Caso práctico El testamento

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CASO PRÁCTICO EL TESTAMENTO

COMO ACTO JURÍDICO

Julio Ancona tiene noventa y ocho años de edad. Solo le sobreviven dos parientes, dos nietos: María y Juan Ancona. Julio Ancona vive en una pequeña casa de su propiedad en Cuajimalpa, y además es propietario de un terreno en Guanajuato. Ha dicho a todo el mundo que los heredará a su nieta María Ancona, que es quien lo ha querido más, ha vivido con él y lo ha cuida durante los últimos veinte años de su vida. En cambio, Juan Ancona siempre ha sido muy distante y lo vista muy de vez en cuando, y siempre como con fastidio, con desgana, como considerándolo una carga.

Juan Ancona va a visitar a su abuelo y se da cuenta de que está en cama, mental y físicamente muy endeble, realmente en su lecho de muerte, a punto de morir. Juan Ancona se apresura a llamar a un notario público para que su abuelo dicte su testamento público abierto, su última voluntad, ya que Juan Ancona piensa que hábilmente puede inducir a Julio Ancona a heredarle a él la casa y el terreno, y no su hermana María Ancona, la otra nieta del abuelo, quien fue a buscar al médico, Juan Ancona busca a sus mejores amigos para que junto con él le sirva de testigos del otorgamiento del testamento.

El notario público llega. Se cerciora de la identidad de Julio Ancona, el testador, así como de Juan Ancona y de los otros testigos. Julio Ancona, el viejo, está muy débil, acostado en la cama de la habitación oscura, apenas iluminada por una luz. Juan Ancona le dice: ¿Verdad, abuelo, que heredas a tu nieto, Juan Ancona, la casa de Cuajimalpa? ¿Verdad que sí? Después de mucho titubear y voltear hacia todos lados, el abuelo dice: “Sí”. Juan Ancona le hace a su moribundo abuelo una segunda pregunta: ¿Verdad, abuelo, que heredas a tu nieto, Juan Ancona, el terreno ubicado en el Estado de Guanajuato? ¿Verdad que sí? De nuevo, después de mucha dubitación, a punto de morir, y voltear hacía todos lados, el abuelo dice “Sí”. Entonces fallece.

Tiempo después Juan Ancona acude ante un juez competente y presenta el testamento público abierto de su difunto abuelo don Julio Ancona, demandando que se le reconozca como heredero o legatario de la casa de Cuajimalpa y del terreno ubicado en el Estado de Guanajuato.

Responde las siguientes preguntas:

1. Identifica los hechos y actos jurídicos ocurridos en el relato que acabas de leer. 

Juan Ancona se apresura a llamar a un notario público para que su abuelo dicte su testamento público abierto, su última voluntad, busca a sus mejores amigos para que junto con él le sirva de testigos del otorgamiento del testamento. El notario público llega. Se cerciora de la identidad de Julio Ancona, el testador, así como de Juan Ancona y de los otros testigos. Juan Ancona le dice a su abuelo: ¿Verdad, abuelo, que heredas a tu nieto, Juan Ancona, la casa de Cuajimalpa? ¿Verdad que sí? Después de mucho titubear y voltear hacia todos lados, el abuelo dice: “Sí”. Juan Ancona le hace a su moribundo abuelo una segunda pregunta: ¿Verdad, abuelo, que heredas a tu nieto, Juan Ancona, el terreno ubicado en el Estado de Guanajuato? ¿Verdad que sí? De nuevo, después de mucha dubitación, a punto de morir, y voltear hacía todos lados, el abuelo dice “Sí”. Tiempo después Juan Ancona acude ante un juez competente y presenta el testamento público abierto de su difunto abuelo don Julio Ancona, demandando que se le reconozca como heredero o legatario de la casa de Cuajimalpa y del terreno ubicado en el Estado de Guanajuato.

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