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Vida De Consumo


Enviado por   •  6 de Enero de 2015  •  2.364 Palabras (10 Páginas)  •  265 Visitas

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Opinión: Vida de Consumo (Zygmunt Bauman)

Siempre y cuando uno no olvide que lo que antes era invisible -la cuota de intimidad de cada uno, la vida interior de todos- ahora es expuesto en la escena pública, uno comprenderá que quienes procuran la invisibilidad están condenados al rechazo, a la exclusión, condenados a ser sospechosos de algún crimen. La desnudez física, social y psíquica está a la orden del día.

Sólo los jugadores con recursos y ambición son bien recibidos en el juego del consumismo.

El examen que debemos aprobar para acceder a los tan codiciados premios sociales les exige reciclarse bajo la forma de bienes de cambio, como productos capaces de captar la atención, atraer clientes y generar demanda.

La función principal del capitalismo, es la "transformación del capital y del trabajo en mercancía, en bienes de cambio.

La fuerza de trabajo debe estar siempre en óptimas condiciones, siempre lista para atraer la mirada de potenciales compradores, lograr su aprobación e hipnotizarlos para que compren lo que ven.

"Lastre cero”: Se refiere a empleados que , sin importar los incentivos económicos, cambiaban de empleo con total facilidad. Sin compromiso y sin obligaciones.

La sociedad de consumidores se divide entre cosas elegibles y electores.

En la sociedad de consumidores nadie puede convertirse en sujeto sin antes convertirse en producto, y nadie puede preservar su carácter de sujeto si no se ocupa de resucitar, revivir y realimentar a perpetuidad en sí mismo las cualidades y habilidades que se exigen en todo producto de consumo. La "subjetividad" del "sujeto", o sea su carácter de tla y todo aquello que esa subjetividad le permite lograr, está abocada plenamente a la interminable tarea de ser y seguir siendo un artículo vendible.

En la era de la información, la invisibilidad es sinónimo de muerte.

En el mercado laboral en cada transacción comercial nace una relación humana.

Lo que arrastra a la gente a sus computadoras es el miedo a estar solos, mientras que el peligro desconocido los empuja a la procrastinarían de los encuentros en la vida real.

El Consumismo es un tipo de acuerdo social que resulta de la reconversión de los deseos, ganas o anhelos humanos en la principal fuerza de impulso y de operaciones de la sociedad.

El Consumismo llega cuando el consumo desplaza al trabajo de ese rol axial que cumplía en la sociedad de productores.

A diferencia del consumo, que es fundamentalmente un rasgo y una ocupación del individuo humano, el consumismo es un atributo de la sociedad.

En la era moderna sólida de la sociedad de productores, la gratificación parecía en efecto obtenerse sobre todo de una promesa de seguridad a largo plazo, y no del disfrute inmediato.

El "Consumismo ostentoso" consistía en una exhibición pública de la riqueza sólida y durable.

En la sociedad de productores que apostaba a la prudencia y la circunspección, a la durabilidad y la seguridad, y sobre todo a la seguridad a largo plazo.

El consumismo aborda la felicidad con un aumento permanente del volumen y la intensidad de los deseos.

El advenimiento del consumismo anuncia una era de productos que vienen de fábrica con "obsolescencia incorporada", una era marcada pro el crecimiento exponencial de la industria de eliminación de desechos.

Con la base de la "cultura ahorrista" y "cultura acelerada".

La vida, ya sea individual o social, no es más que un encadenamiento de presentes, una colección de instantes vividos con variada intensidad.

De la visión moderna de la historia de la idea del "tiempo de necesidad" ha sido reemplazada por el concepto de "tiempo de oportunidades, tiempo aleatorio, abierto en todo momento a la imprevisible irrupción de lo nuevo", "una concepción de la historia entendida como proceso abierto y no predeterminado en el que las sorpresas, los golpes de suerte inesperados y las posibilidades inesperadas pueden estar esperando a la vuelta de la esquina".

La procrastinarían es la asesina serial de las oportunidades.

En la era consumista el motivo del apuro radica en el apremio por adquirir y acumular. Una necesidad de eliminar y reemplazar.

La economía consumista se ve obligada a confiar en el exceso y los desechos.

Durante los últimos treinta años, en el mundo se ha producido más información que durante los 5 mil años anteriores, mientras que "un solo ejemplar de la edición dominical del New York Time contiene más información que la que una persona culta del siglo XIX consumía durante toda su vida".

La melancolía es sinónimo del "desapego" a "todo y anda específicamente". Ser "melancólico" es poder sentir "la infinidad de conexiones, sin quedar enganchado en ninguna". Actualmente la melancolía es una perturbación resultante del choque fatal entre la obligación-compulsión-adicción a elegir y la incapacidad para hacer esa elección.

Un pleonasmo, ya que el concepto de "felicidad" en sus usos más comunes refiere a estados o hechos que las personas desean que sucedan.

Los juicios que uno pueda escuchar o leer acerca de las ventajas (muchas) y las desventajas (pocas) de la capacidad de generar felicidad de la sociedad de consumidores están despojados de todo valor cognitivo.

La felicidad, la sensación de ser feliz crece a medida que se incrementan los ingresos sólo hasta determinado umbral.

Una economía orientada al consumo promueve activamente la desafección, socava la confianza y profundiza la sensación de inseguridad.

La promesa de satisfacción sólo conserva su poder de seducción siempre y cuando esos deseos permanezcan insatisfechos.

La sociedad de consumo medra en cuanto logre que la no satisfacción de sus miembros.

El mecanismo explícito para conseguir ese efecto consiste en denigrar y devaluar los artículos de consumo ni bien han sido lanzados con bombos y platillos al universo de los deseos consumistas.

El reino de la hipocresía que se extiende entre las creencias populares y las realidades de la vida de los consumidores es condición necesaria para el buen funcionamiento de la sociedad de consumidores.

Es el exceso de la suma total de promesas el que neutraliza la frustración causada por las imperfecciones y las falencias de cada una de ellas, y evita que la acumulación de experiencias frustrantes siembre dudas sobre la efectividad última de la búsqueda.

La sociedad de consumo apuesta a despertar la emoción consumista, y no a cultivar la razón.

El camino que va desde el centro comercial

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