Tumores del esofago

Tumores benignos del esófago.

Los tumores benignos del esófago son tumores raros . En su mayoría, se trata de tumores subepiteliales.

Alrededor de dos tercios de los tumores esofágicos benignos son leiomiomas.

Aproximadamente cada 300 endoscopias se descubre un tumor «submucoso» del esófago. El término comúnmente utilizado en gastroenterología de tumores submucosos es incorrecto, por una parte debido a que determinados tumores se desarrollan en la mucosa y no en la submucosa y porque, por otra parte, determinadas lesiones «submucosas» no son propiamente tumores (quistes, malformaciones congénitas)

Estos tumores son muy raros en el esófago.  El papiloma esofágico es una formación tumoral polipoide benigna. Se ha sugerido la implicación de una infección por virus del papiloma humano (VPH).

Tumores subepiteliales

• Leiomioma: Los leiomiomas son los tumores mesenquimales más frecuentes del esófago representan alrededor de dos tercios de los tumoresbenignos.
• Tumor de células granulosas o tumor de Abrikossof.:

El tumor de células granulosas o tumor de Abrikossof es un tumor que se desarrolla a partir de las células de Schwann. De un tamaño por lo general limitado, en ocasiones múltiples, desde varios milímetros a menos de 2 cm.

• Quistes broncogénicos: Los quistes broncogénicos son formaciones benignas congénitas que se producen como resultado de una anomalía de desarrollo del intestino primitivo anterior o del esbozo traqueobronquial.

Diagnóstico de los tumores benignos del esófago.

A menudo asintomáticos, hallazgos fortuitos, los tumores benignos del esófago son responsables en algunas ocasiones de complicaciones, principalmente del tipo estenosis. Su presencia se suele poner de manifiesto durante una endoscopia, ante una prominencia de la mucosa gástrica. Con menos frecuencia se trata de un hallazgo fortuito durante la realización de una TC o de una radiografía de tórax.

La mayoría de los tumores benignos del esófago son asintomáticos y suponen un hallazgo fortuito. Es importante realizar un diagnóstico de presunción de la naturaleza de la lesión para determinar si estará indicado un tratamiento específico o, por el contrario, la abstención terapéutica y, por lo tanto, seguimiento y vigilancia.

El manejo terapéutico dependerá de diversos factores, sobre todo de la supuesta naturaleza de la lesión (cuyo diagnóstico previo al tratamiento puede ser ya preciso o simplemente de presunción), el tama˜no, la localización en el esófago y, especialmente, la capa anatómica en la que se ha desarrollado, la presencia de posible sintomatología y el contexto en el que aparece (edad, comorbilidades, etc.)

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