Vomito

Vomito

        El vómito es la expulsión forzada del contenido gástrico por la boca con contracción abdominal, comúnmente precedido de náuseas y acompañado de síntomas vegetativos.

        Los procesos que con más frecuencia se asocian con vómitos son los infecciosos, desde gastroenteritis, cuadros catarrales banales, amigdalitis, otitis, infecciones urinarias, etc., hasta procesos más graves como neumonía, meningitis u otros. Lo prioritario es descartar causas graves que precisan tratamiento urgente.

        El diagnostico se realiza con una historia clínica detallada, hay que valorar: los antecedentes, la edad, la duración, la frecuencia, las características del vómito, los síntomas asociados, la técnica de alimentación y la dinámica familiar y escolar, luego se realiza un examen físico: valoración del estado general, signos de deshidratación, si el abdomen esta doloroso, duro o hinchado.

        Los pilares fundamentales del tratamiento son: la rehidratación y la alimentación precoz, pueden tratarse en el domicilio, ofreciendo pequeñas cantidades de soluciones de rehidratación oral aumentando paulatinamente la frecuencia, cuando el paciente tolere el líquido se le ofrecerá comida blanda hasta que progresivamente se adapte a la dieta normal. Los antieméticos se usan pocas veces.

Análisis

        Primero que nada es importante recalcar que el vómito es una de las enfermedades más frecuentes en la niñez, el cual puede llevar a dichos pacientes a complicaciones muy graves que ponen en riesgo sus vida, una de las principales complicaciones es la deshidratación, la cual debe ser atendido de forma correcta y oportuna para tener buenos resultados en el tratamiento de estos, es donde toma importancia la aplicación de los electrolitos orales. Como sabemos el vómito puede tener muchas causas etiológicas, es por eso que como personal de salud debemos fomentar el saneamiento en los hogares. En cuanto al tratamiento, es nuestro deber conocer profundamente como se debe atender de forma correcta esta enfermedad. Como sabemos, habrá situaciones en las que el médico no podrá participar directamente en la identificación de datos de alarma y de deshidratación cuando ya se presente la enfermedad, es por ello que se debe capacitar de forma correcta a los padres de familia para que puedan identificar dichos signos, y puedan acudir de forma oportuna a su unidad de salud más cercana y de esta manera le salven la vida al paciente.

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