El papel de la evalución como objeto de parendizaje dentro del ambito educativo

EVALUCIÓN LA CONFUNCIÓN, DISTORCIÓN COMO OBJETO DE PARENDIZAJE DENTRO DEL AMBITO EDUCATIVO.

Los estudiantes durante toda su transición institucional académica, enfrentan procesos de evaluación, los docentes preparan métodos de evaluación para que los educados enfrenten y demuestren los conocimientos adquiridos previo a las asignaturas llevadas durante el curso. “No se puede comprender la enseñanza sin tener en cuenta la evaluación porque la evaluación condiciona todo el proceso de enseñanza-aprendizaje” (Moreno, 2016, p. 9)

La importancia de ejecutar una evaluación es imprescindible como es señalado anteriormente, los docentes siendo las figuras encargadas de estar impulsando conocimientos al alumnado, deben de contar con el discernimiento adecuado al reconocer que no siempre las metodologías empleadas por ellos están conllevando el proceso de enseñanza aprendizaje, o si durante el ejecutamiento, sean tomado el tiempo necesario para mejóralos.

Por esta razón es de suma relevancia, evitar caer en una “distorsión” de lo que se espera de una evaluación, y de lo que se realizara. “Una evaluación pobre da lugar a un proceso de enseñanza pobre. Una evaluación inmoral, corrompe la entraña de la actividad docente” (Moreno, 2016, p. 9). Se puede entender que la labor de los profesorados no es simplemente caer en procesos rutinarios, lo cual sería una enseñanza pobre como manifiesta el autor, mientras que la evaluación es inmoral si no es conllevada con principios éticos y objetivos.

 En innumerables momentos los docentes defenderán que las técnicas usadas por ellos son las correspondientes o las indicadas para obtener el proceso de enseñanza aprendizaje. Por esta razón, existencialmente subyacen anomalías en este asunto. Los docentes en su mayoría, confunden la importancia y verdadera función de lo que se debe de cumplir en esta.

Como es mencionado anteriormente, evaluar es demostrar que se adquirió efectivamente una serie de conocimientos juntamente con habilidades. En este punto es donde se comienza a distorsionar este fin, por lo que, para la mayoría una enumeración representaría el nivel de conocimiento de los alumnos, lo que se interpretaría para ellos como un verdadero aprovechamiento. La realidad es que el número no precisa que se esté obteniendo un aprendizaje.

Al contrario, se suscita una jerarquización, clasificación, entre alumnos, donde el numero representa el esfuerzo o desempeño de cada uno; si un alumno no alcanza la media propuesta, por la institución, esta representará la ineficiencia y el poco aprovechamiento de su aprendizaje, esto se puede ver como una cuestión cuantitativa.

Moreno (2016) explica la idea de que los alumnos pueden no sentirse parte del proceso de aprendizaje, porque son orientados a cumplir con los lineamientos que les son impuestos durante su evaluación; en su totalidad, cuando son exámenes, recurren a la memorización con el objetivo de obtener una calificación aprobatoria, dejando de lado si en verdad se logró comprender lo que les fue enseñado.

En contraste es común que el valor obtenido de los exámenes se consideré como buena o mala, pero es una anomalía que se viven dentro de las instituciones educativas; los maestros siempre evalúan a sus alumnos de una sola forma sin tomar en cuenta la realidad que se encuentran sumergidos en el aula. Pero esto recae en que no se realiza una “meta-evaluación”.

Si en las aulas solo se trasmite la idea de memorizar, como un acto para aprobar asignaturas, se estaría pasando por alto el fin de una evaluación, mientras tanto los docentes deben de prestar más atención en su entorno para mejorar su práctica, porque dentro de las aulas, la enseñanza no se trasmite de forma uniforme. Al evitar ver la realidad en el memento de la evaluación, esta se descontextualiza”.

Pero cuando se toma los tiempos debidos para analizar detallada mente la situación de las aulas, los profesores estarán realizando lo que previamente fue mencionado como una “meta-evolución”. Como opina Álvarez (2001):

El profesor aprende para conocer y para mejorar la práctica docente en su complejidad, y para colaborar en el aprendizaje del alumno conociendo las dificultades que tiene que superar, el modo de resolverlas y las estrategias que pone en funcionamiento. (p. 2)

La meta-evaluación busca que los docentes sepan lo que están haciendo, como lo están haciendo y para que lo están haciendo. Mirando detenidamente los instrumentos empleados, que estén funcionando para sus objetivos propuestos, lo que permitirá que se tomen decisiones más asertivas en las actividades de su evaluación, tomando en cuenta que los estudiantes son diferentes en los momentos de adquirir los conocimientos o en el momento de mostrarlos.

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