Рrograma: Salud Ocupacional
Enviado por liboro96 • 21 de Noviembre de 2013 • Tutorial • 12.990 Palabras (52 Páginas) • 265 Visitas
UNIDAD ACADÉMICA: Instituto de Educación a Distancia
PROGRAMA: Salud Ocupacional
NUCLEO PROGRAMÁTICO: Formación Complementaria
ASIGNATURA: Ética Profesional
UNIDAD QUINTA: LA EDUCACIÓN UN PROYECTO ÉTICO:
PREGUNTAS GENERADORAS:
1. ¿Puede la Ética solucionar los problemas sociales? ¿cómo?
Justificación y Alcance
Este escrito tiene la finalidad de aportar textos con ideas que sirvan al diálogo universitario, y genere la posibilidad de argumentar, para tratar de aproximarnos a un consenso en cuestiones de difícil convención. La finalidad última –del escrito- es lograr un ambiente de trabajoefectivo para la promoción de un ambiente en el campus y la posibilidad de construcción de currículo, en base a unos valores, y así recuperar algunos estadios éticos para el trabajo de enseñanza en la Universidad.
Nos limitaremos a esas definiciones básicas para la discusión como son Persona Humana, Disposiciones, Hábitos, Ética, Valores, Valoración, Crisis, Bien común.
La Persona humana
Allí donde conviven personas hay problemas, surgiendo entonces, como imperiosa la necesidad de solucionar dichos problemas para ordenar esa convivencia humana. La ética parte de un hecho simple: en todo conglomerado social, siempre existen divergencias de distinta causa, que a veces "obligan" a sus integrantes a pensar en torno a la problemática sufrida, y a buscar vías de solución, fijando "a posteriori" pautas de comportamiento.
El primer punto para la discusión es tener una base firme de trabajo intelectual. La consideración de que un ser dotado de inteligencia, con posibilidad de elegir sus fines y de escoger sus medios para lograr sus proyectos personales en una sociedad, con posibilidad de trascendencia, es decir de cultivar su intelecto y su espíritu, receptor de derechos y poseedor de deberes, es lo que podríamos definir como persona humana.
La consecución de niveles cada vez más altos en comportamientos intelectuales y de tipo social, dependen de las disposiciones que posea esa persona. Una disposición es lo que algunos autores han considerado como unidad de vida, es la posibilidad por la acción educativa, de conseguir estadios personales de mejoramiento del ser que William Frankena[1]llamaba excelencias.
Surge la pregunta: ¿cómo lograr en los componentes de la Universidad esas disposiciones que quisiéramos para elevar el nivel de convivencia social? La puesta en marcha de diversas campañas y proyectos educativos que ha conocido la historia, tienen en su punto de apoyo la consecución de ciertas disposiciones, que al convertirse en acciones repetidas, se transforman en hábitos de conducta. John Dewey[2]consideraba que el cultivo y el mantenimiento de hábitos sociales, es lo vital para la sociedad y para un modo de vida como es la democracia. Estos hábitos no son unos actos rutinarios, sino la acción facilitada por la disposición racional y generada en cualquier momento en que la voluntad decida realizarla.
El tema del cultivo de hábitos es el tema de la educación. Cuando se plantea desde la perspectiva del conocimiento, se torna difícil la ida social, puesto que la sabiduría no da el comportamiento adecuado. Un autor contemporáneo define los hábitos desde el punto de partida de las opciones fundamentales del ser humano, es decir desde la elección ética para su vida. "Los hábitos, ya sean positivos o negativos, son esas disposiciones innatas o adquiridas que nos llevan a obrar pronta, fácil y placenteramente, y sin hacer grandes esfuerzos para conseguir esas metas y encarnar esos valores que consideramos vitales para la consecución de ese gran objetivo: la felicidad. A esos modos de actuar ya asumidos, que nos predisponen a obrar en el sentido deseado y que hemos ido incorporando en el curso de la vida y que configuran nuestra personalidad ética (somos honrados, veraces, justos, leales, etc. o, todo lo contrario), tradicionalmente se les ha llamado hábitos"[3]
La Ética
Los conceptos de la ética a lo largo de la historia, más que solo un conocimiento de tipo abstracto, en realidad son derivados intelectuales, de comportamientos humanos con juicios morales implícitos en esa acción, es decir con criterios de bien. Y esto tiene como basamento que no podemos formular juicios, ni elaborar razonamientos, sino tomamos de la realidad material, –captada por los sentidos externos- el contenido de nuestro pensamiento.
La ética vive de las costumbres. Es, en su sentido etimológico más profundo y anterior, ethos una palabra griega que significa más que la palabra castellana costumbre, acción intencional habitual. Esta, a su vez deriva de algo precedente y asentado en la vida misma, la noción de población (etnos).
Es consideración de los fines por los que se actúa, y reflexión crítica, con disposición al cambio, sobre los medios a usar en cada momento. Es decir, comparación entre costumbres y tradiciones de vida, que se establecen en la vida cotidiana de esa agrupación humana, y el acto realizado, o de la intención revisada intelectualmente. Pero la ética no solo es actividad racional, también intervienen los sentimientos en esa acción. Así comenta Scheler: "Sentir es un acontecer con sentido y por ello susceptible de ser satisfecho o insatisfecho (p.33)"[4].
Según un autor contemporáneo –Stoner[5]en su libro de Administración, el término ética se entiende como "el estudio de la forma en que nuestras decisiones afectan a los demás". Ciertamente una acción con responsabilidad, viene normalmente de seguir conscientemente, con advertencia, una tradición o de imitar la conducta de un modelo que es confiable para nosotros. Muy excepcionalmente proviene de una decisión silogística del conocimiento. Del consecuente "obligado" de unos antecedentes rectamente construidos. Casi siempre viene de "copiar conductas vistas en la casa familiar o en el ambiente de la calle o barrio en que vive.
Es quizá lo que más influye en la estructura de poder de un gerente o de un líder. Es lo que sostiene profundamente la obediencia a un mandato. Constituye el componte del liderazgo que se llama comúnmente "autoridadmoral". Esto incluye -por supuesto- a una madre o un padre de familia, a un maestro o un profesor. Es lo llamado comúnmente "poder". Hay un matiz en este punto que llama la atención y que viene referido por José A. Marina: "El poder, usando sus mecanismos puede producir obediencia, pero si tiene autoridad, producirá además, respeto"[6]. Es la referencia individual a esas personas que tienen el cuidado de la comunidad. La autoridad moral es la base de la confianza que
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