Cuento amor

Mateo y Julia

Mateo y Julia se conocen desde niños porque viven en la misma calle. Mateo tiene dos años más que Julia. Juegan juntos, meriendan juntos, estudian en el mismo colegio, sus papás se conocen y son mejores amigos. Pasan los años y ambos se convierten en dos adolescentes.  A causa de los estudios, Mateo debe trasladarse a otra ciudad. Cuando lo hace, se lleva consigo una caja llena de cosas, entre las que se encuentran algunas fotos con su gran amiga Julia, además de pequeños juguetes con los que se divertían siendo niños. Cuando se instala en su nueva casa, deja esa caja en el closet y se olvida de ella. Al cabo de unos cuantos años, Mateo termina sus estudios y le ofrecen un gran puesto de trabajo en otro país. Sin dudarlo, acepta la propuesta, ya que era la oferta de trabajo que tanto había buscado, y se dispone a empacar todas sus cosas para mudarse. Entre polvo y cosas viejas, encuentra la caja en la que, unos diez años atrás, había guardado parte de su pasada vida. Sabe que no tiene mucho tiempo antes de que despegue el avión que lo llevará a su nuevo lugar de trabajo, pero siente curiosidad por ver qué hay en esa vieja caja. Empieza observando su tren de juguete, su libro de aventuras y las fotos con Julia.  Y es entonces, después de que la vida le haya enseñado tantas cosas, cuando se da cuenta de que ha estado enamorado de Julia desde el primer momento en que la vio. Mateo decide rechazar la oferta de trabajo y, en vez de mudarse a otro país, vuelve a la ciudad de su infancia con la esperanza de que Julia, de la que no sabe nada desde hace unos años, siga viviendo en la misma casa en la que jugaban siendo niños.  

Mateo decide ir a la casa donde solía vivir Julia de chiquita. Al llegar Mateo, indecisamente decide tocar el timbre con esperanzas de poder volver a ver al amor de su vida. Al tocar, una mujer muy vieja abre la puerta sin saber quien era el que había tocado su puerta. Mateo le pregunta por Julia y la abuela sin saber de quien hablaba le cierra la puerta. Mateo sorprendido por la reacción de la abuela, vuelve a tocar la puerta para preguntarle si conocía a la familia que había vivido anteriormente en esa casa. La abuela apenada por haberle cerrado tan groseramente la puerta lo invita a pasar para que hablaran. Mateo le vuelve a preguntar acerca de Julia, pero ella no sabia quien era. La señora lo único que sabía, era que se habían ido hace varios años de esa casa pero que se habían cambiado a la ciudad de Nueva York a un departamento en la sexta avenida con la esquina E.

Mateo toma el primer vuelo a La Gran Manzana para buscarla. Al encontrar el departamento donde supuestamente vivía Julia, decide preguntar por ella. En el interfón le contesta una voz muy conocida y le pregunto que  quien la buscaba, y le dijo que Mateo. Ella sorprendida, le abre y él sube corriendo las escaleras para llegar al cuarto piso donde ella vivía.

Al tocar la puerta le abre una señora ya mayor y lo saluda como si fuera su hijo. Él se preguntaba quien podía ser y ella le dice que era la mama de Julia.

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