Ética y Bioética en las profesiones de la salud

Ética y Bioética en las profesiones de la salud

Desde los tiempos más remotos del ejercicio de la medicina, al médico se le ha formado la conciencia de la necesidad de justificar éticamente su actuación profesional, a partir del conocimiento y comprensión de la dimensión moral que ella entraña. Desde la segunda mitad del siglo pasado, en que la enfermería se constituyó en una profesión sanitaria, esta necesidad afecta también a estos profesionales y, en el actual siglo, se ha ido haciendo extensiva a nuevos profesionales que actúan en la esfera de la salud. La modernidad ha acentuado esa necesidad y para cubrirla se hace preciso instruir y educar  a las nuevas generaciones de profesionales de la salud, en especial a los médicos y enfermeras de familia y a los salubristas, en las diferentes aristas del problema.

Así mimo, los profesionales del área de la salud tienen el privilegio y la responsabilidad de atender al ser humano en todo lo relativo a su salud en los aspectos biológicos, psicológicos y sociales. Así, el paciente les permite entrar en contacto con aspectos íntimos y relevantes de su vida, para atender un problema de salud relatando su historia familiar, describiendo la sintomatología, los detalles de inicio, el sitio del dolor, realizar un procedimiento invasor o quirúrgico, ser atendida por trabajo de parto, realizar un tacto rectal, buscar consejo sobre problemas psicológicos individuales o sociales. En todos los casos cada paciente confía en que el profesional hará lo necesario para resolver su problema de salud. Esta intervención biológica, psíquica y social que nos autoriza el paciente merece un comportamiento cuidadoso, ético y científico, de cada profesional que participa en su estudio y atención.

Es por ello que todo profesional debe conocer lo que es la ética; ya que esta es una disciplina que estudia el comportamiento humano y su relación con las nociones del bien y del mal, los preceptos morales, el deber, la felicidad y el bienestar común. Su función es analizar los preceptos de moral, deber y virtud que guían el comportamiento humano hacia la libertad y la justicia. Aunque en ocasiones la ética se relaciona muy estrechamente con la moral, pero es muy diferente a esta. Mientras la moral se refiere a normas adoptadas por tradición, la ética reflexiona sobre cuáles acciones serían correctas.

Como estamos en el área de la salud, la ética tiene un subnivel asociado a esta rama del conocimiento, que no es otra de la bioética. La bioética es un campo interdisciplinario que discute y crítica públicamente los estándares éticos en el área de la medicina y la salud. Los principios que la bioética quiere establecer abarcan tanto las áreas prácticas, como las científicas, de investigación y de políticas públicas. Es por ello que esta definir y esclarecer el verdadero objetivo y la finalidad de las ciencias de la vida y la medicina. Buscando respuestas frente a los valores éticos en el uso de la tecnología, y sus prácticas en el campo de la medicina y la salud.

        Cabe destacar, que la bioética va más allá de la ética médica y se centra en las cuestiones éticas que surgen alrededor de la vida y la muerte. Por tratarse de temas tan delicados su conocimiento y aplicación por parte de los profesionales es muy importante. Además de la formación al respecto, los profesionales en el ámbito de la salud deben identificarse con una serie de valores no solo a nivel profesional, sino también personal (vocación, compromiso, paciencia, fortaleza, respeto, empatía, autonomía, determinación, entre otros). Estos son algunos de los valores intrínsecos que debe poseer un profesional capaz de garantizar la dignidad de las personas enfermas a su cargo y garantizar así la excelencia profesional en su trato.

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