Teorías criminológicas, biologicistas y psicologicistas
Enviado por Víctor Manuel Mejía Contreras • 10 de Noviembre de 2024 • Tarea • 2.285 Palabras (10 Páginas) • 26 Visitas
TEORÍAS CRIMINOLOGICAS, BIOLOGICISTAS Y PSICOLOGICISTAS.
Introducción a las teorías biológicas.
Las teorías biológicas o constitucionales emergieron en el siglo XIX con figuras como Lombroso, Ferri y Garofalo, de la Escuela Positiva Italiana. Aunque sus propuestas iniciales no fueron ampliamente aceptadas, su mayor contribución fue la introducción del método experimental en la criminología. Estas teorías buscaban explicar el comportamiento del delincuente mediante el estudio de anomalías corporales y factores biológicos.
La Antropología criminal.
La antropología criminal, impulsada por Lombroso, investigaba las características físicas del delincuente, siguiendo trabajos previos como los de Franz Joseph Gall. Otros investigadores como Charles Göring y Ernest Hootom desarrollaron estudios para refutar o validar estas ideas. Aunque algunos sostenían la existencia de tipos criminales innatos, otros, como Göring, concluyeron que no existían tales predisposiciones naturales.
Biotipología.
La Biotipología se centraba en correlacionar las características físicas del individuo con sus rasgos psicológicos. Investigadores como Claude Sigaud y William Sheldon propusieron clasificaciones basadas en tipos corporales (como endomorfos, mesomorfos y ectomorfos) y temperamentales (viscerotónicos, somatotónicos, cerebros tónicos) para describir las tendencias hacia el comportamiento criminal.
Teorías endocrinológicas.
Los estudios endocrinológicos examinaron cómo las glándulas hormonales influían en el comportamiento criminal. Se sugirió que disfunciones en las glándulas endocrinas podían estar relacionadas con delitos específicos, como el hiperfuncionamiento de la tiroides en delincuentes pasionales. Sin embargo, la endocrinología por sí sola no explica completamente la criminalidad.
Genética.
Las investigaciones genéticas exploraron la herencia como un factor en la propensión a cometer delitos. Estudios de familias, gemelos y anomalías cromosómicas, como la trisomía XYY, intentaron mostrar conexiones entre factores hereditarios y conductas delictivas. Sin embargo, no se ha demostrado concluyentemente que los genes determinen el comportamiento criminal.
Neurofisiología.
El uso del electroencefalograma permitió detectar anomalías cerebrales en delincuentes. Investigaciones sugirieron que ciertas disfunciones neurológicas, especialmente en el lóbulo temporal, podrían estar asociadas con comportamientos agresivos y antisociales. Sin embargo, otros estudios sugieren que estas anomalías podrían ser resultado del entorno de la prisión.
Estudios de psiquiatría criminal
Los estudios de psiquiatría criminal constituyen una rama interdisciplinaria en el campo de la criminología que busca comprender la relación entre los trastornos mentales y la conducta delictiva. Esta disciplina combina conocimientos de la psiquiatría y la psicología con el análisis de patrones criminales, con el objetivo de identificar factores mentales que puedan influir en la propensión de un individuo a cometer delitos.
Históricamente, la psiquiatría criminal se desarrolló a partir del reconocimiento de que no todos los delitos podían explicarse únicamente por factores sociales o económicos. En el siglo XIX, figuras como Cesare Lombroso iniciaron el análisis de las características biológicas y psicológicas de los delincuentes, mientras que más adelante, estudios de psiquiatras como Philippe Pinel y Henri Ey destacaron la importancia de los trastornos mentales en la conducta antisocial.
La psiquiatría criminal examina una variedad de condiciones mentales, como la esquizofrenia, el trastorno bipolar y los trastornos de la personalidad, que pueden predisponer a un comportamiento violento o delictivo. Estos estudios buscan no solo entender el "por qué" detrás de ciertos crímenes, sino también desarrollar estrategias de prevención y rehabilitación para reducir la reincidencia. En la actualidad, la investigación en psiquiatría criminal se apoya en tecnologías avanzadas, como la neuroimagen, para explorar la estructura y función cerebral de individuos que han cometido delitos, proporcionando así un entendimiento más profundo de la intersección entre salud mental y criminalidad.
Esta área de estudio no solo es relevante para los profesionales de la salud mental, sino también para legisladores, jueces y todo el sistema de justicia penal, ya que puede influir en la formulación de políticas, evaluaciones de riesgo y estrategias de tratamiento que buscan un equilibrio entre la seguridad pública y la atención adecuada a los trastornos mentales.
Oligofrenia
La oligofrenia es un término utilizado para describir una discapacidad intelectual caracterizada por un desarrollo incompleto o insuficiente de las capacidades cognitivas. Esta condición se origina generalmente durante el desarrollo prenatal, perinatal o en la infancia temprana y se asocia con limitaciones en el funcionamiento intelectual y adaptativo en áreas como la comunicación, el autocuidado y las habilidades sociales.
La oligofrenia se clasifica en diferentes grados según la severidad: leve, moderada, severa y profunda. Las causas pueden ser diversas, incluyendo factores genéticos, trastornos metabólicos, infecciones durante el embarazo, desnutrición y traumatismos cerebrales. El diagnóstico y la intervención temprana son fundamentales para maximizar el desarrollo y la calidad de vida de las personas con esta condición.
Trastornos derivados por el consumo de alcohol y drogas
En psiquiatría criminal, los trastornos derivados por el consumo de alcohol y drogas son factores significativos que pueden influir en la conducta delictiva. Estas sustancias pueden alterar la química cerebral, afectar el juicio, la impulsividad y la capacidad de control de los individuos, lo que aumenta la probabilidad de conductas agresivas o delictivas.
El abuso crónico de sustancias como el alcohol y drogas ilegales puede llevar a trastornos mentales como psicosis inducida por sustancias, trastornos de ansiedad y depresión. Además, la dependencia de estas sustancias puede motivar actividades delictivas, ya sea para obtener las drogas o como consecuencia de la desinhibición que provocan. En este contexto, la psiquiatría criminal estudia cómo estos trastornos pueden contribuir al comportamiento antisocial y busca desarrollar intervenciones terapéuticas y preventivas para reducir el impacto de las adicciones en la delincuencia.
Esquizofrenia
La esquizofrenia es un trastorno mental grave que afecta la percepción de la realidad y provoca síntomas como alucinaciones, delirios y pensamiento desorganizado. En el contexto de la psiquiatría criminal, la esquizofrenia es relevante porque, aunque la mayoría de las personas con este trastorno no son violentas, algunos casos pueden estar asociados con comportamientos delictivos, especialmente cuando la enfermedad no se trata adecuadamente.
Los síntomas psicóticos, como los delirios de persecución, pueden llevar a ciertos individuos a cometer actos impulsivos o agresivos, motivados por interpretaciones distorsionadas de la realidad. Por ello, la evaluación de la salud mental en el sistema judicial es crucial para entender el estado mental del acusado al momento de cometer un delito y determinar si la esquizofrenia jugó un papel en su comportamiento. Esto puede influir en decisiones sobre responsabilidad penal y medidas de tratamiento y rehabilitación adecuadas.
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