Tipos De Leucemia
Enviado por brendag22 • 11 de Junio de 2013 • 1.311 Palabras (6 Páginas) • 450 Visitas
Leucemia aguda se diagnostican sintomatología clínica (hemorragias, palidez intensa, infecciones, fiebre elevada,
El tratamiento de las leucemias agudas sigue siendo hoy en día la quimioterapia.Los esquemas varían dependiendo del tipo de leucemia aguda.
Asimismo, en el tratamiento juega un papel muy importante el trasplante de médula ósea, bien sea de tipo autólogo (del propio paciente) o alogénico (de un donante) en función de múltiples factores, debiéndose individualizar cada caso.
Hoy en día se están desarrollando nuevos fármacos y nuevas estrategias terapéuticas, no sólo para destruir la célula neoplásica, sino también para inhibir su crecimiento, y favorecer su diferenciación. En este sentido podemos citar los derivados del ácido retinoico, los nuevos anticuerpos monoclonales unidos a quimioterapia o la terapia génica.
LEUCEMIAS CRÓNICAS
Existen varios tipos de leucemias crónicas según sean las células alteradas. Por un lado, están los síndromes linfoproliferativos crónicos y, por otro, los síndromes mieloproliferativos crónicos.
Los síndromes linfoproliferativos crónicos son una serie de enfermedades producidas por el aumento descontrolado (de carácter neoplásico) de linfocitos de aspecto maduro y que cursan con una afectación de la sangre periférica. La mayoría de estos síndromes están producidos por el crecimiento y multiplicación anormal de los linfocitos B. La leucemia linfática crónica es, dentro de estos síndromes, la más frecuente en la población occidental.
Los síndromes mieloproliferativos crónicos son debidos a una alteración de las células madre o formadoras de sangre, que hace que se aumente el número de las células precursoras y de las células maduras que derivan de ellas. Dentro de estos síndromes, se encuentra la leucemia mieloide crónica.
¿EN QUE CONSISTE LA LEUCEMIA LINFOIDE CRÓNICA?
Esta leucemia consiste en un aumento descontrolado de los linfocitos. Al contrario que en la leucemia aguda, en que las células no llegan a madurar, y siendo inmaduras se multiplican. En la leucemia crónica, las células o linfocitos sí maduran pero con la diferencia de que no son células maduras normales y no defienden el organismo eficazmente.
El problema que se produce es debido, por una parte, a que se producen infecciones por no realizar su función normalmente y, por otra, viene ocasionado porque estas células cancerosas viven más tiempo que los glóbulos blancos normales con lo que se producen una acumulación de linfocitos maduros.
¿QUÉ ES LA LEUCEMIA MIELOIDE CRÓNICA?
Esta leucemia consiste en una transformación de la célula madre hematopoyética, o formadora de sangre, a una célula cancerosa dando lugar a un crecimiento descontrolado de glóbulos blancos (la serie mieloide: granulocitos y monocitos). Esto provoca, si no se controla, un aumento masivo de su concentración en sangre.
La diferencia entre la leucemia mieloide aguda y ésta, es que en la crónica hay un desarrollo de glóbulos blancos maduros que generalmente funcionan normalmente. Esto hace que el curso de la enfermedad sea más lento y menos serio.
La mayor parte de los pacientes pasan por una fase de transformación o aceleración de la enfermedad, con progresiva resistencia al tratamiento y exacerbación de la sintomatología. La mayoría de los casos evolucionan a una leucemia aguda mieloide, un 30% a leucemia linfoblástica y un 10% a formas mixtas y leucemia megacarioblástica.
DIAGNOSTICO
Para el diagnóstico se tienen en cuenta los signos y síntomas que presenta el paciente, pero serán necesarios una serie de análisis que detecten la presencia de las células anormales.
Se determinarán los niveles de glóbulos rojos, blancos y plaquetas en un análisis de sangre. Generalmente los glóbulos blancos pueden estar disminuidos, aunque su número también puede ser normal o elevado. Lo que será determinante será que, al examinarlos al microscopio, se observarán glóbulos blancos muy inmaduros, blastos, que normalmente no están presentes en la sangre circulante. Los glóbulos rojos y las plaquetas habrán disminuido en número.
Para confirmar el diagnóstico se tomará una muestra de médula ósea, a través de una aspiración, y se analizarán las células presentes en ella.
Otra prueba que puede realizarse en caso de haber
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