en la herida y previene un daño en la oxidación del tejido por su liberación de especies reactivas de oxígeno.
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