Vacunación
Enviado por Anaireth Cinicolo Reyes • 1 de Noviembre de 2021 • Tesis • 1.867 Palabras (8 Páginas) • 52 Visitas
Vacunación
La vacunación, o administración de vacunas, tiene por objeto producir una inmunidad adquirida activa que confiera un grado de protección elevado frente a una enfermedad infecciosa determinad
En la vacunación es necesario tener en cuenta ciertos factores referentes a la propia factura y al sujeto que hay que vacunar, los cuales son:
- Edad
La edad para iniciar la vacunación depende fundamentalmente del momento a partir del cual él no es susceptible a las distintas enfermedades infecciosas (periodo de receptividad) y es capaz de desarrollar una buena respuesta inmune, lo que a su vez está en relación con la maduración del sistema inmune y la persistencia de los anticuerpos pasivos de origen materno.
Durante mucho tiempo se consideró que la capacidad de respuesta del sistema inmunológico del recién nacido era muy pobre y que no alcanzaba la madurez hasta el segundo semestre de vida. Sin embargo se conoce que hoy la respuesta inmune en el recién de tipo celular es probablemente normal y la respuesta humoral para las IgM se inicia ya con el nacimiento y para las IgG, después del primer mes y alcanza el máximo a partir de los 3-4 meses
También se tiene que el niño nace con una inmunidad pasiva de origen materno, compuesta por anticuerpos séricos (IgG) que atraviesan la placenta, llegan a la sangre y persisten durante algunos meses, y por anticuerpos locales (IgA), que por el calostro y leche materna llegan al tubo digestivo, el cual pueden proteger frente a las infecciones intestinales durante el perido de lactancia materna
La protección conferencia por los anticuerpos pasivos maternos (IgG) varía según las infecciones: es prácticamente nula para la tos ferina, pues los anticuerpos que llegan a la sangre no protegen la mucosa respiratoria, de corta duración para la poliomielitis (3-6 meses) y de mayor duración (8-15 meses) para el sarampión, rubeola y parotiditis
Los anticuerpos maternos pueden interferir en la respuesta o disminuirla cuando se administran vacunas. Por lo tanto se aconseja vacunar lo más precozmente posible, durante el 3er mes de vida frente a la difteria, tétanos, tos ferina y poliomielitis y a partir de los meses frente al sarampión, rubeola y parotiditis. Para la prevención de la tuberculosis y viruela, que dependen de factores de inmunidad celular, se practica la vacunación a partir del nacimiento
- Dosis y pauta de administración
Para las vacunas atenuadas, que se multiplican en el organismo, en principio basta la administración de una sola dosis para producir una intensa respuesta inmune, parecida a la infección natural (BCG, sarampión, rubeola, parotiditis, fiebre amarilla), salvo en aquellos casos de administración por una via natural en que la vacuna puede no prender por fenómenos de interferencia, como puede ocurrir en la mucosa intestinal entre la vacuna de la poliomielitis oral y otros enterovirus, que obligan a administrar varias dosis para evitar estos fenómenos
Por el contrario, para las vacunas inactivadas se deben administrar varias dosis separadas por intervalos adecuados para que se produzca una buena respuesta secundaria, pero también, es necesario mantener e incrementar dicha inmunidad por medio de dosis de refuerzo y las oportunas dosis de recuerdo o revacunación y de las características epidemiológicas de la enfermedad a prevenir
- Vía de administración
Las vacunas atenuadas pueden administrarse por una vía natural, como la vacuna de la poliomielitis que se administra por vía oral, pero también por escarificación (viruela). Vía intradérmica (BCG) o subcutánea (fiebre amarilla). Las vacunas inactivadas o con antígenos purificados se administran por vía subcutánea o también intramuscular para evitar reacciones secundarias.
Las vacunas inactivadas o con antígenos purificados se administran por vía subcutánea o también intramuscular para evitar reacciones secundarias. Cuando las circunstancias epidemiológicas lo requieran, puede efectuarse la vacunación en masa de la población mediante el inyector a presión o jet injector, dispositivo que facilita el paso de la vacuna por presión a través de la piel y permite vacunar con gran rapidez
- Reacciones secundarias
En el curso de la administración pueden producirse reacciones locales o generales, casi siempre benignas, debidas de ordinario a la toxicidad de los antígenos y complicaciones, algunas debidas a la vacuna o a factores de riesgo existentes en el huésped, que se pueden evitar si se respectan las contraindicaciones
- Contraindicaciones:
- Cuando su administración pueda representar un riesgo, como en el caso de:
- Enfermedades infecciosas febriles (contraindicación general)
- Trastornos neurológicos evolutivos (vacunas de la tos ferina y fiebre amarilla)
- Deficiencias inmunitarias congénitas o aduiridas (vacunas atenuadas)
- Reacciones de hipersensibilidad a las componentes de la vacuna
- Embarazo
- Cuando se puede interferir la respuesta inmune debido a la presencia de anticuerpos en el individuo vacunado, como ocurre:
- En la inmunización de los menores de 1 año, con las vacunas de sarampión, rubeola y parotiditis
- En los pacientes tratados con plasma, transfusiones o inmunoglobulinas. En estos casos e aconseja demorar la vacunación como mínimo 3 meses con vacunas atenuados y 3 semanas con vacunas inactivadas. Se tiene que tomar en cuenta que después de aplicar la vacunas atenuadas no se debe administrar inmunoglobulinas durante 15 días, para no interferir con la vacunación
- Eficacia de la vacunación
Las vacunas producen una inmunidad adquirida activa, que a diferencia de la inmunidad pasiva por administración de sueros, se instaura después de un periodo de latencia y es más intensa y duradera. Por estas características, la vacunación se utiliza para la prevención a largo plazo de las enfermedades infecciosas. Sin embargo su eficacia varía según el tipo de vacuna, su composición y la localización de la infección que se quiere prevenir
Hay que tener en cuenta que las vacunas atenuadas estimulas tanto la inmunidad de tipo humoral como celular, mientras que las vacunas inactivadas inducen fundamentalmente una respuesta humoral.
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